Daniel Beltran Rohr | Corresponsal en España

Jorge Drexler editó un nuevo álbum. Llega después de Sea, es el séptimo de su carrera, fue grabado en Montevideo, mezclado en Madrid, masterizado en Los Angeles y para presentarlo inició una gira por ocho ciudades españolas, entre ellas Madrid.

El cantautor uruguayo que lleva más de nueve años en la capital española, cantó en el Auditorio del Palacio de Exposiciones y Congresos, en el Paseo de la Castellana frente al mítico estadio Santiago Bernabeu. La sala fue desbordada de público, críticos, diplomáticos, entre ellos el embajador uruguayo José María Araneo y su esposa, el responsable de Pluna, César Burgueño y diversas figuras del ambiente artístico.

Durante algo más de una hora Drexler, cuya actuación fue patrocinada por Morgan Britos S.L., Pluna y Cadena Cien, fue interpretando acompañado por Diego Galaz, violín y samplers; Huma, guitarra eléctrica y samplers; Luciano Supervielle teclados, scratch, programación y samplers; Marcelo Fuentes, bajo; Ana Laan, coros y samplers; Ursula García, cello y Pedro Barceló responsable de la batería.

Arrancó con la canción que da título al disco y siguió con los demás temas del CD como Guitarra y vos, Causa y efecto, Horas, Aquellos tiempos (donde evoca la vuelta de la democracia al Uruguay), Tamborero y Don de Fluir, entre otras, siendo el punto culminante la Milonga del moro judío, coplilla con letra de Chico Sánchez Ferlosio que fue largamente ovacionada por un público.

"Una canción es un texto asociado a la música y, además, uno de los medios más importantes para la transmisión de datos, incluso los textos que se transmiten por tradición oral se les busca una melodía para memorizarlos" dice Drexler. Y agrega: "la melodía es como un fijador que se añade para dejar claro lo que queremos transmitir y las palabras son como el eco, cuando las oímos ya no son, quien las pronuncia les da un valor y el que las escucha se lo añade o quita".

El cantante señaló que el disco está teniendo "buena acogida, y creo que además de estar generando buena crítica, se ha difundido más. Sí que es distinto a los anteriores, ya que por primera vez hay varias canciones que parten de la letra, que es algo que nunca había hecho. Antes, todos los temas surgían a partir de la música".

Descendiente de un judío alemán que consiguió escapar de la Alemania nazi cuando contaba cuatro años, Drexler no suele tocar temas políticos, pero reconoce que llevaba tiempo queriendo escribir algo sobre la situación en el Cercano Oriente y explicó como surgió la canción Milonga del moro judío. "Estábamos en un bar con Joaquín Sabina que fue quien me trajo a España y me pasó el estribillo de Chico Sánchez Ferlosio, lo apunté como pude en una servilleta mientras le escuchaba decirme que, además, lo escribiera en décimas".

Después reconoce: "Sabina fue quien cambió mi manera de relacionarme con los textos, porque en las canciones españolas es muy importante el significado. Las letras de los cantautores sudamericanos, como por ejemplo, las de Silvio Rodríguez, son más metafóricas, más alegóricas y con un significado mucho más abierto.

El cantante se mostró también satisfecho en cuanto a la acogida que le ha dispensado Madrid, "en lo profesional me siento muy contento, ya que tengo mi público, que sabe lo que va a ver cuando va a un concierto. Como ciudadano he pasado por varias etapas: cuando llegué sentí una total fascinación por la ciudad, luego, cuando tuve una hija, sentí que era un lugar demasiado frenético. Me he dado cuenta de que es cierta la frase de Lennon ‘No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes’".

Sin embargo advierte que "Madrid ahora mismo no es un lugar ni un momento cualquiera. Son días tristes y, a la vez, esperanzadores. Pasado el primer estupor, estoy contento de poder actuar. Hay que seguir adelante, ya que los terroristas buscaban detener la ciudad".

CRITICA. Con el título de "Magia contra tecnología", la crítica del matutino El País sostiene: "Nadie crea en España canciones tan musicalmente ambiciosas, tan intelectualmente estimulantes como las suyas. El uruguayo convoca a su cada vez más numerosa parroquia madrileña para presentar Eco, su reciente séptimo disco. Y toca prácticamente todo Eco. Lo cual presupone una alta complicidad con el respetable y plantea el problema de resolver en vivo los vaporosos ambientes de la grabación".

"A pesar de contar con excelentes músicos, todavía no se empasta la tímida masa sonora con su voz, siempre muy por encima. Paradójicamente, la conexión con el personal ocurre en el segmento en solitario. Empieza con Milonga del moro judío y sigue con Causa y efecto y Horas, canciones con las que no le cuesta nada hipnotizar a los espectadores y que chasqueen los dedos o le acompañen suavemente en los estribillos", agregó el diario.