En Montevideo se producen 1.200 toneladas de basura domiciliaria al día, lo que da un promedio de casi un kilo por residente de la capital. Cómo se gestiona esa cantidad de residuos es una de las mayores preocupaciones de los montevideanos y es uno de los puntos principales en los que se centró la <b class="rte2-style-bold">campaña de las elecciones departamentales</b> que termina en la medianoche de este viernes, cuando se dé inicio a la veda electoral antes de las elecciones del domingo. Todos los aspirantes a intendentes coinciden en que hay que hacer cambios en el sistema de recolección. En los programas hay varias coincidencias, como la implementación de contenedores soterrados —bajo tierra— o la instauración de diferentes sistemas según la zona —como ser sumar contenedores intradomiciliarios en sitios con poca población. No es raro que tanto opositores como oficialistas propongan cambios: el 38% de los montevideanos cree que la basura es el principal problema en que debería trabajar la comuna capitalina en los próximos cinco años, <b class="rte2-style-bold">según una encuesta de Cifra de marzo pasado. </b>Y en este tema hasta parecen disiparse las fronteras partidarias: este tema preocupa al 47% de los que votarán por un candidato de la Coalición Republicana, pero también al 43% de los que aspiran a la intendencia por el Frente Amplio. El director de desarrollo ambiental de la Intendencia de Montevideo (IMM), Guillermo Monccechi, ante la consulta de por qué no se logra resolver la problemática, se centra en hacer una defensa de la gestión: “Siempre es un tema en toda ciudad de 1,5 millones de habitantes en un momento donde hay un consumo muy alto. Nueva York cambió el sistema hacia contenedores hace poco. Nosotros estamos cambiando de contenedores a otros (mecanismos) en algunas zonas. No diría que no está resuelto el tema, sino que van apareciendo nuevos desafío y, por lo tanto, nuevas soluciones. Es un problema complejo y necesita soluciones complejas”. A inicios de la semana pasada había 11.371 contenedores en Montevideo, que en promedio pueden cargar 180 kilos, aunque depende la zona y el tipo de residuo que se les introduzca. El número es menor a la cantidad de contenedores que dice tener la intendencia, que son 11.922. Monccechi sostiene que esto se debe al sistema de recambios por roturas, aunque también reconoce “algunas dificultades para la reposición en algunos barrios”. La intendencia de Montevideo tiene un mapa en vivo que permite ver cuál es el estado de los contenedores de Montevideo en tiempo real, es decir, cuántos días pasaron desde la última recolección de cada unidad. El mapa se actualiza varias veces al día e indica en una escala de colores la cantidad de días sin recolección, donde verde es 0, 1 o 2 días desde el último levante, amarillo es tres días sin recolección, naranja cuatro días, rojo cinco días y en negro muestra contenedores con 6 o más días sin recolección. El País tomó los datos del portal de datos abiertos de la IMM entre el 22 y el 27 de abril para ver cómo se mueve la recolección en la ciudad en una semana cualquiera. Los archivos fueron tomados cada día sobre el mediodía. Se dividió aún más la escala de colores para poder distinguir bien los que fueron recolectados el mismo día, con un día o dos días de recolección. O los que tienen 6, 7, 8 o 9 días sin recolectar. Este mapa muestra el estado de recolección de los contenedores de Montevideo el 22 de abril. A modo de ejemplo, en Carrasco, el miércoles 23 de abril había contenedores con basura acumulada de hasta cinco días: color rojo. El 24 la situación mejoró —es decir que un camión pasó a recoger esa basura—: se pasó al verde. El 25 el color seguía siendo el verde. En tanto, hay algunas zonas, como Pocitos, el Centro o Ciudad Vieja en las que en general el mapa se ve verde. En zonas menos céntricas ya aparece el color rojo y el negro. En los datos figuran algunos contenedores puntuales con hasta ocho o nueve días sin recolección. Que un contenedor esté de color rojo —cinco días sin recolección— no quiere decir que esté desbordado, así como tampoco que esté verde quiere decir que no tenga basura alrededor: lo que la intendencia mide es el tiempo que demora entre que pasa una vez y vuelve al lugar. Al mediodía de este miércoles 7 de mayo, el 67,7% de los contenedores tenía hasta dos días sin recolección, el 11,8% entre dos y tres días, el 12,1% entre tres y cuatro días, 5,99% entre cuatro y cinco días, y el 2,44% más de cinco días. En los últimos seis meses, la IMM recibió 4.203 pedidos de traslados de contenedores, lo que es el reclamo más frecuente que se le suele hacer a la comuna. En ese periodo, además, se recibieron 1.367 llamados por residuos en la vía pública y 2.425 por contenedores llenos. Moncecchi reconoció que se podría haber hecho más en la gestión de Carolina Cosse —y ahora en la de Mauricio Zunino—, pero achaca la culpa a la Junta Departamental, en especial por esta no haber aprobado un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de US$ 70 millones. En esa línea, argumentó: “Cambios estructurales necesitan grandes números de inversión”. El crédito del BID —que incluía inversión en residuos y saneamiento— naufragó en 2022 cuando la gestión de Cosse no logró mayoría especial en la Junta Departamental por cuestionamientos de ediles de la coalición. Precisaba más votos colorados —obtuvo dos de Ciudadanos, en ese entonces liderado por quien era ministro de Ambiente, el fallecido Adrián Peña— o del Partido Nacional. En su momento el edil Barrios Bove, hoy uno de los candidatos a alcalde por la Coalición Republicana en el municipio CH, sostuvo al respecto que “los problemas vinculados a la limpieza se pueden resolver con préstamos más blancos, a corto plazo, y no a 25 años” como era el propuesto por el BID. Todo esto se dio, también, en medio de un debate por la administración de recursos por parte de la Intendencia de Montevideo. Según la Rendición de Cuentas correspondiente al ejercicio 2023, la última disponible, este año, el último de gestión de Cosse, se cerró con un déficit de $ 439 millones. El déficit acumulado, en tanto, supera los $ 17.000 millones. Aún no se conocen los números de 2024. Monccechi, no obstante, insistió en que, a pesar de no conseguir el préstamo, se implementaron cambios en “algunas zonas” con distintos mecanismos como la recolección interna en complejos cooperativos y la recolección domiciliaria. Así como también indicó que se incorporaron “dos ecocentros y tecnología”, y se compraron nuevoS camiones. Pero, al mismo tiempo, argumentó que hay “cambios que no son sencillos de hacer” porque “involucran un cambio en el comportamiento” de las personas. Más allá del tema económico, el jerarca le echó la culpa al “fenómeno del hurgado”. Aunque ya existía, “explotó en los últimos años”, indicó, y añadió que, además de que hubo un “aumento” en la cantidad de personas en situación de calle, hay un “comportamiento” asociado a la “problemática de las drogas”. El director aseguró que “injustamente se le atribuye ese problema a los carritos o clasificadores”, lo que “no se corresponde con la realidad”. Y añadió que se incrementó de 20 a 150 la cantidad de motocarros, y dijo que el 85% de quienes los tienen se dedican a recoger basura al costado de los contenedores. Los dos principales candidatos Mario Bergara —Frente Amplio— y Martín Lema —del Partido Nacional que se presenta por la Coalición Republicana— coinciden en la implementación de un sistema de recolección de residuos diferenciado por zonas y la implementación de más contenedores soterrados —bajo tierra. Pero hay otros puntos de no coincidencia, como la privatización que propone el exministro de Desarrollo Social para “mejorar sustancialmente los resultados” en la gestión de la basura. Bergara en campaña se comprometió a “pegar un cambio importante en los resultados”, y habló de la necesidad de generar una “alianza” con los montevideanos en que se entienda que la “mejor política de residuos empieza en casa” —al mismo tiempo que aclaró que “no le quita ni un ápice de responsabilidad” a la intendencia. También apuntó que “hay una responsabilidad” del gobierno departamental cuando los contenedores están llenos y con basura alrededor, por lo que revisarán las “frecuencias del pasaje de camiones” y la cantidad de contenedores en la ciudad. Además, se refirió a las consecuencias del “hurgado”, problema que no se resuelve —aseguró el frenteamplista— “con un cambio en la ingeniería de la recolección, sino con un cambio de índole social” al atacar la “problemática de la gente en situación de calle” o la gente que “precisa revolver el contenedor”. Bergara, en su programa, dice que la “disposición de contenedores en vía pública se reducirá paulatinamente”, y que se “fortalecerá la extensión y calidad del servicio de barrido en Montevideo”, las que “serán complementadas con acciones de hidrolavado y desmalezamiento en vía pública, parques y espacios públicos”. Así como también aseguró que se “fortalecerán equipos de trabajo y se sumará equipamiento” para la fiscalización. En tanto, el candidato blanco de la Coalición Republicana, Martín Lema, propone la “reinstalación de papeleras”, la “incorporación de sistemas de desinfección de contenedores”, y la “modernización” de Felipe Cardoso. En campaña, aseguró que va a “limpiar Montevideo” y que “no tienen credibilidad los (candidatos) que representan el continuismo”. En ese sentido, indicó: “Lo que no hicieron en 25 años dicen que lo van a hacer en seis meses. Las promesas están quebradas. Los incumplimientos son notorios. No tienen credibilidad”. También denunció que hay “montevideanos que están en una zona de exclusión viviendo entre basurales”. Uno de los tantos cruces en la campaña se debió a la autoría de las propuestas de limpieza. Después de que Bergara presentara su programa, el integrante del grupo de asesores de Lema, José Luis Satdjian, acusó que los frenteamplistas “copiaron y pegaron” propuestas. En respuesta, el economista apuntó que ya hay instalados contenedores soterrados en la capital.