Dudas por déficit, cuestionamientos por omisiones y elogios: reacción de economistas a presentación de Arbeleche

Algunos analistas ven el cumplimiento de la regla fiscal como un logro, otros señalan que “se corrió el arco para hacer el gol”. El ajuste de las proyecciones al alza del déficit para 2024 es visto como algo lógico.

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Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)
El MEF presentó sus números con más luces que sombras y el gobierno que viene deberá tomar la posta, advierten analistas.
Foto: Estefanía Leal

La presentación Situación fiscal y perspectivas macroeconómicas 2024” que realizó la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, en la Torre Ejecutiva el pasado miércoles, ha generado distintas reacciones entre economistas. El País conversó con varios de ellos, quienes pusieron foco quizás como uno de los puntos más novedosos- en la proyección del déficit fiscal estructural para 2024 que ya se había ajustado al alza en la Rendición de Cuentas (RC) el 30 de junio pasado y ahora el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) vuelve a elevarlo de 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB) a 3%.

La ministra señaló al respecto que la inflación a la baja en 2023 implicó un mayor salario real, pero que tiene un efecto negativo en las cuentas fiscales. La diferencia del estimado inicialmente y ahora corresponde a los ingresos que deja de percibir el Estado por la baja de la inflación. “Se debe a la menor recaudación de impuestos por la baja de inflación”, explicó Arbeleche.

Nicolás Cichevski, gerente de Análisis Económico de CPA Ferrere, dijo a El País que el déficit fiscal estructural cerró en 2,7% del PIB en 2023, lo que estuvo en línea con lo planteado por el MEF en la RC, y que el ajuste en la proyección “fue un factor nuevo que agregó la ministra y, en mi opinión, es más ajustada a la realidad y más factible de cumplir”.

Cichevski percibe el dato ajustado como más “realista”, considerando que en el segundo semestre del año pasado, a medida que se iban divulgando los datos fiscales, se veía que sería difícil de alcanzar la meta inicial en 2024. “El proceso de desinflación que tuvo Uruguay en 2023 y probablemente tendrá en 2024, tiene efecto en los gastos nominales. Se da un descalce en los tiempos de ajuste entre los gastos, los egresos y la inflación, que terminan impactando el resultado final”, agregó.

“Ese ajuste de la proyección del déficit al alza es razonable, pero también es necesario que la institucionalidad defina cuál es la meta a la que debería llegar el déficit fiscal. Hay ciertos consensos, pero no más. Ese es un debe (en el país)”, apuntó.

Sofía Harguindeguy, gerente de Consultoría Económica de Grant Thornton, dijo a El País: “El motivo de ese ajuste, según señaló la ministra en su presentación, es la rebaja en la inflación esperada para el 2024, que será del 4,9% (versus al 5,8% proyectado en la RC). Una menor inflación a la esperada, afecta a la proyección de recaudación, que ahora también será menor a la prevista”.

“Como el motivo de la corrección es por una rebaja de la inflación, debe verse como algo positivo”, agregó.

Por su parte, Pablo Ferreri, exsubsecretario del MEF en el pasado gobierno del Frente Amplio fue más crítico. “El crecimiento de la deuda neta en 9 puntos del PIB es preocupante. Además, (la ministra Arbeleche) omitió incorporar el conjunto de gastos que se están realizando por fuera del perímetro fiscal, mecanismo que se utilizó de manera intensiva”, señaló a El País.

Por su parte, Martín Vallcorba, exintegrante del MEF y asesor económico del precandidato frenteamplista Mario Bergara, afirmó a El País que en la presentación “se dieron las cifras, pero no hubo un reconocimiento explícito del problema fiscal”.

“Están diciendo (el MEF) que hay un impecable cumplimiento fiscal, pero al mismo tiempo las cifras muestran un deterioro fiscal importante, que no reconocen”, comentó.

Vallcorba toma el punto de que ya hubo un aumento de la proyección del déficit fiscal estructural en la RC del 30 de junio de 2023, de 2,3% a 2,7% del PIB para 2024 y que ahora se sube al 3%. “O sea, en siete meses, se ajustó en 0,7% del PIB, esto es más de US$ 500 millones”, apuntó.

“Lo extraño es que nunca se manejó ese dato como un problema. Al contrario, se dijo que todo estaba bárbaro. Lo mismo sucede con el tema de la deuda”, fustigó Vallcorba.

Se refiere a que la deuda neta cerró en 53,5% del PIB en 2023, cuando en la RC (también del pasado 30 de junio) estaba prevista en 52,2%.

“Es una diferencia de 1,3% del PIB en la deuda, unos US$ 1.000 millones. Pero no se dijo que era un problema, eso faltó”, señaló.

Consultada por El País sobre si consideraba que a la presentación del MEF le faltaban datos relevantes, Deborah Eilender, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), afirmó que la presentación incluyó mucha información y “fue excelente”, dado que no solo se había reflejado el comportamiento de la economía de 2023, sino de los últimos cuatro años, explicando la situación de pandemia y el rebote. Y sobre el ajuste al alza del déficit fiscal para 2024 en la proyección, Eilender afirmó que “hay que incorporarlos”. “Por eso en las RC hay margen para hacer ajustes”, señaló.

Destacó que, a su entender, el ajuste, que se realizó por considerar el efecto de la inflación (que hoy está en 5,09%), es positivo porque “en los últimos 15 o 20 años estamos acostumbrados a ver a la inflación en el entorno del 8% y ya no es así. Está dentro del rango meta y, además, se espera que continúe ahí en los próximos 24 meses”. Agregó que es destacable que, a pesar del impacto en la recaudación de la diferencia de precios con Argentina, las cuentas fiscales están en orden.

Cabe agregar sobre el déficit fiscal, que el resultado estructural fue 4,5% del Producto en 2019 (prepandemia) y pasó a 2,7% en 2023, según informó el MEF.

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De la presentación del MEF, Eilender valoró especialmente el dinamismo del mercado laboral de los últimos años (76.100 personas ocupadas más entre 2019 y 2023), al tiempo que se elevó el salario real. “No es común que se logre las dos cosas a la vez”, dijo. Asimismo destacó que, aun con una reducción impositiva, se mantuvo el cumplimiento de la regla fiscal por cuatro año consecutivo.

Vallcorba opinó que la regla fiscal se cumplió porque las metas se han ido cambiando y adaptando el déficit. “Es fácil hacer un gol moviendo el arco”, dijo. “No tiene sentido poner un tope al gasto, si se gasta por fuera de los registros. Es hacerse trampa al solitario”, agregó. Dejó en claro que no cuestiona el mecanismo que establece que se registra cuando se empieza a pagar (no antes), pero sí su uso, y que eso perjudica al gobierno que viene.

Cichevski, por su parte, reconoció y destacó el cumplimento de la regla fiscal y piensa que hay que llevar el déficit fiscal hacia el 2% del PIB, lo que estabilizaría la deuda neta.

Harguindeguy también destacó el cumplimento de las metas fiscales por parte del gobierno y cómo los resultados mejoraron la calificación del país. “La reforma de la seguridad social se refleja en la mejora crediticia y en el manejo de las finanzas públicas, pero se corren riesgos con el plebiscito”, lanzó.

Ferreri consideró que la presentación del MEF “omitió aspectos de la política económica, evidenciando la falta de una mirada integral de la economía uruguaya”. Le llamó la atención que no se hablara de un “plan de largo plazo para atraer inversiones, cuando desde hace una década tenemos tasas realmente bajas, siendo este quizá el principal problema de nuestra economía”. A su juicio, se tendría que haber incluido la situación de la competitividad, el “grave problema” del atraso cambiario, y cuestionó que el MEF tampoco incorporó al análisis el estancamiento de indicadores sociales claves como la desigualdad, la pobreza infantil o el “fuerte aumento de población en situación de calle”.

Azucena Arbeleche
Azucena Arbeleche
Foto: Darwin Borrelli.
Vallcorba

Somos caros, adónde va el dinero y la pobreza

Vallcorba planteó la necesidad de que queden más claros los gastos extraordinarios que realiza el gobierno, adónde van y cómo se computan. Señaló que la inflación tuvo una evolución positiva, pero que no se habló del tipo de cambio. El tema de que “Uruguay es caro” no se abordó, notaron varios analistas. En tal sentido, la ministra Arbeleche mencionó la iniciativa del Banco Central (BCU) de profundizar en ese tema. Otros analistas esperaban que se hablara más de la pobreza y la niñez.

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