GANÓ EN PRIMERA VUELTA

Los finlandeses reeligieron ayer domingo en primera vuelta al carismático presidente Sauli Niinistö.

"Estoy sorprendido y emocionado por este respaldo", dijo el jefe de Estado de 69 años al conocer que, escrutados el 85% de sufragios, lideraba el recuento con 60%. "Reconozco que Niinistö ganó esta elección y lo felicito", declaró rápidamente su principal rival, el candidato verde Pekka Haavisto, quien logró apenas el 12%.

Desde su elección en 2012, Niinistö se había destacado por su habilidad para acercar a Finlandia a la OTAN, sin contrariar a su vecina Rusia, en medio de las tensiones entre Moscú y la Unión Europea después de que Rusia anexara Crimea en 2014.

Los finlandeses, que comparten con Rusia la frontera más extensa entre Moscú y la Unión Europea, un borde que se extiende por 1.340 km, "quieren estabilidad, no desean cambios por el momento", explicó Juhana Aunesluoma, director de investigación en la Red de Estudios Europeos de la universidad de Helsinki.

El principal objetivo de Niinistö fue colocar a Finlandia bajo el alero de la protección nuclear estadounidense, sin chocar con Vladimir Putin.

Rusia multiplicó sus advertencias para disuadir al país de renunciar a su política de no alineación militar.

Niinistö logró sin embargo cultivar un vínculo fluido con Putin, con quien ha compartido partidos de hockey y veladas en la ópera.

Nacido en 1948 en una familia obrera originaria del suroeste del país, Niinistö ingresó en las altas esferas de poder desde mediados de la década de 1990.