PARLAMENTO

El presidente planteó que se acelere el tratamiento del proyecto enviado en 2017.

"Ley Tabaré", así le dicen en el Frente Amplio a la norma que busca regular el consumo de alcohol. La denominación, usada informalmente por legisladores oficialistas, obedece a la preocupación que tiene el presidente Tabaré Vázquez de que se apruebe lo antes posible el proyecto.

El texto, presentado en septiembre de 2017 y como producto del trabajo de una comisión interdisciplinaria, prevé crear en la órbita del Ministerio de Salud Pública (MSP) un registro obligatorio de vendedores de bebidas alcohólicas, que abarca a toda persona física o jurídica que distribuya y comercialice.

Además, prohibe vender a menores de 18 años, y para toda la población desde la medianoche a las seis de la mañana. También plantea que solo podrán comercializar las bebidas alcohólicas quienes estén inscriptos en el registro. Se establece la prohibición de concursos, torneos y espectáculos públicos que promuevan la ingesta de bebidas alcohólicas, con excepción de la modalidad de cata o degustación.

Pero pasó un año y medio y el proyecto sigue sin ser aprobado en el Parlamento. La presentación fue realizada en conferencia de prensa en Torre Ejecutiva por el propio Vázquez, junto a los delegados de la oposición y el oficialismo que participaron en la comisión, entre ellos: la senadora Verónica Alonso (Partido Nacional), la diputada Susana Montaner (Partido Colorado) y el diputado Enrique Gallo (Frente Amplio). El trabajo de elaboración de la ley se había iniciado en 2015. A pesar de los consensos alcanzados en ese ámbito, al día de hoy el proyecto sigue a estudio de la Comisión de Salud del Senado. Fuentes de la bancada dijeron a El País que el presidente Vázquez hizo llegar un mensaje a los legisladores para que aceleraran la aprobación de la iniciativa. Ante el pedido del presidente, se decidió incluir el tema dentro de las prioridades legislativas para este año, aunque no hay fecha clara para la sanción.

En noviembre de 2018, el Frente Amplio planteó modificaciones al proyecto de ley para que se considera bebida alcohólica aquella cuyo contenido o graduación natural o adquirida sea igual o superior al 0,5 % de su volumen. Se exceptúan las preparaciones farmacéuticas, jarabes y similares para uso medicinal habilitados por la autoridad sanitaria

Como bebida analcohólica se definió a aquella cuyo contenido o graduación sea inferior a 0,1 % de su volumen.

Para definir el consumo problemático de bebidas alcohólicas se toma en cuenta la cantidad, como la frecuencia o la propia situación física, psíquica o social de la persona, que produce consecuencias negativas para ella misma y su entorno.

No hay acuerdo dentro del oficialismo, que actualmente considera que el tema está “trancado” y por eso definió anoche en el Secretariado la conformación de una comisión bicameral para hacer un repaso de la iniciativa, realizar los ajustes y contemplar los consensos en la materia.

El objetivo es uno solo: cumplir con la recomendación del presidente de aprobar una norma que desde hace más de un año se encuentra a estudio del Senado. Luego, debe ir a la Cámara de Representantes para ser analizada y sancionada.

Desde el Poder Ejecutivo se espera contar con el respaldo oficialista y de la oposición, ya que representantes de los diferentes partidos participaron de la redacción de la norma impulsada por Vázquez.

Todos los envases de bebidas alcohólicas y bebidas de bajo contenido de alcohol, sean producción nacional o importados, deberán llevar impresos en su etiqueta principal la constancia de la naturaleza o tipo de producto, su graduación, la identificación del fabricante o importador y los mensajes preventivos establecidos en la ley y en la reglamentación.