El gobierno tiene “en agenda” una modificación normativa para facilitar la llegada de universidades extranjeras

Se trata de flexibilizar las condiciones y facilitar que estas instituciones obtengan la personería jurídica para poder funcionar en Uruguay.

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Facultad de Economia
Universidad: Habría interés de la de Bologna y de la Complutense de Madrid en venir a Uruguay.
Foto: Juan Manuel Ramos

El Poder Ejecutivo tiene “en agenda” la modificación de un decreto del año 2014 que reglamentó el sistema de enseñanza terciaria privada, lo que permitiría flexibilizar las condiciones y facilitar la obtención de personería jurídica y, así, también la instalación de universidades extranjeras en Uruguay.

Así quedó de manifiesto en una reunión entre el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, y el diputado nacionalista Diego Echeverría, autor de un proyecto de ley que el gobierno pretende utilizar como “insumo” para la nueva normativa. “Es un tema que está en la agenda, hay que estudiarlo bien”, le dijo Da Silveira a El País.

Echeverría, por su parte, señaló que se busca “flexibilizar” el sistema con cambios que, en el corto plazo, permitan el “aterrizaje” de forma “ágil y segura” de entidades universitarias de otros países.

En diálogo con El País, Echeverría recordó que, técnicamente, este tipo de universidades podrían estar presentes en el país. A tal punto que el decreto actualmente vigente “no distingue entre instituciones nacionales e internaciones”. En otros términos, afirma, no se prevé una regulación especial para las instituciones educativas terciarias del exterior que pretendan cumplir con su actividad de enseñanza en Uruguay.

El diputado apuntó, sin embargo, que los escollos existentes terminan por “desmotivar” el proceso de instalación. Así, destacó que cambiar esta realidad “está cada vez más cerca” tras el encuentro que mantuvo con Da Silveira.

“Tenemos todo para ser un polo de desarrollo educativo universitario internacional”, aseguró. El diputado consideró que, en un mundo cada vez más globalizado, Uruguay tiene una “oportunidad enorme” de captación de inversiones vinculadas al mundo académico mundial. “Tenemos todo para ser una referencia en la educación universitaria abierta al mundo”, insistió.

Consultado, Echeverría dijo que hay interés de varias casas de estudios. Entre ellas mencionó el caso de instituciones con “vínculos” con la Universidad de Bologna y con la Complutense de Madrid.

La modificación normativa que sacará adelante el Ejecutivo acelerará lo previsto en un proyecto de ley que Echeverría había hecho ingresar al Parlamento a fines de 2021, pero que nunca fue discutido. Allí se preveía la autorización para el funcionamiento a entidades extranjeras de enseñanza terciaria, reconociéndoles le personería jurídica según el Derecho Internacional Privado. En particular, de acuerdo a los tratados que Uruguay haya firmado con los países sede de estas instituciones. Podrían obtener el reconocimiento académico sin que sea preceptivo que actuaran como asociaciones civiles o fundaciones sin fines de lucro, ni que ajustes sus estatutos a las exigencias del derecho interno, siempre y cuando no vulneren el orden público internacional. La propuesta de Echeverría incluye el reconocimiento para estas entidades de las áreas disciplinarias que impartan en el extranjero, siempre que mantengan una unidad académica que se desarrolle a nivel nacional.

Echeverría recordó que el artículo 68 de la Constitución garantiza la libertad de enseñanza y establece que cualquier ley que reglamente la intervención del Estado en esa área lo hará al solo objetivo de “mantener la higiene, la moralidad, la seguridad y el orden público”. Por lo tanto, subrayó el legislador, el Estado no está obligado solo a “no atentar contra la libertad de enseñanza, sino que además la debe garantizar, protegiéndola y asegurando su prestación con la mayor amplitud”.

“La promoción de la instalación de instituciones de enseñanza terciaria en Uruguay, con el control de los estándares de calidad, contribuirá a proyectos los derechos sociales, económicos y culturales del país”, aseguró Echeverría, “sin subrogar o desplazar por ello a las instituciones públicas o privadas existentes”. Será, dijo, “en beneficio del interés general y de las personas”.

La ley de Urgente Consideración (LUC), vigente desde julio de 2020 -y ratificada tras un referéndum que buscó derogarla-, en su artículo 129, modificó lo hasta entonces previsto en la Ley General de Educación en referencia a los tratados y la cooperación internacional relativas a la enseñanza.

Allí se indicó que el Estado, al definir la política educativa nacional, promoverá que la educación sea concebida como un “bien público” y que dicha cooperación deberá ser “coadyuvante” a los fines establecidos. Así, dicha normativa expresa que no se suscribirá ningún tipo de acuerdo o tratado bilateral o multilateral con estados u organismos internacionales que “reduzcan la educación a la condición de servicio lucrativo”.

ECHEVERRÍA

Maldonado, un lugar ideal

Más allá de que resulte una posibilidad cierta para todo el país, Echeverría aseguró que Maldonado, el departamento al que representa, tiene todas las características -geográficas, sociales y académicas- para captar la llegada de estas instituciones extranjeras. “Está comprobado en el mundo que estas inversiones generan trabajo directo e indirecto”, afirmó, no solo en el área docente sino en los servicios, los sectores inmobiliario, hotelero y gastronómico, además del transporte.

Diego Echeverría
Diego Echeverría, diputado del Partido Nacional
Foto: Leonardo Mainé
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Tope a plantilla de docentes extranjeros

El proyecto de Echeverría prevé que, una vez que la institución sea autorizada, se reconozcan las asignaturas cursadas y aprobadas por sus alumnos en la misma entidad en el extranjero, siempre que no excedan el 25% del total de los créditos o las asignaturas de la carrera.

También que, dentro de los cinco primeros años de funcionamiento, al menos la mitad de su personal académico tenga que estar integrado por ciudadanos naturales o legales, o residentes en Uruguay por lo menos por los tres años anteriores.

En el caso de los posgrados en áreas con escasa existencia de expertos a nivel local, la exigencia será reducida al 20% del total de la plantilla docente. El texto deja librado a la reglamentación lo que suceda en los siguientes años. Por otra parte, la iniciativa abre la posibilidad de que se reconozca la aprobación de asignaturas cursadas, en parte, de forma telemática en estas instituciones, junto a la creación de “entornos virtuales.

Finalmente, el Poder Ejecutivo podrá reglamentar la integración y participación de, al menos, un representante de estas instituciones extranjeras en el Consejo Consultivo que reúne a las entidades de Enseñanza Terciaria Privada.

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