Apretar mucho los dientes: lo que tenés que saber sobre la relación entre el bruxismo y el estrés

El bruxismo es una condición dental que ha captado la atención de los especialistas debido a su prevalencia y las posibles consecuencias negativas en la salud oral.

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dolor muelas

El Comercio/GDA
Los dientes, al igual que las personas, envejecen. Es normal que con el paso del tiempo, el esmalte se vaya desgastando poco a poco; sin embargo, resulta preocupante cuando se produce de forma prematura, pues esto trae consigo una serie de consecuencias estéticas, como alteraciones en la forma de los dientes, así como funcionales que se suelen expresar, ya sea como una sensibilidad dental o problemas oclusales.

Sin duda, este daño de la estructura dentaria puede ser causado por diversos motivos; no obstante, entre los más comunes se destaca el bruxismo, actividad involuntaria o inconsciente que se caracteriza por apretar o rechinar los dientes, principalmente durante las horas de sueño, y en algunos casos, también durante el día, señaló Diego Alonso Durand Saravia, cirujano dentista.

“También denominado como neuralgia traumática, el bruxismo es un movimiento mandibular anormal y entre sus características clínicas está el desgaste y la movilidad dental. Además, este síndrome presenta signos y síntomas, tales como, dolor dental, muscular y de la articulación temporomandibular (ATM)”, expresó Rodney Valverde Montalva, especialista en rehabilitación oral.

¿Cuáles son las causas subyacentes del bruxismo?

El bruxismo es un síndrome idiopático, pues sus causas aún no están completamente claras; sin embargo, se cree que hay múltiples factores que pueden contribuir a su desarrollo. Como precisó Durand, el estrés, la ansiedad, la depresión u otros problemas emocionales pueden ser considerados como factores desencadenantes importantes, puesto que muchas personas tienden a apretar los dientes cuando se sienten tensas o estresadas. De igual manera, otras causas relacionadas pueden ser la postura, la maloclusión dental o desalineación de los dientes y los trastornos del sueño, como el síndrome de apnea del sueño.

“El bruxismo puede presentarse en niños, adolescentes y adultos, pero la edad más prevalente es entre los 20 y 60 años, siendo las personas que padecen algún problema emocional, las más propensas a desarrollarlo. Asimismo, puede provocar dolor de cabeza, oído y cuello, sensibilidad al ingerir alimentos fríos, calientes o dulces, así como un desbalance en la mordida, debido al desgaste producido, afectando así la calidad de vida y el bienestar general del individuo”.

¿Cuáles son los efectos a largo plazo del bruxismo en la salud bucodental?

De acuerdo con Valverde, existen factores predisponentes o desencadenantes para que los efectos del bruxismo sean más severos, por ejemplo, dientes faltantes, mala posición de los dientes, intensidad, frecuencia, etc. No obstante, es importante tomar en cuenta que, el bruxismo afecta a los componentes del sistema estomatognático, en primer lugar, a los dientes, pues ocasiona una abfracción, que es la pérdida progresiva del esmalte dental, al igual que, una atrición dentaria, la cual hace referencia al desgaste fisiológico de los tejidos duros de la corona que ocurre como consecuencia del proceso masticatorio.

“Además, afecta al sistema periodontal, es decir, al tejido, ya que se produce una fremitus dental, movilidad dentaria, trauma oclusal, entre otros. A nivel muscular, puede generar miositis, mientras que, también puede impactar en la articulación temporomandibular, causando así disfunciones craneomandibulares, las cuales alteran la función y el movimiento de la mandíbula, que a su vez ocasiona dolor, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos articulares, bloqueos mandibulares y cefalea”.

¿Cómo se puede diferenciar el bruxismo del rechinado ocasional de dientes durante el sueño?

Existen algunas diferencias claves, pues el bruxismo es un hábito involuntario y repetido que puede generar un desgaste dental excesivo, dolor mandibular y facial, además, las personas que sufren de este síndrome, pueden emitir un sonido más intenso y áspero al rechinar sus dientes de manera constante y prolongada. Mientras que, rechinar de forma ocasional es un evento esporádico y poco frecuente, ya que puede estar asociado únicamente con momentos de sueño más agitados, asimismo, no genera un gran impacto en la salud bucodental, por lo que los daños son menos pronunciados o ausentes.

“Durante el bruxismo se produce un contacto excesivo entre las superficies masticatorias de los dientes superiores e inferiores, lo cual se puede dar cuando se está despierto (diurno) o durante el sueño (nocturno). En ambas instancias se produce un desgaste a nivel dental. Por esta razón, el paciente desempaña un rol crucial para poder determinar si esta actividad se genera durante el día o en la noche, por supuesto, con ayuda de una persona en casa”, refirió el cirujano dentista.

¿Qué tipos de tratamientos están disponibles para el bruxismo?

En primera instancia, es esencial que el odontólogo realice un correcto diagnóstico para poder establecer un plan de tratamiento según la severidad del caso. Como explicó Durand Saravia, el más utilizado son las férulas oclusales, las cuales son dispositivos de plástico o acrílico que se colocan sobre los dientes para evitar el contacto directo entre las superficies dentales y reducir el desgaste, pues soportan y controlan las cargas masticatorias producidas durante el bruxismo. También pueden ayudar a aliviar la tensión en los músculos de la mandíbula y disminuye el rechinar de las piezas dentales.

“Adicionalmente, existen otros enfoques para abordar este tipo de problema, por ejemplo, el profesional en salud bucodental puede prescribir medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación asociados con el bruxismo. Igualmente, las personas puedes realizar una terapia de relajación, la cual implica aprender técnicas y ejercicios que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, ya sea a través de la meditación o el yoga. De igual forma, una terapia psicológica puede ser muy beneficiosa para los pacientes con bruxismo”.

Por su parte, Valverde Montalva recalcó que, uno de los principales desafíos al momento de tratar el bruxismo, es que los pacientes no están conformes con la apariencia de su sonrisa, motivo por el cual, si el desgaste es muy severo, es importante que el odontólogo tenga como objetivo, devolver la forma, tamaño y dimensión vertical oclusal en la persona, pensando siempre en la función y la estética.

¿Cómo se puede prevenir el bruxismo?

Si bien es cierto, el bruxismo puede ser difícil de prevenir en todos los casos, hay ciertas medidas que se pueden tomar en cuenta para minimizar el riesgo de desarrollar o empeorar este hábito. Desde luego, aprender a gestionar el estrés y la ansiedad son puntos claves, así como el uso de férulas dentales; sin embargo, es fundamental someterse a una evaluación dental regular, puesto que facilita la detección del bruxismo en sus primeras etapas, lo que permite que este y otros problemas bucodentales sean abordados a tiempo, indicó el especialista en rehabilitación oral.

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