NATACIÓN
El campeón olímpico brilló y compartió con el público presente sus vivencias.
En diciembre se comenzó a gestar la llegada de César Cielo a Uruguay y en poco tiempo se confirmó. Este fin de semana se hizo realidad y 32ª Copa Biguá de Natación tuvo la presencia estelar de un campeón olímpico que se enamoró de Montevideo y prometió regresar.
Y todo eso lo generó Biguá, un club que como su slogan lo dice, siempre busca “darlo todo”. La de este fin de semana no fue la excepción y Cielo fue la gran vedete de tres jornadas muy disfrutables. El viernes dio una conferencia para socios del club, el sábado encabezó el IV Fórum Biguá en el que dictó una clínica y ayer se tiró a la piscina para competir en los 50 y 100 metros libres, sus pruebas de cabecera, esas que lo llevaron a ser referencia mundial al conquistar un oro y un bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y un bronce en Londres 2012 además de 11 títulos mundiales.
“Me encantó la tranquilidad de esta ciudad, es muy limpia y sus playas son hermosas”, le dijo a Ovación el brasileño que se tiró al agua por la mañana en los 100 y por la tarde en los 50 metros libres.
César Cielo no dudó en aceptar la invitación de Biguá y contó que “me sedujo el poder empezar a devolverle al deporte todo lo que me ha dado a lo largo de toda mi carrera y poder hacerlo en países de Sudamérica me pone muy contento de verdad”.
Un deportista que tocó el cielo con las manos en juegos Olímpicos y Mundiales, remarcó que para llegar a eso tuvo que tomar diferentes caminos a la hora de elegir el deporte de alto rendimiento: “En Brasil los deportistas de elite no tienen muchas posibilidades de desarrollo y por eso opté por irme a Estados Unidos. Hoy puedo decirle a todos, sobre todo a los niños, que es la mejor decisión que tomé porque allá también se puede continuar una carrera paralela y mi mensaje siempre es que no deben dejar de estudiar porque en la vida debemos tener un plan “B” si el ser deportistas no funciona bien”.
“Con los años aprendí que cada derrota no era una batalla perdida sino un aprendizaje y una vivencia para crecer. Yo soy campeón olímpico y mundial en natación, un deporte individual, pero a la hora de prepararme, tengo un equipo y sin ellos no hubiese conseguido nada. Eso es lo que tenemos que fomentar también: el trabajo en equipo”.
César Cielo fue la enorme atracción de la Copa Biguá, se fue encantado con Montevideo y prometió volver pronto para contribuir al desarrollo de este deporte: “Veo un buen futuro y se pueden hacer cosas muy lindas en un club maravilloso como este”.