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@| Días atrás en la Comisión de Hacienda del Senado, los senadores del Frente Amplio aprobaron un Proyecto de Ley que consagra un nuevo impuesto a jubilados militares. Blancos y colorados votaron en contra.
El proyecto es claramente inconstitucional como lo reconocen connotados constitucionalistas. Es más, se podría catalogar como burdamente inconstitucional. Varios legisladores frenteamplistas, así también, lo reconocen en privado.

Con esta acción el Frente Amplio está desconociendo la Constitución y los derechos adquiridos de un colectivo que actualmente está pagando el IASS y está atropellando, nuevamente, a los pasivos.

La única razón que exhiben es que el sistema de previsión militar está aparentemente desfinanciado. Con esta misma razón atropellaron a los jubilados bancarios y profesionales. Con esta misma razón están estudiando a las Cajas Notarial y Policial.

Pero ocurre que el sistema más desfinanciado es el propio BPS y cuyo agujero negro crece día a día.

Es fácil suponer y además ya lo anunció el Presidente Tabaré Vázquez: hay que meter mano a los jubilados del BPS.

La única receta que conoce Astori para “corregir” el déficit es fijar el monto de lo que él llama jubilaciones de privilegio (¿$ 20.000 …. $30.000.?) y meterles otro impuesto por arriba del IASS.

Entonces, alerta a los jubilados y pensionistas del BPS, el Frente Amplio se prepara para aplicarles el recorte que está aplicando a otros jubilados.
No en vano la sociedad está generando los naturales mecanismos de defensa: recolección de firmas para someter a referéndum una norma que blinde a las pasividades.

No en vano importantes agrupaciones políticas ya han anunciado que de ganar las elecciones de 2019 derogarán el IASS.