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Polémica: OMS cuestiona eficacia de fármacos contra el COVID-19

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Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS. Foto: Reuters

LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA

En especial, la Organización Mundial de la Salud cuestionó el muy usado remdesivir, que no tendría incidencia en la tasa de supervivencia.

En medio de la segunda ola de la pandemia que vuelve a golpear fuerte en Europa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desató una nueva polémica, al cuestiona la eficacia de los fármacos que se vienen usando en pacientes con COVID-19, en especial el remdesivir.

La OMS llevó a cabo durante seis meses el mayor ensayo clínico hasta hora con varios medicamentos para establecer si pueden servir para tratar casos graves de COVID-19. Esta semana se conocieron las conclusiones: ninguno de los productos investigados ha mostrado la eficacia que se busca, sostuvo la OMS.

Todos los fármacos utilizados en los ensayos son medicamentos aprobados y que se aplican para combatir otras enfermedades.

El ensayo de la OMS involucran a la hidroxicloroquina (principio activo antipalúdico), el antiviral remdesivir, los antirretrovirales lopinavir/ritonavir y el interferon (grupo de proteínas). De acuerdo a la OMS, todos esos medicamentos “parecen tener poco o ningún efecto” en la mortalidad y en el desenlace entre los pacientes con coronavirus hospitalizados.

El estudio se realizó en treinta países y se concentró en analizar los efectos de estos tratamientos en la mortalidad, en la necesidad de recibir asistencia con respiradores y en la duración de la hospitalización.

La OMS indicó que queda por determinar si esos mismos medicamentos tienen utilidad en el tratamiento de infectados que no requieren hospitalización o como prevención, aspectos que tendrán que examinarse en futuros ensayos.

Medio millar de hospitales participan en las investigaciones de la OMS, que continuarán con productos diferentes, que pueden ser otros antivirales, inmunomoduladores y anticuerpos monoclonales.

El único medicamento que de acuerdo a la OMS mostró resultados interesantes es la dexametasona, que fue administrada recientemente al presidente Donald Trump, tras infectarse con el coronavirus. Sin embargo, este medicamento (de la familia de los esteroides) está recomendado para pacientes graves y que requieren asistencia respiratoria.

Estados Unidos autorizó el 1 de mayo el uso del remdesivir en pacientes con COVID-19 y el fármaco formó parte del cóctel que le suministraron a Trump. La Unión Europea y otros países lo autorizaron después. Este fármaco fue originalmente destinado como tratamiento para el virus del Ébola.

La biotecnológica Gilead, que produce el remdesivir, reaccionó de inmediato a las conclusiones de la OMS en lo que respeta a su fármaco.

En un comunicado difundido poco después de conocerse la posición de la OMS, Gilead sostuvo que esos datos no concuerdan con los resultados de otro ensayo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y que fueron publicados hace poco.

Gilead dijo que otros ensayos de remdesivir, también mostraron que el tratamiento reduce el tiempo de recuperación del COVID-19.

Según la biotecnológica, los pacientes hospitalizados que recibieron remdesivir se recuperaron en promedio cinco días antes que los que tomaron placebo, y con aquellos que estaban en condición más grave la recuperación fue siete días más rápido.

Agregó que “se redujo la posibilidad de que los pacientes evolucionaran a etapas más graves” y que su fármaco “reduce la capacidad del virus de replicarse en el cuerpo”.

Vacuna contra el coronavirus. Foto: Reuters
Vacuna contra el coronavirus. Foto: Reuters

Sobre la mortalidad, Gilead asegura que el remdesivir la reduce y que por todas estas razones es que “ya cuenta con autorización para su uso temporal en el tratamiento de pacientes con Covid en más de 50 países”.

Pero, en un aspecto crucial según los expertos, los datos del ensayo Solidaridad de la OMS añaden detalles de seguimiento de los pacientes tras la terapia y comparan la evidencia para determinar si las circunstancias en que fue administrado el remdesivir pudieron haber ayudado a los enfermos.

“Es un ensayo de amplio alcance, se realizó en poblaciones relevantes (de incidencia viral), es aleatorio y se enfoca en el resultado que importa: la mortalidad”, dijo Martin Landray, profesor de medicina y epidemiología de la Universidad de Oxford.

“Y los resultados son muy claros: no hay impacto del remdesivir en la tasa de supervivencia general”, declaró a Reuters. “Si analizas cuántas vidas se habrían salvado si hubieras tratado a 100 personas con remdesivir, la respuesta es que no son muchas”, añadió.

Los ensayos siguen.

La OMS dijo ayer viernes que evaluaría anticuerpos monoclonales y otros medicamentos antivirales en su prueba de posibles tratamientos para el COVID-19.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que su “Ensayo Solidario” continuará tras su lanzamiento en marzo en 500 hospitales de 30 países para evaluar la eficacia del remdesivir y varios otros medicamentos en pacientes con COVID-19.

El proyecto “todavía está reclutando a unos 2.000 pacientes al mes y evaluará otros tratamientos, incluidos los anticuerpos monoclonales y nuevos antivirales”, explicó Tedros.

Coronavirus. Foto: AFP
Coronavirus. Foto: AFP

Estos anticuerpos llamados monoclonales se fabrican en laboratorio y se inyectan por vía intravenosa con el fin de apoyar al sistema inmunitario.

Trump recibió un tratamiento experimental de este tipo. Fabricados por la empresa biotecnológica estadounidense Regeneron y con unos resultados preliminares alentadores, estos anticuerpos serán probados ahora a gran escala.

Otro grupo estadounidense, Eli Lilly, desarrolla un tratamiento similar, pero el martes anunció la suspensión del ensayo por motivos de seguridad.

También se está probando con transfusiones de plasma sanguíneo extraído a pacientes curados con el fin de que los enfermos reciban anticuerpos.

Alza de casos

Los casos globales de COVID-19 se elevaron ayer viernes a 38,7 millones, con 383.000 nuevos contagios, la segunda cifra más alta durante la pandemia.

Los fallecidos desde el inicio de la pandemia ascienden a 1,1 millones, con 6.000 muertos registrados ayer. América toda suma 18,3 millones de casos de coronavirus.

Esperan dos vacunas este mes
Sede de Pfizer. Foto: AFP.

Dos empresas estadounidenses esperan solicitar la aprobación de emergencia para sus vacunas contra el COVID-19 a fines de noviembre, una buena noticia para Estados Unidos en un momento en que atraviesa un nuevo repunte de casos

Pfizer indicó ayer viernes que espera dar un paso adelante con su vacuna después de que estén disponibles datos sobre su seguridad en la tercera semana de noviembre.

El anuncio significa que Estados Unidos podría tener dos vacunas listas para fin de año, al sumarse la de la firma de biotecnología Moderna, que apunta al 25 de noviembre para solicitar su autorización.

“Asumiendo datos positivos, Pfizer solicitará el uso de autorización de emergencia en Estados Unidos poco después de que se logre el hito de seguridad en la tercera semana de noviembre”, dijo el presidente y director ejecutivo de la compañía, Albert Bourla, en una carta abierta.

La noticia tuvo impacto en las acciones de la compañía, que subieron un 2% en Estados Unidos.

Pero los expertos advierten que, incluso cuando se aprueben las vacunas, pasarán varios meses hasta que estén ampliamente disponibles.

Después de la caída de los contagios durante el verano en el hemisferio norte, Estados Unidos alcanzó un punto de inflexión en su brote de coronavirus alrededor de la segunda semana de septiembre, con un nuevo promedio de casos diarios de más de 50.000.

Con más de ocho millones de infecciones y por encima de las 217.000 muertes, Estados Unidos es el país más afectado del mundo.

Pfizer y Moderna, ambos financiados por el gobierno estadounidense, lanzaron la tercera fase de sus ensayos clínicos a fines de julio y ambos están produciendo sus dosis en simultáneo. Su objetivo es entregar decenas de millones de dosis en Estados Unidos antes de fin de año.

Ambas son “vacunas de ARNm”, una nueva plataforma experimental.

Toque de queda y cierres, la “normalidad” europea
Coronavirus en Francia. Foto: Reuters.

Los habitantes de París están bajo un toque de queda la pasada medianoche para intentar frenar una pandemia que avanza de forma descontrolada en Europa y obliga a adoptar restricciones, entre éstas los cierres de bares o restaurantes, en países como España, Alemania y Bélgica.

Signo de que la pandemia de coronavirus ha seguido acelerándose esta semana, se anunciaron más de 400.000 nuevos casos de contagio en todo el mundo solo el jueves, un récord. Italia superó ayer viernes el umbral simbólico de los 10.000 nuevos casos diarios, y la situación también es crítica en Alemania, un país considerado ejemplar en su gestión de la primera ola.

Ayer viernes, un tribunal anuló la obligación de que los bares y restaurantes de Berlín cierren entre las 23 y las 6, por considerarla desproporcionada y que “no era evidente” que ayude a luchar contra la pandemia. La justicia alemana actuó a solicitud de una decena de propietarios de bares y restaurantes que se sienten perjudicados por las medidas. La misma indignación y frustración se respira en París o Barcelona.

“¿Quién se va a hacer cargo de los salarios de estos quince días ... del alquiler? Evidentemente si no trabajas difícilmente puedas cumplir, por lo tanto esto va a ser una espiral”, declaró a AFPTV Julio Rodríguez, de 67 años, propietario de una pizzería en Barcelona.

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