Por Kevin Williams
The New York Times
Bailarines de salón hacen giros y jugadores competitivos de ping-pong balancean sus paletas en la ciudad francesa de Croissy-Beaubourg. Lo hacen en lo que algunos describen como el futuro de la construcción de edificios.
Cuando el Pierre Chevet Sports Hall abrió el año pasado en el pequeño municipio de las afueras de París, fue el primer proyecto comercial en Francia construido casi exclusivamente con bloques de cáñamo.
Y muchos entusiastas de esa planta predicen que esto es solo el comienzo.
«Fue la primera vez para todos», dijo Sonia Sifflet, arquitecta principal del proyecto de Lemoal Lemoal, una firma de arquitectura boutique en París. Sifflet explicó que el centro deportivo fue una colaboración entre los arquitectos, los fabricantes de materiales, las empresas constructoras y los líderes de la ciudad. Y ahora que todos saben cómo completar un proyecto de bloques de cáñamo, se pueden esperar muchos más en Francia, aseguró la arquitecta.
«En cinco años, será normal usar bloques de cáñamo», anticipó. «No hay límite para lo que se puede construir».
El interés en el cáñamo como sustituto viable del material de construcción está creciendo a medida que los desarrolladores buscan opciones más ecológicas.
El cáñamo se puede utilizar en forma de bloque, como se hizo en la construcción del centro deportivo, o se puede verter como hormigón tradicional utilizando «hempcrete», una combinación de cal, fibras de cáñamo y un aglutinante químico. También se pueden utilizar paneles de cáñamo en las obras.
«Hay un nuevo enfoque en el cáñamo en EE.UU.; hay una gran oportunidad», opinó Petros Sideris, profesor asistente de ingeniería civil y ambiental en la Universidad de Texas A&M, que recientemente recibió una subvención de US$ 3,7 millones del Departamento de Energía de EE. UU. para investigar y desarrollar edificios de cáñamo impresos en 3D. Se está estudiando toda la cadena de suministro, desde el cultivo de cáñamo hasta su uso en la construcción, comentó.
El cáñamo ya se usa en una variedad de productos industriales, incluso en cuerdas, textiles y biocombustibles. Pero su aplicación en la construcción se ve obstaculizada por altos costos y una cadena de suministro que no está completamente formada. Y los promotores del cáñamo deben superar la resistencia a un producto que a menudo se relaciona erróneamente con el uso recreativo de drogas.
Ventajas y prejuicios
Los impulsores del cáñamo dicen que ofrece muchos beneficios ambientales que los constructores y legisladores buscan cuando crean un producto neutral en carbono que también es resistente al fuego, el moho y el clima.
Hay otras ventajas, destacó Sifflet. Los bloques de cáñamo no requieren habilidades especiales para ensamblarse, lo que reduce la cantidad de trabajadores necesarios en el sitio. «Van juntos como Legos», graficó.
La simplicidad permite la velocidad: un edificio construido con bloques de cáñamo listos para usar puede reducir entre un 20% y un 30% del esquema de producción típico, sin necesidad de juntas de cemento ni el tiempo de secado requerido con los bloques de hormigón tradicionales.
El uso de bloques de cáñamo tiene un menor impacto ambiental respecto a los materiales constructivos tradicionales y permite reducir entre un 20% y un 30% los tiempos de obra típicos
La construcción con bloques de cáñamo permitió a los desarrolladores del centro deportivo en Croissy-Beaubourg aprovechar cada centímetro cuadrado para maximizar el espacio, resaltó Sifflet. Se redujo el grosor de las paredes porque no se necesitaba aislamiento ni capas de acabado, lo que liberó unos 9 metros cuadrados para su uso.
Y aunque el uso de bloques de cáñamo elevó los costos de material entre un 30% y un 40% en comparación con los bloques de cemento tradicionales, el cronograma de producción más ágil permitió que la empresa terminara más rápido de lo habitual, y las ganancias ambientales compensaron algunos de los precios de material más altos.
«No hicimos esto porque sea más barato, sino porque podría ser relevante e innovador en la construcción de instalaciones públicas con material nuevo como el cáñamo», afirmó Sifflet.
Pero la reputación del cáñamo como cannabis contracultural ha sido difícil de eliminar, lo que ha frenado su aceptación en los círculos de la construcción.
Rachel Berry está experimentando con el cultivo de fibras de cáñamo en su granja rural azotada por el viento en Illinois. Como fundadora de la Asociación de Productores de Cáñamo de ese estado, su atención se centra en la planta y en la construcción de una cadena de suministro viable.
«Hay muchas partes móviles: productores, procesadores, fabricantes y empresas que utilizan el cáñamo», enumeró. Pero el primer paso es lograr que los agricultores se interesen, y la conexión del cannabis con el cáñamo puede hacer que se desconecten. «El estigma del cannabis todavía se cierne aquí», apuntó.
Moda internacional
Aún así, la reciente aprobación para su uso en viviendas unifamiliares y multifamiliares en EE.UU. debería elevar el perfil del cáñamo y allanar el camino para la construcción de rascacielos y almacenes con ese material.
Ese futuro va tomando forma en otros lugares.
En América del Norte, algunos desarrolladores ven al cáñamo como una panacea potencial.
«El cáñamo es innovador», puntualizó Don Redden, CEO de Ulmus Development, que está construyendo un sitio de autoalmacenamiento hecho con bloques de cáñamo en Kelowna, una ciudad de 130.000 habitantes en la región vinícola de la Columbia Británica. Debido a los costos, el tamaño de las casas en Canadá se ha ido reduciendo gradualmente, lo que ha impulsado la demanda de espacios de almacenamiento, indicó Redden. Pero ese tipo de edificaciones a menudo se ve como una ruina sin valor, especialmente en un núcleo urbano.
«Por lo general, una instalación de autoalmacenamiento no se ve bien, no agrega nada al vecindario», explicó Redden. «Así que queríamos construir un edificio que encajara».
Para ayudar a que el edificio de cinco pisos se convierta en un activo en el vecindario, incluirá espacios de cowork en el primer piso. Redden destacó que cada bloque de cáñamo secuestraría unos 5,8 kilos de carbono, que es más de lo que se gasta en la fabricación y envío de los bloques. La ecuación de carbono del edificio se inclina negativamente, remarcó, porque en realidad extraerá carbono del medio ambiente.
A medida que el cáñamo se está poniendo de moda en otros países, los constructores, investigadores e incluso los cultivadores de esta planta en EE.UU. están estudiando sus desarrollos.
Los edificios de varios pisos aún necesitan un sistema de soporte, pero el cáñamo se puede usar para la mayor parte de un edificio, aclaró Sideris, el profesor de Texas A&M, que se especializa en el estudio de las mejores maneras de utilizar el cáñamo en la construcción. El experto agregó que la demanda de un edificio sostenible impulsaría rápidamente el uso de este material a otros usos industriales y de construcción, lo que ayudará a que el material sea más económico.
«Una vez que tengamos una demanda clara, el mercado se autorregulará y el precio de los bloques de cáñamo y el cáñamo bajará», estimó.
Edificio de 12 pisos en Sudáfrica
En Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el primer rascacielos de cáñamo, llamado 84 Harrington, ya está en obra y, con 12 pisos, será la estructura de su tipo más alta del mundo. Por sus limitaciones de carga, aún se necesita un marco tradicional, pero todas las paredes están hechas de bloques de cáñamo.
El edificio culmina décadas de interés en la construcción de cáñamo por parte de su propietario, Duncan Parker, cofundador y CEO de Hemporium, un productor de la planta en Ciudad del Cabo. Dijo que el costo de construir 84 Harrington fue más alto porque el cáñamo tuvo que ser importado de Inglaterra, pero que las primeras licencias de cultivo de cáñamo en Sudáfrica se emitieron en 2022 y las primeras cosechas se recogerían el próximo año, lo que permitiría hacer bloques en Sudáfrica.
El proyecto proporcionó un híbrido entre estructura de madera y mampostería, dijo Wolf Wolf, el arquitecto a cargo del diseño del edificio. Su firma, Wolf and Wolf Architects, está lista para mudarse a un desarrollo habitacional con 25.000 casas hechas de bloques de cáñamo.