La tienda de ropa de segunda mano Recicla acaba de desembarcar en la esquina de Zelmar Michelini y 18 de Julio con su cuarto local, un espacio de 380 metros cuadrados (m2) y dos plantas, una comercial y otra que funcionará como cowork. La inversión rondó los US$ 100.000.
El espacio de trabajo está a cargo de la diseñadora y docente Denise Rozza. Equipado con máquinas profesionales e incluso un estudio de fotografía, el lugar apunta a diseñadores emergentes, estudiantes de diseño de modas y aficionados, que podrán ejecutar todo el proceso de creación, desde la creación hasta la fotografía del producto.
La modalidad de pago es por hora o a través de una cuponera.
El taller, además, forma parte de una nueva iniciativa de Recicla que busca reforzar «la R de reparar».
«Ya usamos el taller para arreglar propios y queremos promover que no tires algo que se te rompió o que no va bien, entonces ofrecemos reparaciones de prendas de acá o de otro lado. La idea es darle más importancia a lo que es extender el ciclo de vida del producto», explicó a El Empresario la directora y fundadora de Recicla, Inés Uriarte. A través de un convenio con la empresa Rotunda, ofrecen alteraciones para prendas de la marca.
Además, para hacer «más universal el acceso a talles» harán un descuento del 50% en las tarifas para quienes precisen modificar las prendas para agrandarlas.
Fundada en 2009, Recicla se encuentra en expansión. Tienen tres tiendas propias y una franquicia, y están en búsqueda de socios para continuar con este modelo.
Los franquiciados deben pagar un fijo de $ 15.000 mensuales, más un 1% de las ventas. Uriarte destacó que la inversión inicial es baja, porque no es necesario comprar mercadería, sino que se la proveen a consignación (se llevan un 60% del precio de venta, mientras que el proveedor cobra un 40%).
«Nos encantaría llegar al interior, nos parece que es súper necesario», remató Uriarte.