LA MARCHA DE LA PANDEMIA

En Brasil la embestida del coronavirus tiene a los servicios sanitarios colapsados, en tanto en Chile el 74% de la población pasará a confinamiento a partir de este jueves buscando evitar el aumento de casos. La situación en la región es delicada.

Río de Janeiro y la vecina Niteroi anunciaron ayer lunes nuevas medidas para contener el avance de la pandemia, que implican cerrar las “actividades no esenciales” durante un plazo de diez días.

La restricción, que se suma a un cierre de las playas ya aplicado durante el fin de semana, estará en vigor entre los próximos 26 de marzo y 4 de abril, anunciaron los alcaldes de Río, Eduardo Paes, y Niteroi, Alex Grael.

También durante todo ese período, que incluye los días de Semana Santa, será declarado festivo en ambas ciudades, anticipando algunas festividades que serían celebradas a lo largo de este año.

Paes justificó esas medidas en el hecho de que, en los últimos diez días, el número de personas a la espera de una cama de cuidados intensivos subió de 64 a 493, lo que refleja el colapso de la red hospitalaria en la ciudad, que tiene reflejos también en Niteroi.

“Nadie toma estas decisiones feliz, alegre o por placer. Las hemos tomado por absoluta necesidad y escuchando mucho a la ciencia, entendiendo los aspectos económicos, pero escuchando a la ciencia”, dijo el alcalde de Río de Janeiro.

“Son medidas duras, pero son necesarias”, porque “los números son incontestables” y “llega un momento en que debemos cuidar la vida”, insistió para justificar decisiones abiertamente criticadas por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.

Brasil superó ayer lunes los 295.000 muertos y los 12 millones de casos por COVID-19, en momentos en los que el país tiene escasez de medicamentos para intubar a pacientes enfermos de coronavirus ante el creciente número de ingresos.

Pese a esta situación, Bolsonaro insistió ayer lunes en que la política de confinamientos “hace a los pobres más pobres” y también mata, pues lleva a muchas personas “a la depresión y el suicidio”.

En un acto sobre asuntos relativos a la educación, el mandatario respondió en forma enérgica a las duras críticas por su gestión de la pandemia.

“Algunos sectores importantes de la sociedad quieren un decreto de ‘lockdown’ nacional o regional”, pero eso “no ha resultado”, “hace a los pobres más pobres” y “lleva a muchos a la depresión o el suicidio”, sostuvo el gobernante. “No sabemos cuándo esto va a acabar, si es que acaba” y “si se comprobara que un ‘lockdown’ de 30 días acaba con el virus acepto”, pero “eso no es así”, declaró.

Aunque dijo que no pretendía enviar “ningún recado a nadie”, citó una serie de datos que reflejan una reacción positiva de la economía después de la caída del 4,1% sufrida por el PIB el año pasado como consecuencia de la pandemia, que fue “la mitad de lo que muchos esperaban”, acotó.

“Si no fuera por la pandemia nuestra economía estaba volando”, afirmó Bolsonaro, quien subrayó que “solamente Estados Unidos, Japón y Corea del Sur” tuvieron resultados económicos mejores que Brasil en 2020. “Estos son datos para gente que trabaja con economía en Brasil”, indicó en lo que fue interpretado como una respuesta a una carta difundida por unos 500 banqueros y economistas que exigieron acelerar la vacunación y criticaron de forma implícita la postura negacionista de Bolsonaro.

La carta, publicada en periódicos y firmada por exjefes del banco central y algunos de los banqueros más ricos de Brasil, puso de relieve una creciente revuelta de los líderes empresariales contra el presidente Bolsonaro al que muchos habían apoyado para su elección en 2018.

Sin nombrar a Bolsonaro, reprendieron a “la más alta dirigencia política del país” por ignorar la ciencia, estimular a las multitudes, exagerar tratamientos no probados y “coquetear con el movimiento antivacunas”.

Entre los firmantes destacan Roberto Setúbal y Pedro Moreira Salles, accionistas de Itaú; Pedro Passos, cofundador del fabricante de cosméticos Natura & Co Holding ; los exbanqueros centrales Gustavo Loyola y Arminio Fraga; y el exministro de Finanzas Pedro Malan.

Cruzando la cordillera, las autoridades sanitarias chilenas anunciaron ayer lunes nuevas medidas de confinamiento para combatir el alza de contagios que sufre el país y a partir del próximo jueves cerca del 74% de la población del país quedará bajo cuarentena.

Las nuevas restricciones afectan a 42 ciudades a lo largo del país y tendrá como resultado que 13,7 millones de personas -de los 19 millones que habitan la nación- pasarán a estar confinadas.

Esta cantidad aumentará durante los fines se semana, momento en el que se suman a las cuarentenas las personas de los sectores en los que esta medida sólo rige los sábados y los domingos.

De esta manera, el 90 % de la población nacional estará bajo medidas de confinamiento total durante los fines de semana hasta que se levanten las nuevas restricciones.

Segunda ola encierra a Venezuela

Nuevo confinamiento, cifras en ascenso, hospitales y clínicas saturadas: Venezuela se enfrenta a una segunda ola de coronavirus que parece más fuerte que la primera.

El régimen de Nicolás Maduro anunció el domingo de noche un confinamiento de dos semanas. “Lo hacemos por la salud de la familia, por la salud de nuestro pueblo”, indicó Maduro.

Caracas tuvo más presencia policial ayer lunes: se instalaron retenes en avenidas y autopistas para restringir el paso. Había menos gente, aunque en general, los comercios estaban abiertos.

La segunda ola es “mucho más virulenta de la ocurrida en los meses de agosto y septiembre del año 2020”, dijo el viernes la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, quien subrayó que el alza de contagios responde a la aparición en el país de la variante brasileña del virus.

Venezuela venía intercalando una semana “radical” -en la que se restringe la circulación y solo pueden abrir comercios esenciales- con una “flexible”, en la que se permite salir.

Venezuela, de 30 millones de habitantes, supera los 151.000 contagios confirmados y 1.500 muertos por COVID-19. Y mientras en diciembre y enero se registraban entre 200 y 500 nuevos casos por día, en marzo se dispararon, llegando a 1.161 el 20 de marzo. Estos números oficiales son cuestionados por la oposición y oenegés, al denunciar que esconden un elevado subregistro en medio de un limitado acceso a pruebas diagnósticas PCR.

Argentina: Grupo de Macri ofrece votos para habilitar compra a Pfizer

Argentina recibió ayer lunes 500.000 nuevas dosis de la vacuna Sputnik V desde Moscú, en tanto diputados del bloque opositor Pro del expresidente Mauricio Macri se unieron para proponer una modificación de la legislación para adquirir vacunas del laboratorio Pfizer, al tiempo que criticaron la gestión de la pandemia del gobierno de Alberto Fernández.

“Frente a la incertidumbre que generan los mensajes contradictorios del Gobierno y la indignación social por los vacunados vip, hacemos saber que nuestro bloque, con sus 54 integrantes, está dispuesto a legislar en la materia para adquirir las vacunas del laboratorio Pfizer que tantos resultados positivos está dando en otros 78 países”, indicaron ayer los legisladores en un comunicado.

Los diputados del Pro hablaron del “plan fracasado” en relación a la vacunación masiva contra el coronavirus, y consideraron: “Ha faltado previsión e idoneidad en la gestión de los funcionarios de salud para lograr acuerdos con distintos laboratorios”.

De esta manera, los parlamentarios señalaron: “Es momento de actuar sin demoras en la compra de vacunas y sin politizar la escasa inoculación aplicada hasta el momento”.

Meses atrás, el exministro de Salud Ginés González García -desplazado por el escándalo del vacunatorio vip- manifestó ante la Comisión de Acción Social y Salud Pública que la compra de vacunas Pfizer se había frustrado por una negativa a asumir responsabilidad por negligencia. (La Nación /GDA)