En base a The New York Times
El ejercicio físico es un gimnasio para el cerebro: mejora una importante cantidad de funciones y aunque no hay una veredicto definitivo todavía, se debate si realizar ejercicio regularmente puede hacer que crezcan nuevas y frescas neuronas.

Henriette van Praag, una científica que alguna vez fue una niña activa en los Países Bajos, descubrió en la década de 1990 que el ejercicio podía hacer crecer nuevas células cerebrales en ratones adultos. Desde entonces, ha convertido el ejercicio en una parte fundamental de su vida, y la ciencia la respalda.

• Mejora la cognición a corto plazo: Inmediatamente después de hacer ejercicio, las personas obtienen mejores resultados en pruebas de memoria y atención. Esto se debe a que el movimiento aumenta la liberación de neurotransmisores como la epinefrina y la norepinefrina, que son esenciales para enfocarse.
  
• Mejora el estado de ánimo: El ejercicio regular se asocia con una mejor salud mental y puede ser efectivo para tratar la depresión. Esto se debe a la liberación de dopamina y serotonina, neurotransmisores que nos hacen sentir bien.
  
• Protege contra las enfermedades neurodegenerativas: La actividad física reduce el riesgo de Alzheimer y demencia. Esto se debe a que aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y libera sustancias químicas que promueven la salud neuronal y la creación de nuevas conexiones entre las neuronas.

Foto: Plannhat.

• Cualquier tipo de ejercicio es beneficioso, pero la mayoría de las investigaciones destacan que el aeróbico es el que más ventajas arroja.
  
• Los ejercicios de mayor intensidad parecen tener mayores beneficios para el cerebro.
  
• Mejorar el estado cardiovascular en general también es importante.

Unos150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana.

• Es importante encontrar una actividad que te guste:.Si disfrutás de lo que hacés, será más probable que eso se convierta en un hábito.
  
• Arrancá despacio y aumentá gradualmente la intensidad y la duración de tus entrenamientos.
  
• Buscá formas de incorporar el ejercicio a tu vida cotidiana. Por ejemplo, subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, caminar o ir en bicicleta al trabajo, o hacé algún tipo de ejercicio mientras mirás la televisión.
  
• Recordá que incluso un poco de ejercicio es mejor que nada.