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Dirección de Energía y ONG uruguaya impulsan eficiencia energética y sostenibilidad en escuelas de la región

La única escuela pública uruguaya en el exterior tendrá equipamiento que la hará eficiente en su consumo de energía, mientras una asociación civil avanza en la construcción de escuelas sustentables.

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Escuela sustentable
Escuela sustentable de Tagma en Chile.
Foto: Cortesía Tagma.

La Escuela Artigas de Asunción del Paraguay, ubicada en el solar donde el prócer pasó sus últimos años de vida, es la única escuela pública uruguaya ubicada fuera del país, y este año celebró su centenario. En el marco de la celebración de sus 100 años, recibió la noticia de parte de la Dirección Nacional de Energía (DNE) de que contará con equipamiento de eficiencia energética.

El proyecto de la DNE, en alianza con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), “implica una inversión de hasta dos millones de pesos para implementar medidas de eficiencia energética en la escuela”, contó a El País el director nacional de energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Christian Nieves. “Esas medidas pueden ser cerramiento eficiente, iluminación LED o aires acondicionados, entre otras, según lo que evalúen los técnicos”, expresó.

En cuanto a los plazos de ejecución, sostuvo que “depende más que nada de cuestiones burocráticas, pero será dentro de este año seguro”. Mientras esperan para instalar el equipamiento, la DNE trabaja en enseñar a los escolares sobre eficiencia energética. El pasado 29 de abril un equipo de técnicos viajó a Paraguay para llevar un “laboratorio portátil” con herramientas y juegos con el fin de introducir a los alumnos en el tema.

“El cambio cultural es un pilar de la eficiencia energética y es importante arrancar en el sistema educativo para concientizar a los más chicos”, dijo Nieves.

Escuela Artigas
Christian Nieves en la Escuela Artigas de Paraguay.
Foto: Dirección Nacional de Energía.
Financiar proyectos

El papel del Fudaee

El Fideicomiso Uruguayo de Ahorro y Eficiencia Energética (Fudaee) es fundamental en la promoción de la eficiencia energética y la reducción de gases de efecto invernadero en el sector energía. Nieves, de la DNE, señaló que este fondo ha servido para financiar programas como ‘Subite’ –que otorga beneficios para la adquisición de vehículos eléctricos–, ‘Localidades eficientes’ –que apoya proyectos basados en tecnologías eficientes que den respuesta a necesidades de las comunidades– o ‘La eficiencia va por barrios’ –que impulsa la implementación de medidas de eficiencia energética en instituciones u organizaciones con enfoque barrial y social–.

Al respecto, añadió: “Algo muy acertado es que no paga por adelantado. Hay que aplicar las medidas, presentar un informe con las facturas, y recién ahí se hace la devolución. Es una ventaja para cuidar cómo y en qué se invierte”.

Primeros pasos en Paraguay

La escuela cumplió 100 años el domingo 28 de abril y el equipo de la DNE llegó al día siguiente con un regalo: el “laboratorio portátil”, que incluye un maletín lleno de experimentos para interactuar y aprender acerca de eficiencia energética. Dentro hay medidores de temperatura, dispositivos inteligentes y lámparas LED, entre otros artefactos. Los estudiantes de 5° y 6° año lo estrenaron en una actividad a cargo de los técnicos de Uruguay.

La directora de la escuela, María José Volpe, dijo a El País que la educación ambiental es fundamental. “Estamos formando niños que en un futuro serán adultos y tendrán que hacerse cargo de su casa o empresa, y es clave que desde ahora tomen conciencia de la importancia que tiene cuidar los recursos naturales”, afirmó. El concepto de eficiencia energética entra en una propuesta curricular más amplia, que tiene que ver con el vínculo entre los seres humanos y el medio que los rodea, agregó la docente.

En cuanto al encuentro, contó que “los niños estaban fascinados porque la escuela no contaba con este tipo de material, y la idea es ponerlo a disposición de los maestros y que sea un insumo más para el trabajo en el aula”.

Educación

Una escuela uruguaya en Paraguay

La Escuela Artigas de Asunción del Paraguay tiene alrededor de 250 alumnos. Para Uruguay es una escuela pública más, con los mismos principios varelianos: laica, gratuita y obligatoria.

Volpe es su directora desde febrero de 2021. “Está bueno que se sepa que acá hay una escuela que representa a la educación pública uruguaya, que trabaja con mucho compromiso y responsabilidad, y que todos los que quieran acercarse, colaborar y participar de nuestra propuesta educativa son bienvenidos”, aseguró.

Escuelas públicas sustentables impulsadas por una asociación civil uruguaya

El caso de la Escuela Artigas es un ejemplo de esfuerzos uruguayos que impactan en el exterior, pero no es el único. En este sentido, destaca Tagma, una asociación civil uruguaya dedicada a desarrollar proyectos innovadores en educación y sostenibilidad que creó la primera Red de Escuelas y Aulas Sustentables en Latinoamérica. ¿Cómo? Construyendo escuelas públicas sostenibles en comunidades rurales y aulas para la educación ambiental en escuelas, institutos de formación docente y otros espacios educativos. Este año crearán la quinta escuela sustentable ubicada en San Pablo, Brasil.

En 2016 construyeron la primera escuela –en Jaureguiberry, Canelones– siguiendo los principios del modelo constructivo del arquitecto estadounidense Michael Reynolds: acondicionamiento térmico pasivo, eficiencia energética, utilización de energías renovables, captación y almacenamiento de agua de lluvia y uso de materiales reciclados, entre otros.

Hoy, cuentan con cuatro escuelas sustentables –Uruguay, Argentina, Chile y Colombia– y también han hecho cinco aulas sustentables –dos en Uruguay, una en Argentina, una en Perú y otra en Ecuador–. En total, son nueve las comunidades educativas a las que Tagma da seguimiento a través de la Red de Escuelas y Aulas Sustentables.

Escuela sustentable en Colombia
Escuela sustentable de Tagma en Colombia.
Foto: Cortesía Tagma.

¿Por qué escuelas? Porque allí los niños pueden apropiarse del edificio y crecer con una relación saludable con el ambiente, explicó la arquitecta Gisela Oyanguren, coordinadora de construcción en Tagma. ¿Y por qué públicas? “Porque es un emblema uruguayo, y de esta manera se sigue apostando por el acceso a la educación”, agregó.

Además de la escuela en Brasil, Oyanguren contó que entre julio y agosto construirán un aula sustentable para Ceibal en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y que también están desarrollando un servicio de talleres de educación ambiental para escuelas y un servicio de asesorías para proyectos de impacto.

Las escuelas sustentables incorporan un diseño bioclimático. Es decir, “se estudian las características de temperatura, humedad, precipitaciones y vientos para diseñar un edificio acorde al lugar y de esta manera lograr una eficiencia térmica”.

Otro factor clave es la interacción con elementos del entorno, como la captura de energía solar o agua de la lluvia. “Muchos de los edificios que hemos construido utilizan el mismo volumen de agua cuatro veces”, dijo la arquitecta, y explicó: “Primero se captura, se almacena y se utiliza para el lavado de manos, luego pasa por celdas botánicas para tratamiento y riego de las plantas interiores, de ahí va a los inodoros y por último regresa a las celdas de tratamiento y riego por infiltración”.

Oyanguren subrayó que “un edificio sustentable no es solo el componente constructivo, sino que también implica un acompañamiento y sostenimiento a largo plazo por parte de la comunidad”. Para lograrlo, apoyan a las escuelas y aulas desde lo psicoemocional, los contenidos de educación ambiental y la formulación de proyectos. Además, potencian la integración de la escuela con su comunidad, favoreciendo el sentido de pertenencia entre la escuela y el entorno, y brindan herramientas, capacitaciones y contenidos para facilitar el mantenimiento y mejora de los edificios existentes así como la construcción de nuevos edificios.

Concurso

Más proyectos de educación y eficiencia energética

Otro punto clave es el Concurso de Eficiencia Energética para UTU y Secundaria del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), que promueve el desarrollo de proyectos liderados por estudiantes y docentes.

Los centros acceden a capacitaciones y materiales digitales para trabajar en conjunto con el alumnado y reciben guía de los técnicos del Ministerio. El premio incluye la ejecución de medidas de eficiencia energética y/o la entrega de materiales que promueven el uso eficiente de la energía con un monto máximo de $300.000. Las inscripciones ya cerraron y los ganadores se conocerán en setiembre.

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