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¿Cuánto deberían subir los precios de los combustibles a partir de agosto?

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Motociclista cargando nafta en una estación de servicio de Ancap. Foto: Fernando Ponzetto

NUEVO INFORME

El gobierno tiene ahora arriba de la mesa dos informes, uno de la Ursea y otro de Ancap, para resolver el precio de los combustibles.

El martes pasado el presidente de la República, Luis Lacalle Pou relató en rueda de prensa que había visto en un informativo de televisión que el precio del barril de crudo había caído el lunes. Acto seguido, les escribió por Whatsapp a los ministros de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, y de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche una frase: “bajó el petróleo”.

La expectativa del mandatario es que bajen los precios de los combustibles. En esa rueda de prensa planteó que Arbeleche y Paganini “están estudiándolo. Queremos tener una respuesta seria porque sabemos que es un tema bien sensible, que a nosotros nos ocupa y nos preocupa mucho”.

Agregó que “no es que (el país) compra todos los días petróleo. Comprás, te abastecés, hay que ver cuánto stock tenés, pero esas serán las excusas o los argumentos que van a poner ellos”.

Lo cierto es que el pasado lunes, el precio del petróleo registró su menor valor en casi un mes: US$ 68,62 el barril, pero antes y después estuvo por encima de US$ 73. Más allá del deseo de Lacalle Pou, los números le son esquivos.

Desde el pasado 8 de junio rige un nuevo esquema en el mercado de combustibles por el que Ancap deja de regular toda la cadena y su tarea termina en la planta de distribución. De la regulación en el resto (distribuidoras de combustibles, estaciones de servicio, etc.) se encarga la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea).

A su vez, la Ley de Urgente Consideración (LUC) definió que el precio de los combustibles pase a ajustarse mes a mes (lo que comenzó también en junio), vinculado al Precio de Paridad de Importación (PPI) que calcula la Ursea (esto es si la importación de combustibles estuviera liberada y un importador teórico le compitiera a Ancap).

En junio hubo un aumento de 12% en el precio de los combustibles y en julio otro de 0,5% en naftas y de 0,9% en gasoil.

¿Qué debería pasar el 1° de agosto? La Ursea publicó este lunes el informe de PPI para el período 16 de junio-15 de julio. Ese informe junto con otro que envía Ancap (y que no es público) son los que el gobierno tiene ahora arriba de la mesa para resolver sobre el precio de los combustibles.

El informe de la Ursea muestra que en nafta Premium 97 el valor de PPI marca un alza de $ 1,93 (+2,8%) por litro respecto al valor actual al público ($ 67,74). En el caso de la nafta Súper 95, el PPI marca un incremento de $ 1,72 (+2,6%) respecto al precio actual público ($ 65,81).

En gasoil, el aumento según el PPI sería de $ 1,37 (+3%) respecto al nivel actual al público ($ 45,70). Por último, en el supergás la suba sería de $ 3,25 por kilo (+6,8%) según el PPI respecto al precio al público ($ 47,98 por kilo).

Esos serían los ajustes si el gobierno sigue al pie de la letra la LUC. En julio, el Poder Ejecutivo no ajustó el valor del supergas, pese a que el PPI así lo indicaba.

A su vez, todavía no ha trasladado al público el llamado “factor X” ($ 2,97 por litro) que se debería sumar al PPI para reconocerle a Ancap sobrecostos asumidos (subsidio indirecto a la actividad del pórtland que es deficitaria, mezcla de agrocombustibles no reconocida en el PPI, subsidio indirecto al supergás, fideicomiso del boleto y un sobrecosto estructural).

“Hay incertidumbre, hay que monitorear la situación de la pandemia, para resolver en qué momento se traslada el sobrecosto de Ancap en relación al precio de paridad de importación, a los consumidores”, dijo Arbeleche semanas atrás a El País.

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