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Entregó robo y su compañero fue asesinado; piden 29 años de cárcel

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Fiscal de Homicidios, Juan Gómez. Foto: Darwin Borrelli

UN CRIMEN QUE SE ACLARA

Comenzó el juicio oral por el homicidio del policía Rogelio Souza, que fue ejecutado de seis disparos cuando estaba trabajando en un camión de repartos de bebidas.

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El asesinato de Rogelio Souza generó indignación, dolor y rabia. No solo por el hecho de que el hombre, que ese día cumplía 27 años, fue ejecutado de seis disparos cuando estaba trabajando en un camión de repartos de bebidas; sino porque fue su propio compañero de trabajo, que estaba en el camión junto a él, quien había ideado el plan y “entregado” la víctima a los delincuentes.

Eran cerca de las 13:20 del 5 de junio de 2019 cuando la idea se puso en marcha: el compañero de Souza había acordado con tres delincuentes que asaltaran el camión ese mediodía. Él sabía que dentro del vehículo había un cofre que tenía aproximadamente $ 200.000. Su plan era fingir ser víctima de una rapiña, al igual que su compañero, y quedarse con $ 50.000.

Fue así que ese día los delincuentes interceptaron el camión en Piedras Blancas. Dos de ellos iban en moto y vestidos de policías; un tercero estaba con un marrón frente el camión, herramienta que iba a ser utilizada para romper el cofre y extraer la plata; el cuarto delincuente era el compañero de Souza, y fingiría ser víctima de la rapiña que había “entregado”.

Los delincuentes simularon que reducían al compañero del trabajador de 27 años y lo hicieron bajar del camión para llevarlo a la parte de atrás, donde estaba el cofre. El tercer delincuente, entonces, le entregó el marrón cuando ya estaba abajo. Pero Souza quedó en la cabina y en cuestión de segundos la víctima, que era policía de profesión, recibió seis disparos de dos armas distintas.

El policía Rogelio Souza. Foto: El País
El policía Rogelio Souza. Foto: El País

El joven policía, que estaba trabajando como repartidor, murió en el momento. Su compañero denunció a la Policía que los habían rapiñado y que incluso los delincuentes le habían robado el celular. La investigación del fiscal de Homicidios Juan Gómez pudo desterrar esa versión y evidenciar que la persona que había fingido ser víctima, había sido partícipe de esa rapiña.

A los pocos días del hecho el fiscal solicitó a la Justicia que librara una orden de allanamiento al domicilio del compañero de Souza. Allí se encontraron dos camperas del Ministerio del Interior, una de Policía y otra de Bomberos, y el celular supuestamente robado.

El día de la rapiña los delincuentes no lograron abrir el cofre del camión y se llevaron $ 5.000, una mochila y el carné de policía de la víctima.

El 11 de junio el fiscal Gómez solicitó que se decretara el inicio de la investigación penal y pidió imputar a las cuatro personas por un homicidio muy especialmente agravado. Durante la audiencia, esa noche, hubo disturbios (ver aparte). En ese momento se fijó la prisión preventiva como medida cautelar a la espera del juicio oral y de la acusación fiscal.

Ese día llegó el lunes. Sobre la mañana comenzó el juicio en el cual Gómez intentará probar las responsabilidades en el crimen. Según supo El País con fuentes cercanas a la investigación, Gómez pidió para quien “entregó” la rapiña una pena de 29 años de penitenciaria. Lo mismo solicitó para el delincuente que ideó el plan junto al compañero de Souza. Para un tercero, que confesó el crimen y cooperó con la investigación, solicitó 24 años. El cuarto involucrado, que fue quien escondió las armas homicidas, fue condenado a principios de este año, a través de un proceso abreviado, a cinco años de prisión por encubrimiento. Según las fuentes, Souza murió sin repeler el ataque: lo mataron porque sabían que era policía y se podría defender.

Ahora, la Justicia deberá determinar si las pruebas son suficientes para acceder al pedido.

La emoción del fiscal en una audiencia tensa

La audiencia de formalización de los cuatro delincuentes que participaron en el homicidio de Rogelio Souza, que tuvo lugar el 11 de junio de 2019, fue tensa. Tres delincuentes agredieron al compañero del policía, que entregó el robo. Le dieron varios golpes de puño y le tiraron con una silla. La custodia policial logró controlar el incidente y evitar que se agrediera a las autoridades judiciales y al público presente. Mientras ocurría el enfrentamiento, la esposa del policía asesinado se desmayó. El fiscal Gómez habló en rueda de prensa y se mostró emocionado con el hecho de que un compañero del policía hubiera sido el ideólogo del plan. “Es un caso que realmente conmociona a cualquier persona bien nacida”, dijo Gómez y agregó: “Fue un hecho criminal donde mataron a un trabajador”.

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