LEY DE URGENCIA EN LA MIRA

El aire tórrido que ayer inundaba la sala Maggiolo de la Universidad de la República, no fue necesario para que se “calentara” la primera sesión del Consejo Directivo Central. El órgano conductor de la Universidad criticó varios pasajes del anteproyecto de ley de urgente consideración (LUC) que pretende aprobar el gobierno electo y dijo que, con esta herramienta, se quiere “condicionar el intercambio democrático”.

Carmen Midaglia, decana de Ciencias Sociales, explicó que “cuando se usan estos instrumentos, no se quiere debatir”. La cientista política comentó que se trata de una herramienta legal, pero que “la estrategia es la velocidad (el Parlamento tiene que expedirse en 60 días) para opacar el intercambio”.

En este sentido, el decano de Ciencias Económicas, Jorge Xavier, agregó que “no hay nada de urgencia que ameriten estos 457 artículos” y que “lo urgente es que se pronuncie el Consejo Directivo Central de la Universidad”. Y así ocurrió.

Por unanimidad, los miembros aprobaron una declaración en la que se da a entender que la LUC, tal como está redactada, va en detrimento de la educación pública, que se equipara a la UdelaR con “actores públicos y privados de muy diferente peso relativo e impacto cualitativo en la educación nacional”. Sucede que la Universidad concentra más del 80% del alumnado terciario, más del 90% de los investigadores y más del 95% de la producción de conocimiento.

“Lo privado no se fortalece debilitando a lo público”, cuestionó la decana María Simón, quien había sido ministra de Educación (2008-2010). “¿De dónde salen los docentes de las universidades privadas? ¿Acaso no existe intercambio investigativo entre los privados y los públicos?”, se preguntó.

Simón enumeró algunos proyectos en los que la UdelaR nutre al Estado uruguayo, más allá de la producción de conocimiento: “hasta la Corte Electoral envió un agradecimiento especial a la Universidad por su necesario apoyo” en los comicios del año pasado.

Su par de Bellas Artes, el decano Fernando Miranda, complementó que “pareciera que las cuentas (públicas) se arreglan quitando la investigación pública”. El profesor aludía a uno de los artículos del anteproyecto en que se quita la excepcionalidad de la compra de material científico por la vía directa. Parte del equipamiento de investigación de la Universidad fue adquirido por ese mecanismo “porque de otra forma hubiese sido imposible”.

Los participantes de la sesión de ayer coincidieron en que esto es solo el “calentamiento”. La UdelaR pretende expedirse sobre otros aspectos que le “preocupan”, en especial sobre la seguridad y el aumento de penas, o sobre la colonización, como dijo el decano de Agronomía, Ariel Castro Tabó. Pero ayer el énfasis estuvo en la enseñanza.

El propio Castro Tabó señaló que, con la LUC, “hay una visión gerencialista y un desprecio por la política”. A su entender, se piensa que desde lo técnico se puede barrer con los debates “y la historia ya demostró a qué nos lleva eso”.

Castro Tabó dijo ser consciente de que las universidades privadas estén rezagadas frente a la UdelaR, pero “no hay que perjudicar a la UdelaR para que el resto mejore”.

Por eso, en su declaración, la UdelaR solicitó “la apertura de un debate más amplio”. El decano Miranda hasta lo cuantificó: “Acá (en el CDC) hay gente sentada que representa a más gente que varios diputados”.