"Lindo haberlo vivido pa’poderlo cantar”, decía en una de sus canciones José Carbajal. “El Sabalero” seguramente nunca imaginó que su verso sería citado en una nota periodística que se refiere a que los humanos pasamos la mitad de nuestro tiempo de vida, sin prestar atención a lo que hacemos. Pero hay una razón que lo justifica: si el cantante hubiera estado así, con su “piloto automático” activado, difícilmente recordase, por ejemplo, con cuántas medias hicieron aquella pelota de “Chiquillada”.

La ciencia demostró que el 47% del tiempo que los seres humanos pasamos despiertos “vivimos en una forma de ‘piloto automático’, es decir, sin prestar atención a lo que estamos realizando”, afirmó la neurocientífica española Nazareth Castellanos.

“Varios estudios demostraron que esta es una de las mayores fuentes de insatisfacción vital, pero además la Universidad de California comprobó que -al vivir de forma automática- se produce una amnesia sobre lo que hemos realizado”, agregó.

A cuántos nos sucede a diario que volvemos a chequear si cerramos la puerta o si apagamos la hornalla. Es que realizamos esas acciones -tan sencillas como importantes-, pero no les prestamos atención. Entre detalles que no atendemos, pasa la vida. Porque así también trabajamos o conversamos con un familiar o un amigo ¿Y qué nos dijo? Quedó perdido entre un mensaje de Whatsapp y el aviso de un nuevo “like” en Instagram.

Es claro que nadie tendrá mayor interés en atesorar el recuerdo de cómo cerró la puerta para contárselo a sus nietos. Pero según Castellanos, estos olvidos -definidos como amnesia por automatismo- se generan por hacer las cosas sin estar presentes mentalmente, afectan a algo bastante más importante: “la memoria autobiográfica”.

“Varios estudios de neuroimagen mostraron que el cerebro del 40% de las personas realmente no recuerda sus experiencias”, agregó la neurocientífica.

Foto: nazarethcastellanos.com

Uno de los puntos que determinantes para este fenómeno es el ritmo frenético de la vida actual. Conexión permanente, mensajes, grupos, redes, y la carrera por ser, o tener o parecer… Imposible estar en todo, y el cerebro activa ese “piloto automático”, que permite seguir.

En su libro “Full Stop”, el instructor de mindfulness, coach y escritor uruguayo Silvio Raij señaló la necesidad de “poner un punto final” a ese flujo. “Se trata de regresar al centro, a nuestra esencia, y disfrutar completamente de cada momento presente. Estar en ‘piloto automático’ sería lo opuesto y lamentablemente se ha vuelto un hábito de nuestro tiempo y que todos en cierta medida padecemos”, afirmó.

Para el autor, “lo opuesto a la velocidad no es la lentitud: es la paz y el disfrute. Tenemos que poder encontrarle sentido a lo que hacemos”.

Foto: Cortesía Silvio Raij.

Por su parte, Estanislao Bachrach, escritor y científico argentino, remarcó en su libro titulado “En Cambio”, que “si prestás mucha atención a tu día, verás que la mayoría de las acciones que realizás no las pensás, son involuntarias”. “Nuestro cerebro decide, sin consultarnos, muchas de las cosas que hacemos o dejamos de hacer. No nos pregunta si queremos seguir haciéndolas, si son beneficiosas o si se condicen con nuestras expectativas”, explicó.

Pero la buena noticia, acotó, es que existe “el poder de vetar”, de “decirle que no a una acción, a un hábito, a una señal cerebral que por comodidad, ahorro de energía y esfuerzo o búsqueda de placer y alivio inmediato, se tiende a repetir”. Y la forma de hacerlo es “manejar mejor nuestro cerebro”, dijo.

O, como lo definió la psiquiatra española Marian Rojas Estapé: “Aprender a volver a mirar la realidad”. En el libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, la experta apuntó: “En este mundo ya no prestamos atención a lo que nos sucede y no nos sorprendemos por nada, la sociedad de hoy precisa volver a mirar la realidad con detenimiento y curiosidad”.

“Dominar la atención es la clave. Hay que aprender a desviar los estímulos que llegan sin parar a los sentidos y prestar atención a lo que realmente vale la pena”, dijo.

Foto: marianrojas.com

Rojas Estapé explica que las neuronas trabajan de acuerdo a cómo está enfocada la atención y cuando no podemos controlar el foco, la toma de decisiones “se ve gravemente afectada”.

Para “desmontar” ese piloto automático en que vivimos hay que “adiestrar” la atención, concluyó la especialista y dio pautas:

• Intenta fijarte en cosas positivas de tu entorno.
• Saborear el momento presente.
• Decidir. Tomar las riendas de tu vida.
• Observar algo bueno de tu entorno y, durante un minuto, repetir cosas positivas sobre ello.
• La medicación ayuda, pero nunca es la única solución.