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Chico César con El País, previo a su show en Medio y Medio: "No entiendo la lucha sin el amor"

El músico paraibano, que acaba de cumplir 60 años, tocará esta noche en el festival Medio y Medio de Punta Ballena. Antes del concierto, donde repasará su obra, charló en exclusiva con El País.

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Chico Cesar.
El cantautor brasileño Chico César.
Foto: Difusión

Tras un carnaval intenso de conciertos por varias ciudades de Brasil, Chico César se hace un espacio para contestar las preguntas de El País. A dos años de su última visita —en plena pandemia y que lo mantuvo en Uruguay por cuatro meses— tocará esta noche en el Festival Medio y Medio de Punta Ballena. Allí hará un show en donde, adelanta, transitará su obra, desde Aos Vivos (1995) hasta Vêtu d’Amour (2023), la versión extendida de Vestido de Amor, su décimo disco de estudio.

“Hasta los 90 quiero estar en los escenarios cantando, tocando, compartiendo”, dice a días de haber cumplido 60 años y tres décadas de carrera. Acá, algunos fragmentos de esta charla.

— Hace unos meses charlé con Martín Buscaglia y me habló de su vínculo con el músico André Abujamra. Ahora, al preparar esta entrevista, recordé la historia de “A Primeira Vista”, una de tus canciones más conocidas y que compusiste mientras regresabas de la casa de Abujamra tras un encuentro fallido. ¿Qué te provoca esta canción hoy?
— Esta relación de afecto que las personas tienen con “À primera vista” se profundizó mucho en América Latina por las versiones de Pedro Aznar y de Pedro Guerra. Hay también una versión en alemán hecha por Dota Kehr. Todos los días alguien publica en Instagram una versión nueva de ella, y eso me dio y me da muchas alegrías. Me gusta mucho que sea tan popular, con un estribillo muy experimental, con una lengua inventada que no quiere decir nada objetivamente y, tal vez, justamente diga tanto por eso, por usar expresiones que vienen antes de las palabras. Eso llega en las personas que no entienden, por ejemplo, el portugués. Creo que cuando opté por limpiar la letra y retirar los excesos experimentales que tenía en la versión original fue muy acertado, porque a fin de cuentas tuvo que ver con una opción de vida, de hacer algo que comunique con las personas en lugar de algo complejo, inaccesible.

—Salif Keita, que aparece en la letra, está en tu penúltimo álbum Vestido de Amor. ¿Cómo se dio esa colaboración?
— Salif Keita es un referente muy importante para mí, cuando lo oí por primera vez sentí lo mismo que cuando descubrí a Milton Nacimento. Es una voz única, una voz negra muy especial. Fue escuchando a Keita que decidí volver de Europa y en aquella ocasión montar una banda en Brasil, pasé más a tocar de pie en vez de tocar sentado como antes yo tocaba. Y cuando compuse “SobreHumano” durante la pandemia en mi casa, antes de venir a Uruguay, en el comienzo de la pandemia, ya en el acto de componer sentí su presencia, sentí la necesidad de tener su voz en la canción. Y cuando llegué a Francia y lo invité a participar en el disco, él dijo, “bueno, yo quiero participar, pero me gustaría escribir la parte que voy a cantar a partir de sus palabras, como si fuera una versión”. Y él hizo eso y quedó muy bonito, aproximó a mundos que no estaban separados, porque somos afro-diaspóricos, él un representante de la diáspora en Europa, yo un fruto de la diáspora en América del Sur.

Chico César.
Chico César tocará hoy en Punta Ballena.
Foto: Difusión

— En Vestido de amor conviven temas como “Te Amo, Amor” y “Bolsominios”. Particularmente siento que es un disco que mezcla todos “los Chicos” que conviven en tu obra. El que le canta al amor, el comprometido socialmente, el sarcástico. ¿Cómo lo ves vos?
— No entiendo la lucha sin el amor, ni el amor sin la lucha, y dentro de mi propuesta artística cada vez más intento que las dos cosas estén juntas. Estado de poesía es sobre eso, O amor é un ato revolucionario, también. Incluso “Mamá África” es una música de reivindicación social. La letra tiene cosas en el diminutivo como “Filinho tem que entender” o “Hacer denguín”, es amorosa, pero la lucha está ahí desde el comienzo. Creo que mi trabajo busca ese equilibrio, a veces en una sola canción, a veces en canciones aparentemente dispares. Cuando aparecí en los 90 con canciones amorosas como “Onde Estará o meu Amor?” mis propios compañeros de generación de la Música Popular Brasileña se sorprendieron. ¿Cómo podría haber alguien en ese tiempo queriendo hablar de amor? Y yo estaba exactamente reivindicando ese lugar, que no es solo de un género, no es solo del Sertanejo, ni solo de la MPB.

—En una entrevista reciente contaste que te sentís parte de una generación que se relacionó con el establishment a través de la confrontación, y mencionaste a figuras como Chico Science como piezas fundamentales para insertar la música regional en la música nacional. En este sentido ¿cómo ha influido en tu trabajo el hecho de ser una persona que no intentó adaptarse al mercado?
— Creo que el hecho de haber tenido éxito nacional después de los treinta fue determinante para ser el artista que soy hoy. Y creo que eso también fue determinante para mis colegas de generación, como Zeca Balero y Lenine. Porque ya había una cierta madurez y tal vez una reivindicación de un estilo propio. Eso de decir, “mirá, lo que es para mí no me lo van a sacar. Voy a encontrar a mi público haciendo lo que yo hago”. Pensábamos así y todavía lo pensamos. Creo que cuando aparecen figuras como Chico Science, Carlinhos Brown y Fernanda Abreu y yo, la barrera de lo regional se rompe un poco más y hay un redescubrimiento del Brasil por parte de los brasileños.

—¿Qué crees que aquel niño de ocho años, que dejó la casa de sus padres para trabajar en una tienda de discos y luego dedicarse a la música, le diría al Chico César de hoy?
—Seguramente diría: “¿Viste? ¿qué te dije?”

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