Publicidad

Lali Sonsol entre fútbol, básquetbol, Carnaval y amor: quién es su novia Sofi, que integra una familia de artistas

El comunicador asumió un nuevo desafío: será el conductor de Pasión de Carnaval en VTV. En lo personal, también tiene buenas nuevas: comenzó una historia de amor con Sofía Almada.

Compartir esta noticia
Lali-sofia.jpg
Lali Sonsol y Sofía Almada.

Redacción El País.
Alejandro “Lali” Sonsol empezó la temporada 2024 a pleno. Relator de fútbol y básquetbol para radio y TV, el comunicador tuvo un comienzo de año intenso, con la novedad más reciente de que se suma a Pasión de Carnaval como conductor.

"Es un desafío que me genera mucha alegría e ilusión por ser algo completamente diferente a lo que venía haciendo. Muy agradecido con Tenfield por esta gran oportunidad y con todo el equipo de Pasión de Carnaval por cómo me han tratado desde que surgió la noticia, ya que fue todo bastante rápido.

Por lo demás y de la mano con los buenos partidos de básquetbol que ha ofrecido la liga, el trabajo de Lali se está imponiendo en redes sociales y medios. Además, volvió con todo a su rol de comunicación en Vamo arriba que es domingo (Canal 4), Warda con estos (Aweno TV) y Tuya y mía (Radio El Espectador)

Pero sus últimas noticias también son del corazón: el comunicador de 31 años formalizó una relación con Sofía Almada, nieta del legendario Enrique Almada y sobrina de Sebastián Almada.

_LEO0542.JPG (16140631).jpg
Lali Sonsol.
Foto: Leo Mainé.

—Volviste con todo para la temporada 2024, ¿son cortas las vacaciones?

—En mi caso sí. El básquetbol mantiene muy intensa actividad en enero. Además, estamos con los amistosos de verano para la radio o para Tenfield, por lo que relato cinco o seis veces por semana, entre el fútbol y básquetbol. Ahora volvimos con Warda con estos, el streaming que hacemos en Aweno TV.

—La liga de básquetbol tiene varios equipos grandes que prometen estar en la definición, ¿eso hace más visible tu trabajo?

—Sí, Peñarol, Nacional, Aguada y Hebraica que parece ser el cuarto candidato están con muy buenos equipos. Salen lindos partidos. Sin ir más lejos, la definición de Peñarol - Aguada fue sumamente emocionante, en la última pelota del alargue. Aguada - Nacional fue también muy emocionante, lo que hace que el básquetbol ocupe un espacio más importante en la agenda deportiva.

—El día de Peñarol - Aguada, en Twitter te embromaron por el alargue y una situación con tu novia…

—Sí, porque a Sofía no le interesa mucho el deporte, quién juega o quién gana. Lo único que quiere saber es a qué hora termina, con la complejidad en el básquetbol de que puede haber uno o más alargues. Mi madre vivió lo mismo con mi padre, que cuando se iba a relatar un partido, no estaba claro cuándo volvía. Ella me embroma con eso: “Mucha suerte, que gane el mejor pero que no haya alargue”. El otro día que hubo uno grabamos un video cuando llegué a casa y ella misma contó cómo vivió las instancias finales del partido. La llamó el padre para que viera la definición y ella. faltando 7 segundos. lo adelantó: “Van a alargue”.

—Esas imágenes fueron la presentación oficial. Ella es Sofía Almada, nieta de Enrique Almada y sobrina de Sebastián Almada. ¿Cómo se conocieron?

—Nos conocimos hace mucho tiempo pero en ese momento cada uno andaba en la suya. A mediados del año pasado, nos reencontramos en un boliche. Conversamos mucho y empezamos a salir. Al principio era para pasarla bien y después nos fuimos dando cuenta de que funcionaba y fuimos formalizando.

—¿Ella no es muy de los deportes?

—Es hincha de Atenas, igual que mi familia. De hecho, conocí a su padre mucho antes de formalizar con ella. Después, no es fanática ni muy seguidora de los deportes. Si yo estoy mirando un partido me acompaña, pero no es una apasionada del deporte. Para mirar, prefiere una película.

—En el video se los ve con un perro, ¿tienen mascota?

—Sí, son dos los perros: un macho y una hembra. Ella los adoptó. Yo me integré. Al principio, ella tenía un poquito de miedo pensando que a mí no me gustaban los perros, pero nada que ver. Es hermoso compartir con ellos también.

—Tu actividad es bastante variopinta, entre el deporte y el entretenimiento. ¿Cómo definirías la propuesta de Vamo arriba que es domingo?

—Es un programa distendido, donde pasamos de maravilla con el equipo que armamos con Luis Alberto Carballo, Rosina Benenatti y el resto del equipo y la producción de Sinapsis. Lo único malo que tiene ese programa es que no me deja dormir el domingo todo lo que me gustaría. Pero compensa con el disfrute. Hay una química que se respira en el estudio y la verdad que los invitados que han venido remarcan justamente eso, lo cómodo que se sienten y lo bien que la pasan.

Alejandro "Lali" Sonsol

Tuya y mía (Radio El Espectador) arrancó su temporada 8 con el programa y las transmisiones. ¿Cómo está armado el equipo?

—Ahí estamos al firme con mi hermano Diego y con mi madre, Patricia Datz, respaldándonos desde el área administraba. Ella es agente inmobiliaria pero también colabora con nosotros. Toda la estructura la armó papá y tratamos de sostener su legado. El respaldo de la dirección de la radio, del Grupo Magnolio, es fundamental y en ese camino seguimos. Después del fallecimiento de papá, creo que todos tuvimos que dar un paso adelante. Me parece que en general lo supimos dar, a juzgar por lo que recibimos de la audiencia, los directores de la radio y los clientes que siguen apoyando el proyecto.

—El otro día un usuario en redes te señaló que un triple decisivo no dijiste “pa, pa, pa”. ¿Fue casualidad o te estás diferenciado del estilo de relato de tu padre Alberto?

—Es una pregunta rara. Yo uso permanentemente el pa, pa, pa. En alguno quizás el relato va para otro lado, pero lo tengo muy incorporado. Por supuesto que soy discípulo de mi viejo en cuanto al tipo de relato, pero creo que tengo formas diferentes al que él tenía, tanto en fútbol como en básquetbol. El espejo está ahí pero también creo que tengo mi impronta. De hecho, el “pa, pa, pa” es algo que yo incorporé luego cuando desde la Federación le hicieron un reconocimiento a mi viejo y mi hermano me pidió, en nombre de todos los amantes del básquetbol, que siguiera con el “pa, pa, pa” porque no podía morir esa marca registrada y que por cuestiones lógicas yo era el único que lo podía continuar. A mí me da un poco de miedo justamente por la comparación, pero lo hago como un homenaje al redactor más grande que tuvo el básquetbol del Uruguay en la historia. No lo digo yo, sino todo el ambiente.

—En marzo se cumplirán tres años de su partida. ¿Cómo cree que lo ha procesado la familia?

—Nunca estás preparado para afrontar lo que viene de una ausencia. Se siente todos los días, tanto a nivel individual para cada uno de nosotros como para la familia en su conjunto. Pero bueno, seguimos adelante. Se lo extraña un montón y yo lo sigo escuchando, dándome sugerencias o consejos en mis charlas imaginarias con él. Ante algunas situaciones me imagino que me diría. Yo no creo en aquello de que cuanto más tiempo pasa, menos duele. Te diría que a veces duele más, pero uno se va acostumbrando a vivir con el dolor. En mi caso, me entristece mucho más no tenerlo cuando me pasan cosas buenas que de repente cuando me pasan cosas malas. Debe ser por la satisfacción que a él le generaba verme bien. Extraño todo eso. Me encantaría presentarle a Sofi, que venga a comer a casa y compartir esos momentos únicos con él.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad