PEÑAROL
El mensaje de agradecimiento a Kevin Dawson engrandece la figura del juvenil arquero y es el mejor ejemplo para demostrar que en el fútbol lo colectivo siempre debe estar por encima de lo individual.
Te toco entrar en un momento difícil!!! Fuiste fundamental para lo q estamos viviendo hoy todos los peñarolenses. Gracias por sacarme campeón amigo ud83dude4cud83dudc50 ud83cudf11ud83cudf15ud83cudfc6 @kevindaw1992 pic.twitter.com/MorJTy4N0o
— Gaston Guruceaga (@gguruceaga) 11 de diciembre de 2017
","
No es sencillo dejar de ser titular, mucho menos cuando desde el propio club te proyectan como un gran diamante de la institución. No es nada fácil quedarte en el banco de suplentes para escuchar los aplausos que recibe el jugador que se ganó el derecho a ocupar ese puesto que creías ganado.
El fútbol suele tener sus momentos de crueldad. La vida del éxito es más efímera que la del fracaso. Es más sencillo olvidar rápidamente las jornadas de las contiendas ganadas, aquellas en las que sobran luces de colores, en las que hay abrazos y palmadas de recompensa. Ese fútbol devorador de jugadores suele convertir en eternas salas de tortura aquellas tardes o noche en las que el destino jugó una mala pasada.
Y ahí es más difícil, todavía, demostrar que el éxito colectivo está por encima del trabajo individual. Por eso, cuando un jugador es capaz de rendir su homenaje al compañero que fue figura preponderante del campeonato logrado, jugando nada menos que en su puesto, vale la pena ponderarlo y colocarlo en el sitial que se merece.
Cuando alguien me pregunte cómo se forma un grupo me limitaré a contar lo que escribió Gastón Guruceaga en su cuenta de Twitter en agradecimiento al trabajo de Kevin Dawson.
Horas después del logro aurinegro y sin haber tenido la posibilidad de defender al equipo de sus amores en la cancha, lo que resta por establecer es que Gastón Guruceaga es un verdadero campeón.