LA CLAVE
Fernando Pereira se “despidió” de su rol sindical con un paro, flojo en participación, pero que perjudicó a miles de uruguayos. Y ahora arranca un rol partidario, que no es otra cosa que transparentar lo que todos sabían. Pero incluso ese paso arrancó mal. En su primer acto dijo que buscará una mujer, menor de 40 años, para que lo acompañe. Esto generó la natural molestia de las mujeres frenteamplistas que se ven usadas con un fin casi decorativo. ¿Se imagina si eso lo hubiera dicho un blanco o un cabildante?