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Energías renovables

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EDITORIAL

Las fuertes caídas en el costo de la electricidad eólica y solar les presentan otras opciones a los gobernantes. Estas tecnologías siempre fueron bajas en carbono y relativamente rápidas de construir, por lo que en muchos países son la alternativa más barata.

En momentos en los que las discusiones sobre el cambio climático y la guerra a loa elevados índices de contaminación está llegando a niveles cada vez más extremos, resulta oportuna una reciente información brindada por Bloomberg NEF sobre lo que acontece hoy con las energías llamadas renovables. El estudio “Tendencias Globales en la Inversión en Energías Renovables” es coordinado por ONU Medio Ambiente, en cooperación con el Centro de Francfort y cuenta con el respaldo del Ministerio alemán del rubro.

En 2018, las éstas recibieron tres veces más apoyo financiero que los combustibles fósiles. En diez años, la inversión en energía renovable alcanzará los 2,6 billones de dólares americanos.

En estos años la energía solar ha sido la campeona entre todas las tecnologías de generación. Un trabajo publicado justo antes de la Cumbre sobre Acción Climática de la ONU, muestra que la capacidad instalada de renovables en esta década, excluyendo a las grandes plantas hidroeléctricas, se cuadruplicará, de 414 GW a 1650 GW.

Solo la energía solar atrajo US$ 1300 millones, la mitad de todas las inversiones. A fines de 2019, su capacidad habrá crecido desde 25 GW a principios de 2010, a un estimado de 663 GW. Cantidad suficiente como para abastecer a unos 100 millones de hogares promedio, en los Estados Unidos durante un año.

La energía renovable generó 12,9% de la electricidad en 2018, por encima del 11,6% de 2017. Esto significó evitar alrededor de 2000 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono el año pasado, un ahorro sustancial, dado que las emisiones globales del sector eléctrico llegaron a los 13 700 millones de toneladas.

Si se incluyen todas las tecnologías de generación (fósiles y libres de carbono) en la década se habrá instalado una capacidad neta de 2 366 GW. Y como ya se dijo, encabeza ese cambio la fuente solar con 638 GW de capacidad instalada, seguida por el contaminante carbón, 529 GW, el viento y el gas ( fósil), en tercer y cuarto lugar, con 487 GW y 438 GW respectivamente.

Otra noticia a tener en cuenta es que la competitividad -el gran tirano- de los costos de las renovables han mejorado notablemente en estos 10 años. El costo nivelado de la electricidad ( un indicador que compara distintos métodos de generación de electricidad de manera consistente) ha disminuido 81% desde 2009 en el caso de la energía solar fotovoltaica y 46% en el de la energía eólica terrestre.

Aquí podríamos hacer la salvedad de que el gobierno del Frente Amplio tuvo como buena iniciativa el fomento de nuevas fuentes de energía. Pero lamentablemente, no pudo con la inclinación estatista. Por lo tanto, UTE se convirtió en el dueño de varios parques eólicos y el tema de los contratos, ya sea con los productores privados, como con las ventas a la Argentina, o el experimento local de economía popular, tienen mucha tela para cortar. En los últimos tiempos, ha bajado la energía eólica, lo que le permitió al Presidente Macri negociar precios para el Estado mucho más convenientes que los que arregló nuestro gobierno. Y también logró buenos precios con la solar, la que se lleva la palma en cuanto a abaratamiento.

Las fuertes caídas en el costo de la electricidad eólica y solar les presentan otras opciones a los gobernantes. Estas tecnologías siempre fueron bajas en carbono y relativamente rápidas de construir, por lo que en muchos países son la alternativa más barata. Junto a estos adelantos vienen las empresas tecnológicas y especializadas, mientras el capital recaudado por las compañías de energías renovables ha ido subiendo en los mercados, lo mismo que el capital de riesgo y de inversión privada.

Dentro de 10 años, Alemania producirá dos tercios de su energía de fuentes renovables. Un país industrial por excelencia, demostrará que se puede eliminar el carbón y la energía nuclear, sin poner en riesgo su economía, según lo afirmó su Ministra de Medio Ambiente. Desinvertir en carbón es otro de los asuntos dentro del campo de las finanzas sostenibles. China ha sido el mayor inversor en capacidad de energías renovables. Le sigue Estados Unidos y Japón. En Europa, Alemania está a la cabeza y detrás suyo el Reino Unido.

Aunque es buena nueva el avance de energías más limpias, tampoco se puede ser complaciente. Las emisiones globales del sector eléctrico han aumentado alrededor de 10% durante este período, por lo que hay que acelerar la transición a las renovables. A pesar de conocerse los beneficios tanto climáticos como económicos, hay que invertir más para limitar el calentamiento global ,a 2°C al menos.

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