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¿Datos manipulados?

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FRANCISCO FAIG
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A dos meses de empezado el nuevo gobierno aparecieron decenas de ollas populares y miles de personas que precisan ayuda urgente. ¿Quiere decir que siempre hubo más pobres de los que se decía y que por tanto en la era frenteamplista se maquillaron las estadísticas?

Nadie cree que haya habido manipulación de datos por parte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), si por ello se entiende que ese instituto haya recabado informaciones, por ejemplo a través de encuestas, y que al hacerlas o luego procesarlas, falseara adrede los resultados en un sentido favorable al gobierno del Frente Amplio (FA). Nadie tampoco estima que los equipos técnicos del INE sean incompetentes o proclives a mentiras sistemáticas y escondidas, de forma de elaborar índices que arrojaran guarismos inventados en favor de la gestión del FA en el poder.

No es eso lo que se cuestiona. El nuevo Director del INE, Diego Aboal, lo ha expresado con claridad: los principales índices que publica el INE tienen una base de más de 10 años, y en algún caso de más de 20 años. En materia organizacional, ninguna de las 6 divisiones del INE tenía director al momento en que él asumió, y varios departamentos y varias secciones estaban acéfalos. En el mismo sentido, ya en 2018 el sindicato de funcionarios del INE se quejó de problemas logísticos que dificultaban la realización de las encuestas de hogares; y la anterior jerarca del INE reconoció en su momento que había enormes demoras en modernizar las bases mencionadas por Aboal.

¿Por qué el INE sigue considerando pobre a toda aquella persona cuyo ingreso, a marzo de 2020, era menor a $ 15.174 en Montevideo, $ 9.882 en el Interior urbano y $ 6.702 en el Interior rural? Es notorio que hubo al menos una década de un crecimiento económico excepcional, de grandes cambios en las pautas de consumo, y de una enorme revolución tecnológica y productiva sobre todo en el Interior rural. ¿No es ri- dículo entonces que alguien que perciba, por ejemplo, apenas $ 7.000 en pueblo Grecco o $ 10.000 en Punta del Este por mes, ya no sea considerado una persona pobre para el INE?

El maquillaje consiste en que como los umbrales de ingresos definidos estadísticamente son tan bajos, el INE puede decir, por ejemplo, que solo hubo 8,8% de pobres en 2019. Y la pregunta se hace entonces evidente: ¿cómo no hubo en todos estos años una redefinición del monto para establecer una línea de pobreza monetaria que fuese francamente más realista?

Se puede excluir la mala fe (aunque el talante leninista de tanto frenteamplista sonría socarronamente ante tamaña ingenuidad). Se puede considerar que lo que hubo fue desidia, esa misma que en estos dos meses ha emergido, feroz, en los contenedores sin abrir en el puerto y sus donaciones humanitarias sin repartir, o en la situación aberrante de la gran mayoría de los residenciales de ancianos de los que jamás se ocupó el FA en el gobierno.

Pero lo que no puede ocurrir es que los izquierdistas se rasguen ahora sus raídas y grises vestiduras, y griten como histéricos defiendo la seriedad estadística de sus gobiernos, cuando se les señala, calmamente, que los datos oficiales maquillaban una pobreza que era, en realidad, mucho más numerosa que lo que el INE afirmaba. Porque el maquillaje rompe los ojos.

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