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Un acuerdo temporal y precario de cese el fuego fue alcanzado entre las fuerzas turcas y las milicias kurdas en el norte de Siria, donde la intervención de Ankara sumergió en más confusión el rumbo de la guerra civil. "En las últimas horas hemos recibido la garantía de que todas las partes implicadas dejarán de dispararse y se concentrarán en la amenaza del Estado Islámico", aseguró el coronel John Thomas, portavoz del Centcom, el Comando militar estadounidense en Medio Oriente. Thomas se refirió de ese modo a turcos y a kurdos, ambos aliados de Washington en la guerra contra el Estado Islámico. A raíz de esa tregua, las fuerzas del opositor Ejército Sirio Libre (ESL) apoyadas por Ankara que habían partido desde la localidad de Yarablus y llegado a unas decenas de kilómetros al norte de Manbij, bajo control kurdo, tuvieron que detenerse. El miércoles pasado, las tropas turcas y los rebeldes opositores del ESL conquistaron Yarablus, en la frontera turco-siria, que controlaba el Estado Islámico. La ofensiva del ESL debería apuntar ahora al oeste, precisamente hacia Al Bab, otro importante centro aún en manos del Estado Islámico. Las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que Turquía considera "terroristas", no cuentan sólo con el respaldo de la aviación y de las fuerzas especiales enviadas por Washington, sino también con el de voluntarios estadounidenses. Tres de ellos, según fue reportado ayer por el Observatorio Nacional para los Derechos Humanos en Siria, fueron asesinados en los combates contra el Estado Islámico. Según fuentes citadas por la ONG, los voluntarios muertos fueron identificados como Jordan Andrew, Will Savage y Levi Jonasn, y fueron retenidos en el paso fronterizo de Simalka, entre la provincia siria de Al Hasaka e Irak.COMBATES EN SIRIAANSA
El Estado Islámico (EI) lanzó una serie de ataques suicidas contra las posiciones del ejército iraquí que protegen la refinería Baiji, la más grande del país, ubicada 200 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes militares. Se trata del ataque "más violento desde hace meses" protagonizado por los yihadistas, pero el ejército mantiene sus posiciones y posee "el total control" del complejo industrial, aseguraron las fuentes militares en Bagdad. Según las fuentes militares, los yihadistas lanzaron tres intentos sumamente violentos con ataques suicidas, pero todos fracasaron sucesivamente. El último ataque fue lanzado en las últimas horas mediante una operación coordinada contra la refinería petrolera ubicada en la región de Salahuddin, junto a la carretera que une a Bagdad con Mosul. El ejército aseguró que estos ataques fracasaron y mantienen el control del perímetro de la refinería. Por el contrario, los voceros de EI aseguraron que controlan el 50 % de la refinería y en las redes sociales publicaron fotografías que muestran a numerosos yihadistas armados adentro del gigantesco establecimiento. Sin embargo, no está confirmado que esas fotos correspondan a tiempo real. Los yihadistas y el ejército se disputan desde hace meses el control de la refinería, la ofensiva yihadista comenzó hace un año.ataques yihadistas
Las fuerzas iraquíes entraron ayer en Tikrit, en un nuevo avance de la ofensiva lanzada hace diez días para recuperar la ciudad norteña de manos de los yihadistas, informaron oficiales del Ejército. En paralelo, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) lanzó ataques con bomba coordinados contra áreas controladas por el gobierno en la ciudad de Ramadi (oeste), acabando con la vida de al menos 17 personas, según fuentes médicas y de la Policía. Altas fuentes militares señalaron que las fuerzas del gobierno estaban luchando "para limpiar el barrio de Qadisiya" en Tikrit. "Pudimos controlar el hospital militar de Tikrit, cercano al centro de la ciudad", localidad natal del dictador Saddam Hussein, dijo. "Pero estamos llevando a cabo una batalla muy delicada porque no estamos enfrentándonos a combatientes sobre el terreno, sino a un terreno lleno de trampas y francotiradores. Nuestros movimientos son lentos", agregó el oficial. Además, afirmó que las fuerzas que entraron en Qadisiya el miércoles por la mañana incluían al Ejército y la Policía, así como a miembros de la fuerza de voluntarios de las Unidades Populares de Movilización. Las fuerzas iraquíes se habían ido acercando en los últimos días pero rechazaban entrar en la ciudad, emprendiendo únicamente operaciones a pequeña escala a las afueras de Tikrit. Al otro lado de la frontera, en Siria, el EI lanzó una ofensiva para intentar conquistar la ciudad kurda de Ras al Ain (norte), fronteriza con Turquía, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Ras al Ain, situada en la provincia de Hassak y que tenía alrededor de 50.000 habitantes antes de la guerra, está controlada por la principal milicia kurda de Siria, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG). Los combates dejaron decenas de muertos en los dos bandos, según el OSDH, que se apoya en una extensa red de fuentes en Siria. La ciudad está situada a unos treinta kilómetros de Tal Tamer, que los yihadistas quieren tomar para abrir un corredor entre la provincia de Alepo y la frontera iraquí y Mosul. El noreste de Siria es estratégico para los yihadistas, pues ofrece un pasaje hacia Turquía pero sobre todo hacia Irak. La coalición internacional se felicitó por haber cortado las rutas que utilizaba el EI entre ambos países, principalmente las "vías de comunicación utilizadas históricamente por el EI para enviar hombres y material a Irak, a Tal Afar y Mosul". AFPGuerra al yihadismo