Por Fabiana Culshaw
El lema del mundo cripto, In Code we trust (“En el Código confiamos”, en contraposición a la leyenda de los biletes del dólar: In God we trust, “En Dios confiamos”) fue citado por Martín Benítez Aramendia, vicepresidente la Cámara Uruguaya de Fintech, en un evento exclusivo para miembros al que asistió El País.
La cita fue por el buen augurio para las criptos en 2024, ya que luego de la “racha dura” del año pasado, todo indica que levantarán cabeza con fuerza. “El año pasado fue malo por el ciclo habitual del sector de los cuatro años, y también por algunos hechos de impacto como la quiebra de la plataforma de criptomonedas FTX (dejó deudas de casi US$ 3.100 millones a sus 50 acreedores), pero ahora la industria se ha saneado luego de una depuración y el crecimiento será más sólido”, afirmó Benítez Aramendia.
El también country manager de Ripio Uruguay (uno de los exchanges cripto más grandes de la región) señaló que por el 2014 hubo una caída brutal del valor de las criptomonedas, que llegó al 80%, pero que mucha gente siguió invirtiendo en esta tecnología asumiendo que los ciclos existen, y últimamente han surgido muchos desarrolladores en esta industria. “Por eso el próximo ciclo de crecimiento, que comenzará en 2024, será grande”, reafirmó.
Lo cierto es que la gente ha aprendido el holding y ya no entra en pánico o desconfía tanto de este sector relativamente nuevo, o de sus caídas. El hold consiste, precisamente, en comprar criptomonedas y mantenerlas sin venderlas por un período de tiempo largo, independientemente de las fluctuaciones del mercado.
Ese aprendizaje del mercado ayuda al crecimiento de la industria, la cual espera que para el año 2029 el 90% de la población que maneja dinero en el mundo haga uso de las criptomonedas tal como hoy lo hace con el dinero físico.
Esto no quiere decir que existan menos riesgos de pérdida del valor de la inversión (por la alta volatilidad en el precio de las criptos, fraudes, o el hecho de que no cuentan con el respaldo de un banco central) ya que esto va a seguir existiendo, pero sí la gente tiene mayor conocimiento sobre cómo manejarse ante esas variables, y en el mundo estas monedas están siendo más aceptadas.
Sacudón
La crisis bancaria internacional con la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos, entre otros bancos, y la compra de Credit Suisse por parte de UBS, ha sacudido los mercados, incluyendo al mundo cripto.
Tras la bancarrota de SVB, las acciones se desplomaron, pero el bitcoin y el ethereum subieron; el primero mencionado superó los US$ 27.000 este viernes, mientras que el segundo cotizó a US$ 1.717, esto es 4% más que el día anterior y más de un 20% en siete días.
De todas formas, el sector es muy fluctuante y no hay que dejar de observar que uno de los bancos que quebró, el Silvergate Bank, es uno de los principales prestamistas del mercado de las criptomonedas.
“La crisis del SVB y otros bancos demostró que el sistema financiero tradicional no es tan seguro. Además cobra demasiado por las transacciones, a diferencia de las transacciones de las cripto, mucho más económicas y rápidas”, defendió Benítez Aramendia. “Cada vez más gente quiere sumarse a esto para evitar la dinámica de los sistemas financieros tradicionales”, agregó.
Halvings cada cuatro años
El próximo halving de Bitcoin está programado para ocurrir en 2024.
Durante el halving, la recompensa de bloque para los mineros de Bitcoin se reduce a la mitad, lo que significa que se emiten menos nuevas monedas de Bitcoin en el mercado. Este proceso está diseñado para controlar la oferta de Bitcoin y evitar la inflación, ya que se limita la cantidad de nuevas monedas que se pueden producir. El halving de Bitcoin es un evento muy esperado ya que impacta a toda la comunidad de criptomonedas.
Para los especuladores, un halving puede ser un momento perfecto para empezar a elevar el precio del bitcoin, debido a que la nueva recompensa lo hará más escaso. La demanda sera mayor que la oferta, aumentado así el precio del Bitcoin.
Marco regulatorio
Otra novedad es que se espera que el proyecto de ley en esta materia, que actualmente está en Cámara de Senadores, se apruebe este año.
El proyecto de ley tiene el fin de regular los criptoactivos en sus diversas formas, incluidas las criptomonedas y los critpotoken. Hace referencia expresa a las criptomonedas como medios de pago válidos en obligaciones contractuales, establece distintas categorías de las figuras que operan y las adapta a las ya existentes. “La ley pondrá orden y ayudará a reglas más claras en el sector”, opinó Benítez Aramendia.
Cabe aclarar que las criptomonedas en sí seguirán sin el respaldo del Banco Central (BCU), dado que la descentralización es la naturaleza de las mismas, pero el BCU tiene bajo su responsabilidad garantizar el buen funcionamiento de los mercados y mitigar los riesgos de política monetaria que puedan derivarse del uso de activos virtuales.
Algo similar está ocurriendo en otros países. En Argentina, por ejemplo, avanza una ley en muchos aspectos similar a la uruguaya, que podría aprobarse también este año. Pese a que podría pensarse que la crisis económica y la proximidad de las elecciones presidenciales en Argentina podrían alejar la posibilidad de aprobación de esta ley en ese país en 2023, Gabriel Acosta Magariños, Business Development Manager de Ripio -también expositor en el evento- opinó lo contrario. “Podría salir este año porque se requiere un entorno positivo para el público joven (votante)”, afirmó Acosta Magariños.
Asimismo, arriesgó que la evolución del sector ha llegado a tal punto que, a su entender, la mayor parte de la industria financiera, “quiere trabajar con criptos, pero están esperando la regulación. Algunos países ya la tienen”. Paraguay tiene una legislación que regula la minería de datos, y, por ejemplo, El Salvador ha llegado “al extremo” de decretar al bitcoin de curso legal. “Hay que ver cómo les va. Ahora (el presidente Nayib Bukele) está contento pero el año pasado las pasó mal”, concluyó Martínez Benítez.
Suben los miembros vinculados a las cripto
La Cámara Uruguaya de Fintech está sumando un mayor número de miembros relacionados con criptos en sus filas. Como miembros están, por ejemplo, Cryptotrust (fiduciaria), Ripio, Criptala, UyBit, Prex (que tiene un módulo de cripto), entre otras.
Actualmente, la Cámara tiene 64 miembros y participa en el nodo de innovación del Banco Central (BCU). Más de la mitad de sus empresas miembro (el 54%) están en el nivel de capital semilla, mientras otras han llegado a financiamientos propios de mayor alcance.
Lo más habitual es que hayan realizado al menos alguna ronda de inversión. El 39% ha validado sus negocios, el 20% llegó a validación de mercado, y el 4% está escalando.
En cuanto al uso de las criptos en Uruguay, se recurre a ellas básicamente: como inversión, para comercio con Argentina en esta coyuntura de crisis en el vecino país, como remesas (sobre todo por parte de venezolanos que vienen en Uruguay y envían dinero a sus familias en el país de origen), y freelancers del sector tecnológico que, de un tiempo a esta parte, suelen cobrar en criptomonedas por sus servicios profesionales; luego las convierten en exchanges, o hacen sus compras en los comercios que aceptan las criptos.
Por su parte, Ripio, que es un miembro fuerte de la cámara y cobró vuelo fundamentalmente a partir de su alianza con Mercado Libre, entre otros hitos, anunció que lanzará su “Ripio Card” en Uruguay este año. El evento fue organizado por Project Management Institute en las oficinas de Ripio en el WTC.