Hoy en día Uruguay cuenta con un total de 90 barrios privados. La mayor concentración se da en el departamento de Maldonado, ya que el 50% del total se encuentra allí, mientras que Canelones le sigue en la lista con un total de 19 emprendimientos de este estilo. Asimismo, Colonia, Rocha, San José, Soriano y Lavalleja forman parte de la lista de departamentos que cuentan con estas zonas alejadas de la sociedad y la rutina citadina, según informaron desde la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU) a El País.

En ese marco, ¿por qué se ha potenciado tanto la búsqueda de estos espacios pensados sobre todo para familias de alto poder adquisitivo? ¿Cuáles son sus pros y sus contras? ¿Cuánto cuesta un metro cuadrado (m2) para construir tu casa desde cero? ¿Cuáles son los precios aproximados por las casas ya terminadas?

Tras la pandemia por coronavirus, el “boom” de los barrios privados se potenció, ya que muchas familias de altos ingresos optaron por adecuarse a nuevos métodos laborales (como el teletrabajo) para no tener la necesidad de trasladarse a distancias largas. Sumado a ello, las zonas demográficas de más concentración de población en Montevideo no cuentan con espacios verdes ni seguridad, factores fundamentales que llevan a que estas familias tomen la decisión de irse a los barrios privados, según Matías Medina, vicepresidente de la CIU.

Lo mismo opinó Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado/Punta del Este, ya que afirmó que durante los últimos cuatro años los barrios privados se han implementado “mucho más”, ya que se buscan complejos con seguridad, piscinas y buenos jardines, sin la necesidad de andar “entre tantos edificios”. “Esa tendencia ha seguido y al día de hoy el número de personas que quiere formar parte de esos lugares crece cada vez más”, agregó.

Los espacios verdes y la seguridad son factores claves. Sin embargo, según Medina, el concepto de “barrio privado uruguayo” trata de generar un “sentimiento de comunidad”, pero a la vez se busca que estos no se alejen tanto de los servicios convencionales de la ciudad, como pueden ser escuelas, hospitales y supermercados, por lo que si uno desea vivir allí, existe una conexión entre “la persona y el entorno general de la sociedad”.

En esa línea, quienes más se van a los barrios privados (sobre todo los ubicados en Canelones), son aquellos que viven o están próximos a Punta Gorda, Carrasco, Pocitos y Villa Biarritz, según el vicepresidente de la CIU.

En el caso de los dos primeros barrios, las familias buscan alejarse de allí por la seguridad, sumado a que no tienen inconvenientes en resignar su “terreno grande” por uno “más chico, con vista al lago y menos metraje de patio, pero que igual genere la misma calidad de vida”.

También hay un perfil de familias que viven en apartamentos con gastos comunes “muy elevados” (como es el caso de Pocitos y Villa Biarritz) que buscan un “cambio de aire”, es decir, “patio y verde”, según Medina.

Sin embargo, el vicepresidente de la CIU admitió que estos barrios “top” aún presentan desventajas, como lo son la logística e infraestructura. En cuanto al primer punto, los adolescentes son quienes más se ven afectados por ello, ya que son quienes más “sufren” la lejanía con la ciudad al no tener forma propia de llegar allí. Por otro lado, Medina afirmó que los barrios privados deben darle “retoques” a la zona aledaña, ya que “muchas veces el entorno no es muy atractivo”. “Las intendencias deben trabajar para fomentar mejor iluminación y pavimento, por ejemplo. Son aspectos de la zona que hacen al barrio privado más atractivo a la vista, ya que de nada sirve vivir allí si el entorno es malo”, explicó.

Esto no afecta solo a las familias que residen allí, también al personal que trabaja en los barrios privados, ya que la falta de estructura (sobre todo en las entradas) “complica la llegada de locomoción”.

A pesar de que el aislamiento con la sociedad y la lejanía con algunos servicios pueden ser consideradas desventajas, Luis Silveira, tesorero de la CIU, opinó que hay muchas familias que “buscan exactamente eso”, sobre todo luego de la pandemia.

Si nos referimos a precios en estos barrios, los mismos varían dependiendo si uno quiere construir su hogar desde cero o prefiere comprar una propiedad terminada.

Silveira destacó que el precio de m2 ronda los US$ 180 y llega hasta US$ 230 en algunos de los barrios más “top”, mientras que el precio de las que ya están prontas, según Medina, ronda los US$ 250.000 o US$ 300.000 (se valoriza más si cuenta con dos o más niveles y piscina).

En el caso de Punta del Este, el precio del terreno para construcción dependerá de la “dimensión del lote”, según Sena, aunque el mismo ronda entre los US$ 140.000 y llega hasta US$ 250.000. En el caso de las casas ya terminadas, el precio va de US$ 350.000 a US$ 400.000.

Cabe destacar que en Maldonado se repite mucho una tendencia en los barrios: los argentinos que viven “periódicamente” en ellos, generalmente en temporadas de verano. A su vez, muchos de los inversores que compran y luego venden estos lotes son oriundos del país vecino, por lo que no solo están comprando casas prontas o lotes para ellos y sus familias, sino que “ellos mismos terminan promoviendo la zona entre sus pares”, según Silveira.

¿Qué amenities buscan las familias al instalarse allí? piscina, canchas de fútbol, parrilleros comunes grandes, buenos servicios internos, etc.

Consultado sobre las perspectivas para el año entrante, el vicepresidente de la CIU dijo que el mercado de barrios privados continuará siendo dinámico, por lo que comenzará una nueva etapa en donde tendrán que competir entre ellos para atraer familias.

¿Quién ganará? El que “ofrezca los mejores servicios a buenos precios”, aseguró Medina.

Carolina García, gerente comercial de La Buonora & Asoc. Desarrollos, destacó que algo que ha sido “vital” en el desarrollo de los barrios privados son los servicios que brindan las zonas aledañas. Jugadores como Tienda Inglesa, Car One, Decathlon, diversas tiendas y hasta centros médicos han logrado que los barrios privados sigan la “tendencia mundial” de los demás, en donde todos los servicios están al alcance de la mano y aun hay cada vez más en puerta para que las familias sigan apostando por ellos.