Acción preventiva
Colegios en Francia incluyen clases para mostrar cómo se descubre falsedad en redes.
Un grupo de adolescentes llenó un salón en el Collège Henri Barbusse, en las cercanías de Lyon para una cláse típicamente dedicada a enseñar el idioma español. Pero, ese día, una lección inusual los esperaba.
En la pizarra estaban escritos cinco posteos de Twitter. Los alumnos debían descifrar si eran confiables o sospechosos.
Los alumnos se enfocaron rápidamente en un posteo de la política de extrema derecha, Marine Le Pen, referido a un incidente que estuvo en los títulos de los diarios impresos y en las ediciones digitales, en el que un adolescente amenazó a una profesora en Francia. Un estudiante estimó que el posteo de Le Pen era confiable porque su relato había sido verificado por Twitter.
Pero, Samia Houbiri, de 15 años, sostuvo que Le Pen simplemente quería concitar la atención. "Ella elige un tema, exagera las cosas, y entonces la gente dirá que tiene razón y deben votar por ella", afirmó.
Al frente de la clase y del taller de ese día estaba la periodista Sandra Laffont —se desempeña en Agence France-Presse en Lyon— quien comentó: "A veces, los políticos exageran la realidad porque su meta es convencer a la gente que sus ideas son las correctas".
La clase es parte de un novel experimento que realiza el gobierno para trabajar con periodistas y educadores con la finalidad de combatir la difusión online de desinformación. Francia coordina una de las acciones más grandes del mundo de alfabetización en materia de medios nacionales e internet para enseñar a los estudiantes, comenzando en los últimos años de la escuela, cómo descubrir información online que es basura.
Desde 2015, el gobierno de Francia incrementó los fondos para cursos sobre los problemas del mundo online. Unos 30.000 docentes y otros profesionales de la educación reciben entrenamiento en el tema cada año. En algunos lugares, las autoridades locales requieren que jóvenes adultos complementen un curso de alfabetización de internet para recibir beneficios sociales, como es el caso de un subsidio mensual.
El Ministerio de Cultura de Francia duplicó el presupuesto anual para los cursos a 6 millones de euros (US$ 6,8 millones) y agrega a la currícula nacional un curso optativo en el nivel secundario sobre internet y los medios, que está a disposición de miles de estudiantes. Algunos docentes piden que el curso sea obligatorio, como lo son historia y matemáticas.
"Cuánto más joven comience, mejor", estima Serge Barbet, quien encabeza Clemi, el programa principal del Ministerio de Educación que coordina esta acción. "Por eso, impulsamos que haya más educación sobre los medios. Es una necesidad vital ante una amenaza".
Laffont se involucró en esta acción después que cofundó la organización Entre Les Lignes (Entrelíneas) en 2010. El grupo enseñó a estudiantes sobre periodismo, pero evolucionó para incluir la desinformación en internet y las redes y plataformas sociales.
El gobierno destaca que el programa de Laffont es un modelo y ha destinado decenas de miles de euros desde 2017 para ayudar a su crecimiento. Ahora, 155 periodistas son voluntarios, incluyendo muchos de Le Monde —el diario principal de Francia— y el grupo ya realizó, este año, unos 500 talleres con estudiantes.
Laffont da clases simples. Incorpora Twitter y YouTube y comparte los links a los sitios web que los estudiantes pueden usar como referencias para verificar los datos. Asimismo, explica las bases de cómo los periodistas recogen y confirman los hechos, para que ayude a revertir la desconfianza que algunos estudiantes tienen de los medios, así como ayudarlos a desarrollar un ojo más crítico a lo que ven online.
"Comprendimos que debíamos volver a los fundamentos antes de mencionar las fake news y las teorías conspirativas: enseñar qué son noticias, quién las hace y cómo se verifican las fuentes", explicó Laffont.
Ataques a elecciones plantean la urgencia
Francia advirtió la necesidad de una amplia alfabetización sobre los medios e internet antes que otros países. En 2015, el ataque mortal contra la revista satírica Charlie Hebdo expuso una profunda desconfianza sobre algunos medios y la vulnerabilidad ante las teorías conspirativas online.
Los esfuerzos adquirieron nueva urgencia después que las elecciones presidenciales en Estados Unidos y Francia resultaron blanco de campañas de desinformación rusas y luego de la difusión de teorías conspirativas a la luz de los ataques terroristas cometidos en París y Niza. Las protestas violentas protagonizadas por los chalecos amarillos que estremecen a Francia desde hace varias semanas han sido organizadas a través de Facebook y otras redes, donde posteos engañosos o videos distorsionados obtuvieron muchos "me gusta" y fueron compartidos miles de veces.
En otros países, también crecen los programas para alfabetizar sobre internet, aunque han quedado a cargo de grupos privados como el Proyecto de Alfabetización de Noticias, en Estados Unidos, que es financiado por fundaciones y empresas como Facebook y Google.
Este mes, las autoridades de la Unión Europea exhortaron a los países del bloque a ampliar los programas de educación como parte del esfuerzo contra la desinformación y la interferencia en las elecciones.