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Trágica historia tras el femicidio de San Carlos

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Ella denunció violencia y él recibió una orden de alejamiento.Foto: M. Gallardo

OTRO CRIMEN CONTRA UNA MUJER

Orden de alejamiento no funcionó, la mató y se suicidó.

Araceli Umpiérrez (53) fue ultimada por su pareja que la degolló en la madrugada del martes. Era trabajadora de la salud, tenía tres hijas de 21, 27 y 32 años de un primer matrimonio. Se hizo conocida en San Carlos por su incansable lucha por tratar de encontrar a su hermana desaparecida veinticuatro años atrás.

Su asesino, Víctor Cruz, de 49 años, luego de matarla se colgó de un hierro existente en el interior del departamento que él alquilaba en la calle Treinta y Tres, en el barrio carolino de Martín Vidal. Cruz trabajaba en una obra ubicada en las cercanías de su vivienda.

Araceli trabajaba en servicios del sanatorio de la Asistencial Médica Departamental de Maldonado de la ciudad de San Carlos. Tenía turnos rotativos.

A la hora 0:00 del pasado martes Araceli dejó su trabajo en el nosocomio carolino y se subió a su automóvil Volkswagen UP de color blanco. En lugar de dirigirse hacia su casa abordó su automóvil estacionado frente al sanatorio y tomó por la avenida Ceberio hacia el norte. Al llegar a la calle Treinta y Tres giró hacia la izquierda.

La mujer había dicho en su entorno que su pareja le confesó que si lo dejaba se mataría.

Luego de transitar varias cuadras estacionó en el frente de la casa identificada con el número 1278 de la referida calle. Con unas compras que había realizado tras salir del trabajo, entró por el garaje ubicado sobre la derecha de la casa frentista y avanzó hacia el apartamento ubicado al fondo. Allí la esperaba Víctor Cruz, su pareja desde hacía mucho tiempo. Lo que pasó luego es materia de estudio del fiscal Rodrigo Morosoli.

Araceli, como tenía un horario de trabajo rotativo, debía ingresar a trabajar a la hora 6:00 del martes. Su ausencia preocupó a sus compañeras de trabajo porque nunca había llegado tarde.

Una de ellas la llamó a su celular en reiteradas oportunidades pero nunca recibió respuesta. Paso seguido, una de sus hijas fue advertida. Al percatarse de que no se encontraba en su casa, dos de sus hijas concurrieron hasta la de Cruz en el barrio Martín Vidal de San Carlos.

En el lugar fueron sorprendidas por la presencia del automóvil de su madre estacionado en el frente de la vivienda. Caminaron hasta la puerta del departamento alquilado por Cruz y tocaron a la puerta varias veces. No hubo respuesta. La Policía fue advertida de la situación en el acto por el teléfono 42911.

La llamada se recibió a las 8:30 del pasado martes en la Policía. Los uniformados llegaron al apartamento y notificaron del hecho al fiscal de turno subrogante, Rodrigo Morosoli, quien a su vez solicitó al juez de turno la orden de allanamiento correspondiente. Con ésta en su poder, los policías rompieron la puerta de la finca.

En el interior de la vivienda los efectivos encontraron al hombre colgado de la viga de la finca. En otra habitación se encontraba Araceli, degollada. Ambos estaban desnudos.

El caso llamó la atención de los vecinos del lugar quienes afirmaron a El País que era notoria la presencia diaria de Araceli en el departamento de Cruz.

Esa presunta normalidad escondía otra realidad. En junio pasado la víctima había denunciado a Cruz por diversos hechos de violencia ante la seccional Segunda y eso se elevó a la Justicia cuyo titular emitió una orden de restricción contra Cruz. No podía acercarse a Araceli. Sin embargo, la pareja retomó la relación.

La Policía pudo establecer que la propia Araceli dijo en su entorno que el hombre la presionaba. "Me dice que si lo dejo se mata", contó en más de una ocasión. La denuncia dio paso a una audiencia entre ambos. Si bien pesaba sobre el hombre la prohibición de acercarse a Araceli, no usaba una tobillera.

En comunidad.

Los vecinos del lugar todavía no salen de su asombro. "Es algo muy desagradable, muy triste e inesperado. Él hacía algunos meses que alquilaba solo ese departamento. Ella comenzó a venir todas las tardes, bajaba del auto con las compras del supermercado. Eso fue entre fines de septiembre o comienzos de octubre. Siempre lo vi a él saliendo a acompañarla hasta el auto", contó una de las vecinas.

"Él llegaba o se iba en su moto. Ni siquiera un buenos días o un buenas tardes. Casi todas las tardecitas llegaba ella. Siempre me pareció raro porque a ella la conozco desde hace muchos años. En todos estos días jamás me saludó. Un día le dije: ¡hola! ¿cómo estás?´ y me respondió medio asombrada. No sé si se quedaba porque no estoy todo el día mirando a ver que hacen los vecinos. Siempre la vi llegando con las bolsas del supermercado. Estaba un rato, dos o tres horas. Luego se iba", añadió la vecina.

Dos décadas buscando a su hermana Margot

Araceli era hermana de Margot Umpiérrez Burgueño, quien desapareció el 2 de julio del año 1993 cuando tenía 27 años de edad. La última vez que se la vio iba caminando hacia el Molino Lavagna. La Policía indagó a decenas de personas. Sin embargo, hasta el momento no se sabe nada de Margot. Araceli se entrevistó con autoridades y encabezó movilizaciones callejeras durante años para saber qué había sido de su hermana. Nunca consiguió una pista.

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