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Dos muertes más y ya van 10 femicidios

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Foto: Marcelo Bonjour

VIOLENCIA DE GÉNERO

Ambos son casos atípicos: a una víctima la mató su pareja de varios años y a la otra la asesinó su hijo.

Cuando las hijas de Laura Duarte (41) volvieron a su casa se dieron cuenta que algo había pasado. Había un vidrio roto y se podían ver rastros de sangre. Las dos niñas habían ido a un raid hípico en Sarandí del Yi, la ciudad del departamento de Durazno donde la familia vivía. Era el domingo 8 de abril, sobre las siete de la tarde.

Asustadas, las jóvenes corrieron hasta lo de un vecino, quien llamó al 911. Cuando la Policía llegó, vio a través de una de las ventanas de la casa un cuerpo colgando. Era el de Eduardo Hernández (52), pareja de Laura y empleado municipal. Los agentes que se acercaron hasta el domicilio todavía no lo sabían, pero a unos metros, sobre el suelo, estaba Laura. Hernández la había apuñalado varias veces en el cuello con una cuchilla que seguía al lado de ella.

Laura era enfermera y trabajaba en una mutualista y en el hospital local. Su familia es de Blanquillo, una localidad a unos 70 kilómetros de donde vivía. Le gustaban los caballos. Tenía tres hijos: las dos niñas y un varón mayor que ellas. Ese domingo, sobre las cuatro de la tarde, lo había visitado en su trabajo. El fiscal del caso, Alejandro Sastre, cuenta por teléfono desde Durazno que no había denuncias por violencia de género contra Hernández. De lo que pudo reconstruir entre familiares y conocidos, tampoco se desprende que antes de ese día él hubiera ejercido cualquier tipo de violencia contra ella.

Una compañera de trabajo describió a Laura como una enfermera "muy honesta" que siempre "se mostró muy responsable". La mujer —que prefirió no revelar su nombre— dijo que había conversado con ella "a nivel personal" y sabía que "había problemas en la pareja". De todas maneras, agregó, Laura estaba "contenta últimamente" porque estaba organizando el cumpleaños de 15 de su hija más grande.

María Esther.

En Montevideo, y días antes, otra mujer fue asesinada. María Esther Rovira tenía 86 años y había recibido una semana atrás una golpiza en su casa de Isla de Gaspar que la dejó en el CTI. Cuando la encontraron tendida en el suelo, la anciana estaba consciente y pudo decir quién la había lastimado así: su hijo.

Esta no era la primera vez que la golpeaba. En 2013 ella lo denunció por ese motivo y el hombre, de unos 55 años, tenía también antecedentes por violencia de dos exparejas, según dijeron a El País fuentes de la Fiscalía.

María Esther, que vivía con su hijo al momento del asesinato, contó su calvario en cartas que escribió a lo largo de varias décadas.

Frente a las cámaras de Canal 4 una amiga muy cercana de María Esther la describió, con la voz entrecortada, como "amorosa y muy buena". "Era muy buena mi amiga", dijo tomándose la cara.

INFORMACIÓN ÚTIL

VIOLENCIA DOMÉSTICA

Línea para asistencia a víctimas de violencia doméstica:

Desde una línea fija 08004141
Desde celulares *4141

El servicio es gratuito, confidencial y anónimo y la llamada no queda registrada en la factura. En función de la situación y la demanda planteada se deriva a la persona a servicios y recursos públicos o privados especializados.
Horarios: Lunes a viernes de 8:00 a 24:00hs , sábados y domingos de 8:00 a 20:00hs.

¿Qué hacer ante una situación de violencia? (Red Uruguaya de violencia doméstica)

• Hablalo con personas de tu confianza: familiares, amigas/os, vecinas/os.
• Si decidís hacer una denuncia policial buscá antes el asesoramiento y apoyo de los servicios especializados en violencia doméstica que te dan el Estado y las organizaciones civiles.
• Irte de tu casa porque te maltratan no es abandono de hogar. Si decidís hacerlo dejá una constancia en la Seccional Policial.
• Si estás lastimado, recurrí a cualquier centro asistencial, policlínica o emergencia móvil y pedí un certificado por las lesiones constatadas.
• Evitá estar solo cuando percibas que pueden agredirte.
• Alertá a alguna vecina/o para que pueda ayudarte. Dejá alguna ventana abierta y la puerta sin llave.
• Si el agresor ya no vive en tu casa, no le abras la puerta y si insiste llamá al 911.
• Cuando visite a tus hijos/as evitar estar solo
• Cambiar las rutinas si te persiguen.
• Pedí que te acompañen al salir del trabajo, fijate si el agresor se encuentra en las cercanías para evitarlo y/o llamar a la policía.

Muertas no Sueñan: especial femicidios en Uruguay

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