Exsenadora argentina María Estenssoro: "Uruguay tiene todo para ser un polo científico y tecnológico"

Periodista y fundadora de Endeavor en su país, es coautora de Laboratorio Uruguay, una investigación que busca responder por qué Uruguay tiene, según el texto, la democracia más igualitaria de la región.

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María Estenssoro, exsenadora argentina, periodista, fundadora de Endeavor en su país y coautora del libro Laboratorio Uruguay
María Estenssoro, exsenadora argentina, periodista, fundadora de Endeavor en su país y coautora del libro Laboratorio Uruguay.
Foto: Camila García

“Nuestro continente lamentablemente tiene un montón de posibilidades, pero está partido ideológicamente y tiene enfrentamientos irreductibles, pero los uruguayos han aprendido a no llevar las cosas a ese límite”, dijo la exsenadora argentina María Estenssoro. El libro "Laboratorio Uruguay" se presenta hoy en el World Trade Center.

-¿De dónde surge la motivación que tuvieron para escribir, siendo argentinas, un libro sobre Uruguay?

-Silvia Naishtat y yo nos conocimos en los años 80, cuando con el restablecimiento de la democracia estrenábamos nuestra profesión de periodistas. En esos años había una gran esperanza de que la democracia nos iba a permitir entendernos y también solucionar problemas de desigualdad, de estancamiento, de atrás. Pero hay muy pocos ejemplos en Latinoamérica de países en que eso haya sido así. Uruguay es uno de ellos y nos llevó a preguntarnos por qué. Queríamos saber cómo logró esta estabilidad democrática, que lo lleva a figurar en el puesto número 11 entre las democracias más plenas del mundo.

-¿Cree que hubiera escrito este libro si no estuviera viviendo en Uruguay?

-No creo porque justamente la idea de escribirlo surgió cuando me vine a vivir más tiempo acá y me encontré con un país que realmente puede dar un salto. Uruguay puede mostrarle a Latinoamérica que no tenemos que resignarnos a que el tren del progreso siempre pasa de largo. Estamos en un momento donde hay otra pandemia tan letal como lo fue la del coronavirus, que es la crisis de las democracias, pero Uruguay se da cuenta de que sin democracia nada es posible.

-Luego de entrevistar a los tres expresidentes vivos, Sanguinetti, Lacalle Herrera y Mujica, ¿pudieron detectar alguna similitud entre ellos que les permitió comprender el motivo detrás de la estabilidad democrática?

-Sí, sin duda. Todos hablaron de que lo que hace tan especial a Uruguay es la fortaleza de sus partidos políticos. En Uruguay el 74% de los ciudadanos vota por lealtad partidaria. Además, nos han dicho que el Partido Nacional y el Colorado son los partidos más antiguos del mundo, nacieron en 1836 cuando en Europa había monarquías. Por otro lado, el Frente Amplio ya tiene 50 años. Después está la idea de no llevar las cosas al límite. Los tres nos dijeron lo mismo, que siempre después de los desacuerdos hay acuerdos. También la visión de que hay que pagar las deudas, que hay que estar integrados al mundo y que las diferencias ideológicas no nos pueden enfrentar otra vez.

-¿Qué es lo que más les sorprendió durante la investigación que realizaron?

-En el tema económico nos sorprendió muchísimo que durante la crisis de 2002 el Frente Amplio no tuvo un discurso de “no hay que pagarle al Fondo Monetario y vayamos al default”, que es la postura de la izquierda en la mayoría de los países de Latinoamérica. En la entrevista que tuvimos con Mujica él elogió a Jorge Batlle y le dio el mérito de que Estados Unidos les haya otorgado el crédito para evitar el default.

-El capítulo que se llama “‘Futuro’, la palabra olvidada”, es uno de los más críticos, al postular que todos los países de Latinoamérica carecen de una estrategia a largo plazo y de un norte común. ¿Cuáles son los desafíos que tiene Uruguay en ese sentido?

-El economista Ricardo Pascale, que es quien entrevistamos para este capítulo, dice que Uruguay se salteó dos revoluciones tecnológicas, se quedaron como hace un siglo y no han modernizado lo suficiente el aparato productivo. Dice que Uruguay tampoco se ha dado cuenta de que hay que invertir mucho más en ciencia y tecnología y poner esto en el corazón de la estrategia productiva. Somos países que siempre están en vías de algo muy difuso y sin una estrategia clara.

-En el libro se habla mucho de Uruguay como un país prudente, ¿pero esa prudencia no se traduce en parálisis, en no tener el coraje de tomar riesgos?

-Varios nos dijeron que la aversión al riesgo es una característica de Uruguay. Y sí, hay que tener cierta osadía, pero con prudencia porque no hay que ser temerarios.

-Luego de realizar esta investigación y recorrer el pasado, el presente y analizar el futuro de nuestro país, ¿realmente cree que Uruguay puede llegar a transformarse en un país tan desarrollado como Israel, Irlanda, Corea del Sur tal como hipotetiza el libro?

-Si se lo proponen, no tengo dudas. Entrevistamos a un israelí llamado Oren Gershtein, que conoce bien Uruguay porque ha venido varias veces y es especialista en inversiones de capital de riesgo, y nos dijo que Uruguay, al igual que Israel, tiene todo para ser un polo científico y tecnológico. Pero aclara que lo que tienen que saber es que no es un camino gradual, sino que se necesita dar un salto.

-¿Pensaron este libro para lectores uruguayos o extranjeros?

-Nosotras siempre pensamos que teníamos que escribir este libro para argentinos y para uruguayos. Para los argentinos era interesante porque a partir del 2020 la Argentina asistió a un fenómeno absolutamente novedoso que era la emigración de sus élites económicas. A diferencia de épocas anteriores, comenzaron a emigrar los que tienen la mejor situación en la Argentina, los que han creado las empresas más exitosas y pudiendo ir a San Francisco, Nueva York, París o Japón, eligieron Punta del Este, Montevideo o Colonia. Eso nos llamó mucho la atención y creo que el libro de alguna manera va desentrañando las claves.

-¿Y qué creen que significa el libro para los uruguayos?

-A medida que nosotras íbamos hablando con el presidente, expresidentes, científicos, políticos, emprendedores, tecnólogos... nos dábamos cuenta de que ustedes también estaban sorprendidos por el lugar que empezó a ocupar Uruguay en la región y en el mundo, por ejemplo con el manejo de la pandemia. Ustedes dicen que son un “paisito” como si no pudieran aspirar a mucho, pero, de pronto, hoy tienen los mejores índices en muchísimos rubros: producción de celulosa, energías renovables, software, además de los menores índices de pobreza y desigualdad. Tienen mucho de lo que estar orgullosos y tal vez no toman conciencia de eso.

-¿Cuántos ejemplares vendieron hasta el momento?

-En Argentina ya va por la tercera edición y acá por la segunda, así que estamos muy contentas porque ha tenido una buena recepción.

-¿Qué rol jugarán las elecciones nacionales que se disputan este año en Argentina para el futuro de la región?

-La situación cambiaría si asume un gobierno que quiera enfrentar los problemas de la inflación, la falta de creación de trabajo y la pobreza infantil que en nuestro caso llega al 60%. Pero con más de los mismo, como sería la victoria de Sergio Massa, puede ser que veamos una nueva ola de gente que emigre. Si el peronismo no se desembaraza de esta facción muy radicalizada y anacrónica, que es el kirchnerismo, lamentablemente nuestros problemas van a seguir. Por suerte tenemos una oposición fuerte, que ha sido una cosa importante que la Argentina ha logrado consolidar. Entonces yo tengo esperanzas de que vamos a poder revertir la situación.

-¿Cómo afecta la participación de Javier Milei?

-Ha surgido el problema de Milei, que es un “voto bronca” y no un “voto solución”. Si se resquebraja el sistema político y se empieza a atomizar, como pasó en Chile o como pasa en Brasil, es mucho más difícil después poder llegar a los consenso necesarios para las decisiones nada sencillas que hay que tomar en la Argentina.

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El 51% de los latinoamericanos señala que “no le importa si un gobierno autoritario llega al poder si resuelve los problemas” y el 70% está “insatisfecho con cómo funciona la democracia en su país”. Estos datos provienen de la encuesta que realizó Latinobarómetro en 2021, una organización con sede en Santiago de Chile que desde hace 26 años realiza estudios de opinión pública en América Latina y alcanza a entrevistar anualmente a 20.000 personas de 18 países de la región.

Sin embargo, la valoración de los uruguayos sobre la calidad de la democracia es totalmente distinta: el 74% de los ciudadanos cree que “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno” y el 56% “confía tanto en el gobierno como en la justicia”.

Estos datos reveladores fueron el puntapié para iniciar la investigación de Laboratorio Uruguay. Luego de dos años de trabajo y decenas de entrevistas a políticos, científicos, empresarios, catedráticos y otras personalidades influyentes del país, escribieron 300 páginas que explican por qué, para las autoras, Uruguay es el faro de una región convulsionada, pero no solo por un pasado de buenas decisiones, sino atravesando el presente y analizando los desafíos a futuro.

Las autoras también buscan responder por qué mentes brillantes como Marcos Galperin (fundador de Mercado Libre) o Martín Migoya (fundador de Globant), ahora residan en Uruguay y qué impacto tiene esto para Argentina. Para ellas, el éxodo de gran parte de los emprendedores high-tech a la Banda Oriental fue un llamado de alerta. Pero Estenssoro y Naishtat también demuestran que, si bien Uruguay tiene democracia y economía estables, aún le falta un gran camino por recorrer para encoger la brecha de pobreza y desigualdad: el 20% de los niños uruguayos viven bajo la línea de pobreza y el 60% de los jóvenes no terminan el liceo.

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