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Arquitectos advierten que "no es posible producir hormigón" con el agua de OSE

En un informe dado a conocer este lunes, marcan que quieren distanciarse "de la actitud, ignorante, irresponsable y paralizante, que significa dejar pasar el tiempo y 'esperar que llueva…'".

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Producción de hormigón.
Producción de hormigón.
Foto: Sociedad de Arquitectos del Uruguay

Redacción El País
El arquitecto Fernando Tomeo, profesor grado 5 de la Cátedra de Construcción de la Facultad de Arquitectura, elaboró un informe sobre el uso del agua de OSE para la producción de hormigón, a pedido de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) luego del aumento de sodio, cloruros y trihalometanos en el recurso.

Uno de los resultados primarios del informe, publicado días atrás y difundido este lunes por la SAU, advierte que "no es posible producir hormigón en masa o armado de forma convencional, utilizando para el amasado y el curado del hormigón, el agua suministrada en la actualidad por OSE".

También señala que "los datos suministrados por OSE con respecto a la calidad del agua, son tan variables que no son confiables" y que "de continuarse con la actitud hegemónica en el uso de los recursos naturales, principalmente producto del estímulo constante al consumo abusivo e irresponsable, no habrá otra alternativa que reformular el uso del hormigón, en masa y armado".

La Sociedad de Arquitectos remarcó también "la responsabilidad histórica" que tienen estos profesionales con la comunidad, lo que los impulsa "a involucrarse con la gestión del agua, no solamente para la producción de hormigón y morteros, sino para asegurar un derecho humano irrenunciable, distanciándose de la actitud, ignorante, irresponsable y paralizante, que significa dejar pasar el tiempo y 'esperar que llueva…'".

Finalmente, enfatizan en que "el diseño y la construcción del hábitat mediante la materialización de los proyectos de Arquitectura son tareas imprescindibles para el desarrollo de la Humanidad".

Producción de hormigón en la zona metropolitana

El informe puntualiza que "desde hace varias décadas, y por muchos motivos, la industria de la construcción en la zona metropolitana incorporó el uso del hormigón premezclado de plantas especializadas; estas empresas se instalaron en predios periféricos de la ciudad y utilizan el agua de pozos perforados semisurgentes para la elaboración de hormigón. El análisis del agua utilizada es periódico y los datos obtenidos son los que permiten a las empresas garantizar la calidad del hormigón o mortero suministrado"

Sin embargo, detalla que "esta práctica no eliminó completamente la producción de hormigón en obra, especialmente porque, por razones de costo, la unidad de medida para la contratación de la empresa premezcladora, está asociada al volumen de traslado de los camiones mixer de las empresas".

"Aun en obras de mediana entidad la planificación temporal, asociada a factores productivos, implica el llenado de piezas estructurales cuyo volumen no necesariamente alcanza lo trasladado por un camión. Un ejemplo recurrente se puede apreciar en edificios de vivienda típicos de Montevideo, donde resulta estratégico el llenado de pilares con hormigón producido en obra, para luego vincular los encofrados a los mismos, y llenar vigas y losas con hormigón premezclado", señala el arquitecto.

"Por otra parte, tanto en obras de carácter formal o informal de la zona metropolitana, se produce hormigón diariamente en volumen cuya sumatoria es para nada despreciable, pero, por razones cuantitativas, económicas, de capacidad financiera e incluso, socioculturales, el hormigón se realiza en obra y utilizando el agua de la red de OSE", resalta.

El informe también proyectó distintos "escenarios posibles", en el intento de que "la situación no se convierta en un mecanismo paralizante frente a la adversidad":

"1. Frente a la ausencia de certeza de la cantidad de cloruros que se aportarían mediante el uso de agua suministrada por OSE, se tiende a repasar aquellas indicaciones generales para la producción de hormigón:

  • Disminuir el volumen de vacíos al producir hormigón, básicamente atendiendo la curva granulométrica de los agregados, prestar especial atención a la compacidad evitando la porosidad, se debe tomar en cuenta que la reacción de hidratación del cemento con agua con alto contenido de cloruros es más intensa, produce más calor y una microestructura más porosa, con disminución de la resistencia mecánica de las piezas.
  • Un adecuado proceso de compactación (principalmente mecánico).
  • Llevar al mínimo la relación agua/aglomerante con un exigente procedimiento de curado adecuado a las estaciones más severas (la experiencia indica que en nuestro medio no se brinda el tiempo y el cuidado necesario) y, con mucho cuidado, aumentar el tenor de cemento en la dosificación (mediante el uso de aditivos se puede llevar la cantidad de cemento en hormigones convencionales a 400 o 450 kg/m3, pero, evidentemente esa decisión impactará en el costo final de la estructura)".

2. Si por la dimensión de la obra no se supera un consumo, aproximado, de 3.000 a 4.000 lts de agua diarios, se la podría tratar en la obra mediante el uso de resinas de intercambio iónico; esto implica generar infraestructura de tratamiento y buscar asesoramiento en Ingenieros químicos para el correcto uso del producto.

3. Planificar la obra nuevamente a partir del cambio en las condiciones del agua. Es importante tener en cuenta que, independiente (de) que comience a llover en cantidades adecuadas, esta situación requerirá de meses para retornar a la normalidad.

4. Proyectar el subsistema estructural mediante el uso de otras tecnologías, que pueden implicar el diseño mediante elementos prefabricados, estructuras metálicas, estructuras de madera, paneles multicapas prefabricados, entre otros, y disminuir el uso del hormigón armado.

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