Publicidad

El Frente Amplio proyecta diseñar una “segunda reforma” del sistema de salud

Con el respaldo de Yamandú Orsi, Cristina Lustemberg activa reuniones y apunta a un plan para mejorar prestación de ASSE. El SNIS "no resiste el quiebre de otra institución mutual", afirmó.

Compartir esta noticia
Cristina Lustemberg
Lustemberg: exsubsecretaria de Salud Pública avanza en reuniones para cambiar sistema "tensionado"
Foto: Leonardo Maine

La diputada frenteamplista Cristina Lustemberg se está reuniendo desde hace días con actores del sistema sanitario con el objetivo de diseñar un plan para una “segunda reforma”, tras la llevada a cabo en 2007 por el primer gobierno de Tabaré Vázquez. El proyecto sería parte de las propuestas que presentará el precandidato Yamandú Orsi rumbo a 2024.

A casi dos años del cierre de Casa de Galicia, Lustemberg y Orsi reunieron el 21 de noviembre a jerarcas de las mutualistas, laboratorios y sindicalistas en el Centro Gallego, para iniciar un proceso de diálogo con el fin de modificar el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS).

Tras el cónclave a puertas cerradas, la líder del sector Participar Articular Redoblar (PAR), que está bajo la coalición El Abrazo, y también subsecretaria de Salud entre 2015 y 2017, dijo a El País que el SNIS está “tensionado” y “no resiste el quiebre de otra institución mutual”.

Si bien planteó que durante los primeros gobiernos frenteamplistas se avanzó en “consolidar” al sistema, indicó que quedaron “aspectos pendientes” de modificar. “Tendríamos que haber tomado (durante el segundo gobierno de Vázquez) medidas que fueran más en la dirección de fortalecer el rol del MSP”, reconoció.

Tal como informó El País semanas atrás, las mutualistas insisten que el SNIS está tensionado por una suba de la asistencia tras la pandemia, lo que deriva, entre otras cosas, en mayores tiempos de espera. Con este escenario, Lustemberg inició este mes el diálogo con varios protagonistas del sector, y seguirá con reuniones en 2024 para “anticiparse” y llegar con un plan acabado de cara al Presupuesto 2025, si gana la oposición.

“Lo que no hay duda -y hubo acuerdo en la reunión- es que en el próximo gobierno hay que implementar una segunda reforma del sistema de salud”, remarcó la diputada.

“Hoy es indiscutible que la pandemia desnudó problemas estructurales que tiene el sistema y el país”, agregó la legisladora, que busca primero “estabilizar” al SNIS, “fortalecer” la rectoría del MSP, “integrar” a los prestadores y rever su financiamiento. Una de las propuestas que podría modificar la ecuación de las mutualistas -que en 2022 tuvieron un pasivo de US$ 981 millones- implica cambiar las variables que definen la cápita, lo que cobra cada prestador según edad y sexo del usuario.

Lustemberg dijo a El País que se debe agregar en ese cálculo otras dimensiones como la “morbilidad”, la “dispersión territorial” y las “condiciones de vulnerabilidad” de los afiliados. “Sabemos que son cálculos complejos, pero estamos dispuestos a trabajar en eso”, con “todos los actores”, dijo.

Consultada sobre si el Frente Amplio subiría las cápitas, Lustemberg no lo negó y subrayó que se debe revisar el “diseño” del SNIS. Respecto a si su plan implicaría destinar más dinero, señaló: “No necesariamente, pero en algunas cosas se va a tener que invertir”.

Asimismo, planteó que Uruguay invierte “mucho dinero” en salud -6,4% del PIB en gasto estatal en 2022, según el MEF- y que evalúa cambiar el “modelo de financiamiento”, tras valorar que “la gente está sintiendo que la calidad del sistema de salud no es adecuada”.

Apuntó sobre todo a los tiempos de espera y al acceso a los procedimientos médicos. Por ejemplo, dijo que las tasas moderadoras “no están reguladas por el MEF” de forma que las mutualistas cobran precios “variables” para sus prestaciones, y en algunos casos con costos “muy elevados”.

El sistema, con cobertura universal, se divide en usuarios del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), y quienes no aportan pero reciben atención en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

Fonasa superaba en setiembre los 2,6 millones de usuarios, entre los cuales hay más de medio millón en ASSE. Pero hay 907.884 personas, a junio, por fuera del Fonasa que se atienden en hospitales públicos, lo que es financiado por Rentas Generales.

Para revertir la “inequidad” de atención, Lustemberg planteó “fonasear” ASSE. Esto implicaría que el organismo reciba una cápita por sus usuarios, para que tenga “un presupuesto adecuado a las personas que están bajo su cobertura”.

“Ninguna de las acciones que vamos a prever va a ser perjudicar a alguien, sino al contrario”, enfatizó Lustemberg.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad