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Titular de la Dinama dijo en comisión del Senado que era “enemigo” de UPM

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El impacto esperado de la segunda planta de UPM en el Producto Interno Bruto (PIB) uruguayo es del 2,5% en cuatro años y se espera que la demanda de mano de obra alcance a 3.000 personas sobre fines de este año.

PARLAMENTO

Así lo reconoció Eduardo Andrés el pasado martes ante la comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Senadores. También dijo que a veces vuelve a tener dudas.

El titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Eduardo Andrés, trabajaba en el ámbito privado cuando UPM anunció la instalación de su primera planta en Uruguay. Y en ese entonces no estaba para nada de acuerdo con la construcción. Así lo reconoció el pasado martes ante la comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Senadores. También dijo que a veces vuelve a tener dudas.

“Yo era enemigo de ella, no la quería”, admitió Andrés, que hoy es el director del organismo encargado de dar las habilitaciones para la segunda planta de pasta de celulosa de la empresa finlandesa.

“Cuando vinieron en el año 2005 yo no estaba en Dinama, trabajaba en una consultora en el ámbito privado y dije públicamente que, si entraba a Dinama, iba a hacer lo posible para que no se instalara. Lo digo con honestidad porque es así. Casi me echan de la consultora, pero tenía la necesidad de decirlo”, explicó el hoy jerarca de gobierno en la disertación ante los legisladores.

Incluso admitió que sus convicciones técnicas le hacían pensar que las pasteras contaminarían al país, tal como lo manifestaban los denominados “ambientalistas de Gualeguaychú”, Argentina.

Sin embargo, luego de entrar al organismo estatal que da los permisos ambientales, su percepción cambió. “Después de ingresar a la Dinama, cuando asumí el cargo de director, me tomé el tiempo -unas cuantas semanas- de trabajar con los técnicos y tuve la oportunidad de conocer de primera mano la información recabada. Si bien a veces me genera dudas -me sucedió la semana pasada-, doy fe de que, después de analizar lo trabajado en el estudio de impacto ambiental, encontramos que la afectación de la calidad del agua producida por la emisión del efluente de tratamiento de los residuos líquidos y sólidos -principalmente líquidos- de la planta estaba muy por debajo en cuanto al nutriente”, comentó el hombre al frente de Dinama a los senadores.

Con esos elementos y una serie de datos técnicos más, el jerarca aseguró que de cumplirse con el contrato de UPM2, las aguas del Río Negro no se verán afectadas.

“Si se cumple con los requisitos impuestos, el efluente final de la planta no va a generar una afectación de la calidad del agua. Esa es la conclusión a la que arribamos”, dijo Andrés.

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