Redacción El País
Una mujer fue brutalmente golpeada por un hombre en situación de calle el pasado domingo cuando ella caminaba por las inmediaciones de Colonia y Vázquez, en el barrio Cordón. La víctima se llama Alejandra y está sorprendida con el proceder de la Justicia, que lo declaró inimputable.

Alejandra aseguró que su atacante "es imputable porque razonó y habló muy bien" la noche del ataque. "Yo conozco personas que son inimputables porque realmente son enfermos este no es enfermo", comentó.

Relató así que la noche del domingo ella había acudido a un quiosco cercano a comprar cigarrillos, por lo que el hombre la abordó al verla salir y le pidió uno, pero cuando ella se lo dio él comenzó a amenazarla y luego a golpearla. "Empezó a seguirme y a seguirme y me pedía la plata", contó Alejandra a Subrayado (Canal 10). "Dame la plata o te la saco muerta", fue la amenaza que le hizo su atacante.

Luego, Alejandra recuerda haber quedado "media inconsciente" y con dificultad para gritar, ya que se sentía asfixiada. "Hasta que llegó un muchacho que venía de trabajar y me defendió, fue el que me salvó la vida porque él no estaba parando y nadie me estaba ayudando", aseguró.

En las cámaras de seguridad del lugar, se ve a un vehículo y a una moto de delivery pasar por el lugar, además de una persona que se acerca pero luego se aleja y opta por no interferir. La golpiza solo termina una vez que llegan al lugar un grupo de hombres que golpean al agresor, dejándolo tirado en la vía pública.

"Tengo muchos golpes en la cabeza pero fractura de cráneo no hizo. En la mano sí, me descolocó la muñeca, me fracturó el dedo meñique y el otro de al lado", contó Alejandra, que fue atendida en el Banco de Seguros.

La fiscal de Flagrancia Graciela Peraza tomó el caso y, según supo El País en base a fuentes de la Fiscalía, notó que el hombre padecía un trastorno de salud mental y que estaba totalmente descompensado. Entonces pidió que le hicieran una pericia psiquiátrica que determinó que es inimputable.

Por este motivo no fue imputado ni condenado, y por tanto no irá a la cárcel. En cambio, fue derivado al hospital psiquiátrico Vilardebó. Tiene 30 años y es poseedor de un antecedente por lesiones personales.