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La TV y efectos inesperados

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Control remoto. Foto: Flickr

ALEJANDRO CID

El acceso a canales privados en India encerró a la gente en sus casas y aumentó la desconexión social, perjudicando el acceso a financiamiento y al mercado laboral.

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Las telenovelas brasileras han tenido un enorme éxito en términos de rating y acceso a las más diversas clases sociales, cubriendo un rango importante de temas como amor, intriga, problemas comunitarios y temas políticos. Aunque estas telenovelas de la Rede Globo tienen un fin comercial, han terminado impactando en las conductas. Alberto Chon (Georgia State University) encuentra que la exposición a la programación de Globo ha incrementado las separaciones y divorcios, con los costos económicos que esto conlleva.

La TV también puede influir para bien. Gunhild Berg (Innsbruck University) y Bilal Zia (Banco Mundial) estudian el impacto económico de mensajes, diseñados a priori, sobre manejo de deudas y sobre los juegos de azar. Estos mensajes llegaban, de una manera subliminal, a los televidentes de Sudáfrica a través de una telenovela. Los investigadores encuentran que este programa de televisión, que incluye rudimentos básicos en manejo de deuda y juegos de azar, aumenta el conocimiento de finanzas en el televidente y éste se hace más propenso a solicitar préstamos sólo en el mercado formal y sólo con propósitos productivos, y está menos propenso a endeudarse con créditos al consumo o para realizar juegos de azar. Berg y Zia analizan los mecanismos que pueden explicar estos resultados y encuentran que se confirman las teorías de las influencias psicológicas y emocionales en la toma de decisiones de los individuos.

¿Exponerse a la televisión nos afecta? Veamos cómo responde Eliana La Ferrara, investigadora de Bocconi University. Primero, la TV ofrece información y esto puede ser particularmente importante en poblaciones donde el acceso a otros medios de comunicación es más difícil por carencias culturales. Segundo, la TV es capaz de cambiar el comportamiento de las personas. Los programas de entretenimiento y los comerciales ofrecen estilos de vida, bienes de consumo y nuevo conocimiento que pueden afectar el comportamiento del televidente. Un personaje popular en la TV puede convertirse en alguien a quien se desea imitar. Tercero, la TV impacta en el uso del tiempo.

La Ferrara resume varios descubrimientos recientes sobre el efecto de la televisión. El acceso que la población de Albania tuvo a la televisión italiana —y el nivel de vida que mostraba— aumentó la emigración a Italia; en Indonesia el efecto de la TV fue en sentido inverso: la TV les permitió ver que habían sobreestimado los efectos positivos de la emigración y disminuyeron los flujos de emigrantes; la aparición de la TV cable en algunas zonas de la India ha hecho bajar la tolerancia a la violencia doméstica; en Estados Unidos los niños que ven programas en inglés donde esta lengua no es su lengua nativa mejoran en inglés; el acceso a más canales de TV privada en pueblos de Indonesia bajó la participación en actividades sociales. Es importante considerar las enseñanzas que nos deja este último efecto encontrado en Indonesia, especialmente para los países en vías de desarrollo.

El hecho de que la TV genere aislamiento social es una desventaja económica importante, señala La Ferrara, especialmente para los más pobres, porque al desalentar la interacción social los más desfavorecidos se pierden de acceder a capital social (redes para acceder a financiamiento y mercado laboral, información de cuáles son los mejores centros educativos para sus hijos, etc.).

En tiempos de rejas y sistemas de vigilancia para que el ladrón no entre en el hogar, quizás el enemigo ya esté dentro de casa y pasó desapercibido. La evidencia científica es unánime, la TV realmente impacta en las personas, para bien o para mal. Por eso, es muy útil todo lo que sea acompañar a los hijos o nietos a ver la televisión, ayudarles a decodificar los mensajes que reciben, a aumentar su sano espíritu crítico ante lo que ven, y a prevenir los contenidos que le pueden hacer daño. Los que están al frente del hogar no pueden ser ingenuos. Seremos lo que veamos.

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