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La gravedad institucional influye en la economía argentina

En economía no se trata solo de hablar de bajar el gasto público, impuestos y no emitir moneda. Esas son reglas de buena economía. Pero ninguna política económica puede ser exitosa si no hay un orden institucional que le de respaldo.

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Cumbre del Mercosur
Alberto Fernandez - Foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine

La decisión de Alberto Fernández de no respetar el fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre la coparticipación que le debe a CABA, es un caso inédito y que, hasta donde sé, ninguna Constitución prevé que uno de los tres poderes se alce contra otro de los poderes del Estado.

Un famoso caso en EE.UU. son los fallos de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos contra el presidente Roosevelt y su maraña de regulaciones, que era el New Deal en la década del ´30 del siglo XX. A tal grado llegó el enfrentamiento entre la CSJ norteamericana y el presidente Roosevelt porque la Corte le había fallado en contra, que Roosevelt hizo varios intentos por remover a sus miembros, pero el Congreso, con mayoría de demócratas, no lo acompañó y, a partir de ese momento, la confianza en la economía se recuperó rápidamente logrando sacar a Estados Unidos de la crisis iniciada en octubre de 1929. El funcionamiento de las instituciones ayudó a recuperar la economía norteamericana.

En definitiva, en economía no se trata solo de hablar de bajar el gasto público, impuestos y no emitir moneda. Esas son reglas de buena economía. Pero ninguna política económica puede ser exitosa si no hay un orden institucional que le de respaldo.

En el caso de CABA vs. Fernández, el gobierno de CABA puede pedir el embargo de las cuentas del gobierno nacional en el Banco Nación y cobrarse lo que no le está girando el Ejecutivo Nacional, incumpliendo con el fallo de la Corte. Batakis, presiente del BN no podría negarse a acatar un fallo judicial porque tendría un serio problema personal con la justicia y, recordemos, ella no tiene fueros que la protejan.

Habrá que ver hasta dónde llega Alberto Fernández con sus bravuconadas ante el fallo de la Corte, pero claramente no contribuye en nada a calmar el comportamiento del mercado cambiario blue.

Al momento de redactar estas líneas, el blue cotiza a $ 359, esto implica un aumento del 78,6% respecto a un año atrás, contra una inflación del 92,4% en noviembre contra noviembre. Dado el contexto de desconfianza, la fuerte emisión monetaria que viene llevando a cabo el BCRA y el escaso aumento que tuvo el dólar respecto al resto de los otros bienes y servicios de la economía, no debería sorprender que continúe subiendo, con las subas y bajas de rigor, pero con tendencia ascendente. Siempre sostengo que en Argentina el dólar nunca baja. Se agacha, toma fuerza y vuelve a saltar.

El nivel de actividad de la industria, en su versión desestacionalizada, muestra una baja del 1,1% en octubre respecto a septiembre y una clara desaceleración en las comparaciones interanuales. Si se toman las variaciones interanuales de la actividad industrial, al mes de octubre se observan caídas del 12,8% en la molienda de oleaginosas, 17% de baja en azúcar, productos de confitería y chocolate, 14,9% en textil, 18% en productos de madera, por citar solo algunos ejemplos, de sectores afectados por la falta de insumos importados y por la caída del salario real.

En septiembre, los salarios del sector privado formal tuvieron un aumento interanual del 80% contra un aumento del 83% en el IPC, los del sector público aumentaron el 78% y los del sector privado informal tuvieron un incremento del 75%. En todos los casos hay caída del salario real en mayor o menor medida, lo cual afecta el consumo interno y el nivel de actividad basado en estimular artificialmente el consumo doméstico, que es la estrategia que siempre el populismo k.

Argentina se ha transformado en un país en que gran parte de la población se siente con derecho a vivir del trabajo ajeno. Los datos actualizados a 2021 muestran que no es la solución al problema social entregar más planes, que son mal llamados “sociales”.

De acuerdo a los datos actualizados a 2021 por la Oficina de Presupuesto del Congreso, todos los meses pasan por la ventanilla del estado 24,4 millones de personas a buscar un cheque. A ese dato hay que agregarle los 3,5 millones de empleados públicos en los tres niveles de gobierno y llegamos a casi 28 millones de personas que todos los meses reciben un cheque de parte del estado.

Yendo a los planes sociales específicamente, en 2008 casi 6,8 millones de personas recibían algún plan social y en 2021 recibieron planes sociales 15,95 millones de personas. Es decir, se más que duplicó la cantidad de beneficiarios de planes sociales, pero cada vez hay más piquetes, pobres e indigentes. Claramente no es este el camino para salir de la pobreza.

En síntesis, el gobierno adopta una posición antirepublicana al no acatar el fallo de CSJ generando más incertidumbre en la economía y una situación de incertidumbre política e institucional.

Junto a este comportamiento, el BCRA llena de pesos el mercado, pesos que la gente no quiere y rápidamente se los quita de encima refugiándose en bienes o el dólar. El déficit fiscal sigue bajando gracias a la licuación del gasto público, con lo cual queda claro que la inflación es un instrumento de “estabilización” que usa Massa para bajar el déficit fiscal. Algo contradictorio.

Massa se esfuerza por estirar la mecha de la bomba económica para que llegue a octubre de 2023 y Alberto Fernández y Cristina Kirchner se esfuerzan por acortarla con sus comportamientos antirepublicanos.

Argentina ya está en una crisis económica e institucional de elevada gravedad porque el kirchnerismo, acorralado por la crisis económica y por los casos de corrupción, está entrando en desesperación y recurre a cualquier medida para salvarse ellos.

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