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Acciones de gobierno: la marcha atrás y el eslabón más débil de la cadena

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Foto: Getty Images

OPNIÒN

Un gobierno prudente no se debe amputar ningún instrumento.

A comienzos de los años 2000, pasada la crisis y como representantes empresariales en el Programa de Desarrollo Tecnológico e Innovación-ANII, marcamos discrepancia con la gestión del MEF, que la entendimos poco constructiva. Se solicitó audiencia con el ministro para informar de esta situación y si bien dicha gestión fue positiva, las prioridades eran otras, y un talante híper restrictivo marcó la política fiscal hasta el final. Las correcciones sustantivas vinieron luego del cambio de Gobierno (1).

Apostar para avanzar

Se repite la historia. En aquel momento, era la salida de la crisis bancaria más grave de la historia; ahora, la salida de una pandemia que se recordará en todo el siglo XXI. Una crisis que coexistió con inestabilidad regional y debilidad de la economía local, por factores estructurales que la agravaron.

Se impone echar mano a todos los instrumentos, política fiscal, tributaria, tarifaria, transferencias a empresas públicas, inversiones, marco jurídico y regulatorio, incentivos e inserción internacional. Un gobierno prudente no se amputa ningún instrumento.

Anthony Giddens (2) sostenía que los gobiernos deben tomar iniciativa (ej. USA, UK y otros con respecto a las IT (3)) en áreas como la inversión en ciencia y tecnología, pero, se imponen otros desafíos, como por ejemplo, crear las condiciones que estimulen la iniciativa privada.

Cuentos chinos o realidad

Luego de la pandemia, el Gobierno enfrenta importantes desafíos, la discusión por la LUC, tender a una mayor libertad económica, con adecuación de la regulación de mercados, promover mayor iniciativa privada, con o sin colaboración del Estado y cambios en la gobernanza de sectores claves (educación, políticas sociales) (4). Se agregan los déficits estructurales graves, indigencia, marginalidad, asentamientos, violencia y asociado con todo el sistema carcelario, que desnuda y profundiza esos déficits.

Estos cambios implican recursos, decisión, coraje y perseverancia, Sin ellos, no hay futuro, aunque dupliquemos las Zonas Francas y otros “oasis” de prosperidad.

Tampoco podemos soslayar el deterioro de nuestra competitividad y las distorsiones que endémicamente se generaron a partir de políticas monetaria-cambiaria en el contexto de una realidad fiscal que no se podía esconder. Los incentivos no han sido suficientes para compensar a muchos mercados y productos, sumado a ineficiencias estatales y la permisividad con sectores corporativos que imponen sus reglas de juego.
La realidad es difícil de disfrazar, nos hemos encarecido con el mundo y la región. La competitividad (5) cayó más de un 30% comparando la última década con 2000-10. La competitividad regional sacó la peor parte (8% peor que la extra regional), lo que es consistente con la pérdida del peso de la región respecto de China (6). Más aún, si se compara el promedio de 2010-20 con al valor más reciente del BCU, la caída global se profundizó más de un 6%, por una caída regional de más del 20%. Las justificaciones pueden ser convincentes, pero hechos son hechos.

Bendita marcha atrás

En este contexto, algunas situaciones tienen el condimento para constituirse en un dolor de cabeza para el Gobierno. El acuerdo por 60 años con Katoen Natie, el debilitamiento de la JUTEP, los desmanes del Cardozogate, la discusión por los recursos para erradicar los asentamientos y el somero monto involucrado, la política del ajuste en pandemia y post-pandemia al tiempo que se declara la necesidad de políticas anticíclicas. A ello se agrega la controversia por la LUC, en el que se juegan el posicionamiento futuro y se suma el aumento de la conflictividad sindical (Puerto, UPM, etc.).

El Presidente ha mostrado determinación y flexibilidad para enmendar decisiones ya tomadas que podían resultar negativas para ciertos sectores o eran controversiales dentro de la Coalición.

Un ejemplo, la revisión del presupuesto para evitar el recorte a la Investigación ante reclamos de la Coalición, flexibilizando su postura y evitando daños al la investigación y desarrollo, buscando alternativas para financiar la ANII y no afectar sus objetivos.

Otro, el Gobierno tomó nota de la posición de socios de la Coalición y la sensibilidad de la opinión pública, evitando un nuevo aumento de combustibles, a partir de la revisión del costo de referencia generado por un engorroso mecanismo de ajuste (7). La solución a la política tarifaria del sector energético no pasa por este mecanismo de corrección estacional del que nos ocuparemos en otra oportunidad.

Por último, la constitución del Consejo Fiscal generó entusiasmo, pero también escepticismo. ¿Cuáles son las motivaciones de fondo? Generar una instancia para valorar la Política Fiscal a mediano plazo quitaría inmediatez y de hecho se mencionó que la decisión del MEF era para “gastar más en tiempos de vacas flacas y menos en tiempos de vacas gordas (8). El tiempo dirá si finalmente tiene el resultado anunciado o es cumple otros objetivos.

Talón de Aquiles

Es un acicate que el Presidente cuente con un liderazgo fuerte y capacidad de reacción a la gestión de su gabinete, lo que lo ha llevado a hacerse cargo; algunos jerarcas han sido llamados a responsabilidad, incluso relevados. Esto le permite separar eslabones fallidos de la cadena, dando mayor credibilidad y brindando garantías para consolidar las políticas, pero decisiones y acciones de su entorno tienen impacto y en las últimas semanas le afectaron, por su contenido y por la acción de la oposición.

El Presidente habría incurrido en un primer error, resultado, de cierta ansiedad, una nueva realidad, o, quizás, mal asesoramiento, asumiendo, sin necesidad, la responsabilidad del acuerdo con Katoen Natie. Aun cuando lo haya liderado, no es un tema relevante frente a lo que está en juego, su credibilidad y la necesidad de transformaciones que la sociedad todavía espera (9). Sumado a ello debería, en lo posible, alejarse de la “peregrina” idea de que el ahorro fiscal es distintivo de su Gobierno, ya que puede quedar en una encerrona por otro asesoramiento equivocado.

1) Entendimos entonces que se fue más allá de lo que el sentido común imponía y lo que la valoración de medios y fines entonces nos indicaba.
2) Director y Profesor de London School of Economics (1997-2003), Asesor de Tony Blair (primer ministro Reino Unido (1997-2007).
3) Uruguay también apuntó a este sector en los últimos años, así como a otros forestal, portuario, logístico, etc.
4) Quedan como grandes pendientes por un lado la Reforma del Sistema de la Seguridad Social, inabordable sin un amplio Acuerdo Nacional y la revisión y reforma del financiamiento de los partidos políticos que impacta en la eficiencia y transparencia del Estado a todo nivel y que debería surgir de iniciativas de la sociedad civil, si no surge de los propios sectores y partidos políticos.
5) Medida a través del tipo de cambio real por el BCU oct/2021.
6) Las exportaciones a China en la última década superaron a nuestros principales socios históricos Argentina y Brasil conjuntamente, a pesar del Mercosur, la barrera natural de la distancia y costos y otros factores.
7) No obstante y para variar, algunos analistas realizaron críticas ciertamente “naif” o “snob” que en el mejor de los casos son rebuscadamente “teóricas”, ya que entendemos se apegan a una ortodoxia que en este caso ni aplica y ni tiene ni sentido ni oportunidad.
8) Diario el País, 30/Sept/21.
9) El Presidente debería evitar quedar expuesto a reproches legales, éticos o de procedimiento en un caso que ha generado dudas tanto entre tirios como en troyanos.

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