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Julian Lennon, entre el rencor y la filantropía

| El hijo primogénito de John Lennon, de 49 años, dejó atrás el odio hacia su padre para dedicarse al arte y la solidaridad. Hoy es un músico, fotógrafo y productor exitoso que hace beneficencia.

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Un par de semanas atrás, a principios de diciembre, Julian Lennon inauguró la exhibición de una serie de fotografías tomadas por él, la mayoría de melancólicos paisajes, en el Art Basel Miami Beach. El proyecto se llama Alone (Solo) y es parte de una gran muestra titulada Overture,Art for a better world (Arte para un mundo mejor). Es que el fin de la exhibición es filantrópico. Las fotografías están a la venta -sus precios oscilan entre 3.500 y 5.500 dólares; montos muy bajos para lo que acostumbra verse en el Art Basel- y lo que se recaude por ellas se destinará a apoyar programas artísticos en escuelas desfavorecidas.

"He sido un filántropo toda mi vida y he hecho un montón de obras de caridad. Me he implicado en varias causas humanitarias y ambientales. Cualquiera sea el trabajo que haga, siempre dejo un porcentaje a un lado para que mi fundación ayude en diferentes temas", dijo Lennon entonces para una entrevista, mientras supervisaba el montaje de su exposición fotográfica. Y agregó: "Esto es lo mío, por eso estoy aquí en Overture y en esta exposición de arte para un mundo mejor".

Es cierto. Lennon lleva años prestando su música, fotografías y algunos desempeños como productor, compositor y actor para financiar su Fundación White Feather, con fines filantrópicos. ¿De dónde nace ese interés? "Creo que es una combinación de ver el mundo que nos rodea, lo que se ve, mucho sufrimiento, un montón de dolor (...) Pero habemos algunos por ahí que estamos tratando de cambiar eso".

Julian imagina un mundo mejor. Probablemente, junto con la mirada triste de sus ojos pequeños, es una de las cosas que heredó de su padre. Un padre que, durante mucho tiempo, él detestó con todo su corazón. En algún momento, incluso aseguró que ese hombre idolatrado que hablaba de amor, paz y justicia para el mundo no llevaba nada de eso a la práctica dentro de su propia familia. De hecho es vox pópulique, de pequeño, el niño se llevaba mucho mejor con Paul McCartney que con John.

Tal ha sido la marca a fuego de este vínculo, que en una entrevista de diciembre de 2011 Julian atribuyó su soltería y su falta de hijos a la conflictiva relación que mantuvo con su padre. El primogénito de Lennon, hoy de 49 años, nunca se casó y opina que eso es "culpa" de lo que le tocó vivir de niño. "Él (su padre, John) era joven y no sabía qué diablos estaba haciendo. Esa es la razón por la que no he tenido hijos aún. No quiero hacer lo mismo. No, no estoy listo. Primero quiero saber quién soy", aseguró entonces en la nota con la revista Record Collector.

HEY, JULES. En las múltiples biografías sobre John Lennon, el capítulo Julian muestra una de las peores facetas de uno de los músicos más aclamados de la historia.

El niño nació en abril de 1963, producto del matrimonio de John con Cynthia Powell, quienes previamente habían mantenido un noviazgo de cuatro años. La llegada de Julian sucedió en pleno apogeo de la Beatlemanía, por lo que el productor Brian Epstein aconsejó a Lennon ocultar tanto que estaba casado como que tenía un hijo, para no defraudar a las miles de fanáticas. Así fue que el niño creció alejado de su padre, que vivía de gira y ni siquiera hablaba de él públicamente.

Julian tenía cinco años cuando el autor de Imagine dejó a Cynthia por Yoko Ono. A partir de entonces, el contacto fue tan insignificante que el primogénito llegó a contar que, en toda su vida, vio a su padre "un puñado de veces".

Para embarrar más aún la relación, poco antes de morir asesinado en 1980, Lennon declaró en varias entrevistas que Julian había sido producto de una "botella de whisky de un sábado por la noche", dejando en claro que no había nacido de un embarazo planificado ni deseado, como sí sucedió en cambio con Sean, el hijo que el músico tuvo con Yoko Ono.

Al día de hoy, Julian considera a Roberto Bassanini, el segundo marido de su madre -quien se casó cuatro veces a lo largo de su vida-, como su padre. No obstante, siempre reconoció el amor que Cynthia profesaba hacia John, a pesar de que el Beatle hasta haya sido acusado de violencia física en esa pareja. "Cuando se separaron, lo único que mamá pidió, lo único que quería, era lo suficiente para pagarme el colegio, la comida y la ropa. Muchos dijeron: `¿Por qué no le sacó todo?`. Por una simple razón: amaba a ese hombre. No amaba su dinero, ni la fama, ni nada de lo que rodeaba eso. Se enamoró de ese hombre".

En el arreglo original de divorcio, se acordó que Cynthia obtendría alrededor de 6.000 dólares mensuales para el cuidado del niño, y él mismo recibió un fondo en fideicomiso por alrededor de 120.000 dólares cuando cumplió los 25 años. Mientras tanto, en el testamento de Lennon, Yoko Ono fue nombrada albacea de una herencia estimada en más de 600 millones de dólares. Recién en 1997, el primogénito llegó a un acuerdo con su exmadrastra por unos US$ 50 millones.

De más está decir que su relación con Ono nunca fue fácil. Incluso después del arreglo económico, Julian llegó a acusarla de querer arruinarle la vida. "Yoko tiene todo (lo de Lennon): los derechos, el nombre, todas sus pertenencias, tiene absolutamente todo. Lo cual me parece espantoso, pero no puedo hacer nada al respecto. Me quiere arruinar, pero ciertamente no voy a doblegarme. Porque tengo la verdad y la honestidad de mi lado, e información basada en hechos sobre algunos de sus tejes y manejes, que no son nada agradables. (...) Tengo copias de las cartas que escribió, firmadas de puño y letra, a algunas de las revistas de música más grandes de Europa, diciendo que Sean debía ser visto como el hijo genial de John Lennon, y que Julian debía ser visto como el hijo alcohólico y drogadicto inútil, gastado e inservible que no tiene nada para ofrecer. Hasta tal punto que si esto no se cumplía, ella compraría todos los ejemplares de esa publicación o enterraría al director y dueño de la revista. Literalmente. Y eso está escrito".

Sin embargo, Julian siempre se llevó bien con su medio hermano, Sean. De hecho, en los últimos años ha intentado tomar el camino de la reconciliación y el perdón, según ha aclarado, por cariño hacia él. En 2009, durante la inauguración en Liverpool de una muestra de objetos pertenecientes a su padre -como nunca le dieron ninguna de sus posesiones, se ha ocupado de ir comprando guitarras, letras de canciones y ropa que le perteneció en distintas subastas, algo que encuentra "horrendo y muy triste, lo sé, pero era el único modo que tenía para volver a apropiarme de él"- explicó que había "reconvertido en energía positiva" el odio que antes sentía. Fue entonces cuando declaró: "Si papá entrara ahora por aquella puerta, nos abrazaríamos y lloraríamos juntos".

El año pasado, invitó a su primera exposición fotográfica en una galería de Nueva York a Sean Lennon y Yoko Ono, con quien así intentó reconciliarse públicamente. Incluso posó en una foto junto a ellos dos y su madre, Cynthia Powell. Más tarde explicó que, aunque todavía consideraba a Yoko una "manipuladora", estaba dispuesto a hacer las paces con ella por el bien de su hermano. "El punto clave es Sean. No quiero lastimarlo", aclaró, asumiendo una postura que, él mismo ha admitido, le llevó una vida de terapia.

Pero la paz no duró mucho. Días después de ese evento, Julian descargó en su página de Facebook su bronca por sentirse "desairado" en distintos eventos, como el estreno de la película de George Harrison o la boda de Paul McCartney con Nancy Shevell. "Mi madre y yo no seremos borrados de la historia", escribió.

Fuentes cercanas a Paul aseguraron que Julian era considerado de la familia y, si no fue invitado a su boda, había sido porque creían que se encontraba en Italia (donde vive). De hecho, se sabe que McCartney fue más cercano a él que el propio John. Incluso le escribió la canción Hey Jude (en un principio llamada Hey Jules) para consolarlo por el divorcio de sus padres cuando tenía 5 años. Allí le aconseja: "Toma una canción triste y hazla mejor". Y en eso anda Julian.

En la inauguración de Alone, hace dos semanas, fue escueto para referirse a su padre: "Lo único que diré al respecto es que su trabajo demostró que puedes ser un individuo, no una oveja, y lograr cosas".

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