Publicidad

Crece la miopía infantil

Compartir esta noticia
La detección precoz de la miopía permite frenar su aumento a tiempo.

Salud

Especialistas advierten que el uso excesivo de pantallas por parte de los niños puede estar incidiendo directamente en el aumento de casos, que ya se considera como epidemia.

La miopía infantil se está convirtiendo en una epidemia en casi todo el mundo. Y el uso excesivo de pantallas es uno de los mayores factores de riesgo para ello. Estas son las conclusiones más recientes de la Academia Americana de Ofalmología vertidas en un simposio.

En Uruguay son cada vez más frecuentes las consultas por problemas de miopía en niños. Así lo confirmó el médico oftalmólogo Salomón Saúl, presidente de la Sociedad Uruguaya de Oftalmología Pediátrica a Revista Domingo.

"Estamos viendo un aumento de los casos de miopía, pero es a nivel mundial que se está dando y Uruguay no es ajeno", señaló el especialista.

A su juicio pesan en este problema una combinación de factores de orden genético, ambiental y comportamental. "Se sabe hoy en día que el uso del celular y las pantallas de forma excesiva en los niños puede favorecer el riesgo de miopía y puede ser lo que esté explicando el aumento de casos", reconoció Saúl.

Pero también inciden otros aspectos de comportamiento, como la menor predisposición a actividades al aire libre y la alimentación. "Por eso recomendamos que se incluya en la alimentación de los niños antioxidantes, provenientes de frutas y vegetales", señala el médico.

Esclavos de la pantalla.

Según estudios se parpadea a intervalos de dos a diez segundos, unas diez veces por minuto. Esta función es esencial tanto para el cerebro como para el propio sistema ocular. Con el parpadeo se renueva la película lagrimal que cubre el ojo y el mismo no corre riesgos de resecarse.

El uso prolongado de pantallas puede provocar una significativa disminución del parpadeo, con los consiguientes trastornos. En los niños, donde el desarrollo es menor, las consecuencias son por ende más marcadas.

"Se sabe que en los niños que usan excesivas pantallas, puede haber un aumento del riesgo de tener miopía y cuando la tienen puede haber un aumento de la progresión de la miopía", explica Saúl.

Al cabo del día un niño puede estar expuesto al uso de pantallas de celular, tabletas, computadoras y, por supuesto, televisión. El uso en demasía puede provocar dolor de cabeza, visión borrosa, fatiga ocular en general. Y a la larga, miopía.

Donde más estudiado está el problema es Estados Unidos, aunque en Asia hay investigaciones recientes con resultados igualmente alarmantes.

Según los estudios hechos en Estados Unidos desde 1971 a la fecha la incidencia de la miopía en general se ha duplicado, prácticamente, y llega hoy al 42% de la población. En Asia, por ejemplo, en la población adolescente alcanza el 90%. Los académicos estadounidenses estiman, asimismo, que el uso de pantallas de dispositivos electrónicos es en buena medida responsable del crecimiento en estas últimas dos décadas.

"No hay estudios en nuestro país, pero desde hace tiempo que detectamos el aumento de las consultas", señala Salomón Saúl, quien también atiende la policlínica oftalmológica del Hospital Pereira Rossell.

Detectar la miopía precoz no es sencillo. "En las primeras etapas de la vida la esfera visual del niño es cercana, entonces ahí no nos damos mucho cuenta. Salvo que ya nazcan, o que de etapas muy tempranas de la vida tengan una miopía muy elevada, ahí se acercan mucho a los objetos", señala el médico.

Hasta los cuatro o cinco años la visión de lejos no es tan buena. "Un niño de esa edad ve más o menos un cincuenta por ciento menos de lo que ve un adulto de lejos", señala el especialista. Teniendo ello en cuenta, cuando el niño entra en la etapa escolar es más fácil saber cuándo se puede producir un déficit de visión.

"Entonces, no nos damos mucha cuenta del déficit visual, nos empezamos a dar cuenta en la etapa preescolar y escolar, ya los niños entre los 5 y 6 años advertimos que tienen dificultades para ver el pizarrón en la escuela, o se acercan mucho al televisor", apunta Saúl.

Tratamientos.

Esos indicios ya son suficientes como para pedir una consulta al oftalmólogo. Si la miopía se halla en un estado incipiente es posible frenar su progresión con un tratamiento, asegura el médico. "En realidad el único tratamiento probado es el uso de gotas de Atropina, cuando se comprueba la progresión de más de un punto en seis meses", explica el oftalmólogo.

Se usa entonces un compuesto de Atropina en una solución del 0,01% que debe preparar el farmacéutico. "Conjuntamente con el uso de lentes, la miopía hay que corregirla con lentes", agrega.

La cirugía puede ser otra alternativa, aunque sólo se practica a partir de los 20 años de edad. "La cirugía refractiva que se puede hacer en miopías de máximo nueve dioptrías, no mucho más y hay que hacer un estudio previo", explica Saúl.

En miopías más agudas hay otras alternativas quirúrgicas que incluyen, por ejemplo, la colocación de lentillas intraoculares. Estas son intervenciones quirúrgicas más complejas, habida cuenta de que las operaciones más comunes se realizan con láser.

Todas estas son medidas dirigidas a corregir la miopía, pensar en su curación es, de momento, inviable. La miopía es un mal incurable. Por ello lo ideal es tratarla en forma precoz y prevenir su crecimiento, de tal manera que los paliativos sean mínimos.

En Uruguay no está medida la expansión del problema, pero según informes publicados en 2016 se estima que entre un 15% y un 20% de la población adolescente padece miopía y debe usar lentes correctivos.

No obstante, los médicos tienen la percepción de que el problema va en franco aumento. Si bien se cree que aún se está muy lejos de la expansión que tiene el fenómeno en algunos países de Asia —Singapur es uno de los ejemplos más conocidos en esta parte del mundo—, donde el 90% de los jóvenes debe utilizar anteojos.

El presidente de la sociedad de oftalmólogos pediátricos dice que, en cambio, en Argentina sí se están haciendo estudios masivos y se está aplicando el tratamiento con Atropina en forma sistemática. "Nosotros no tenemos medios para investigar, pero creemos que el tema tiene más o menos la misma dimensión", dice.

El consultorio donde Saúl atiende casi diariamente en el Hospital Pereira Rossell es una buena muestra de la dimensión del problema. Decenas y decenas de madres con sus niños acuden cada día para consultas y en muchos casos se verifica la existencia de miopía. Y la recomendación es la misma: menos pantallas.

Problemas de visión en el mundo

El 12 de octubre se celebra el Día Mundial de la Visión, la fecha recuerda lo extendido del problema en todas partes. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen en el mundo 285 millones de personas con baja visión o ceguera. En Uruguay, según estudios realizados por expertos, hay un 0,91% de la población con ceguera bilateral. De las personas que consultan al oftalmólogo, el 70% tienen alguna patología ocular, más del 50% consultan por lentes y casi un 20% de los mismos tienen asociado alguna patología prevenible, señalaba el mismo estudio. Sin embargo, los especialistas recuerdan que el 80% de las patologías de la visión son evitables gracias a consultas tempranas. Un tratamiento oftalmológico puede frenar el crecimiento de la miopía, un mal que una vez manifiesto puede crecer si no es debidamente tratado y corregido.

No más de dos horas por día

En niños de más de cinco años es bueno limitar el uso a dos horas diarias.
En niños de más de cinco años es bueno limitar el uso a dos horas diarias.

El control en el uso de pantallas por parte de los niños es absolutamente necesario. Según las recomendaciones del médico oftalmólogo Salomón Saúl, presidente de la Sociedad Uruguaya de Oftalmología Pediátrica, es deseable que los niños de seis años en adelante no utilicen pantallas más de dos horas por día. Y ello incluye celulares, tabletas, computadoras y televisión. "Obviamente podemos ser flexibles, pero lo recomendable es que no excedan esos usos diarios", señala el especialista. Un llamado a los padres, entonces.

No se recomienda en pequeños

Totalmente desaconsejado en niños de 0 a 3 años.
Totalmente desaconsejado en niños de 0 a 3 años.

Para los niños más pequeños las restricciones son aún más drásticas, según las recomendaciones médicas. De cero a tres años se sugiere directamente impedir el uso de pantallas de cualquier tipo de dispositivo electrónico. El sistema ocular se halla en franco desarrollo y los efectos pueden ser mucho más negativos. De tres años a los cinco se recomienda no permitir el uso de pantallas más de una hora por día. Los médicos recuerdan que los dispositivos pueden también provocar desórdenes de comportamiento.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

saluddomingorevista

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad