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NUTRICIÓN

"¿Vas a querer un poco de aceite de oliva en tu café?" Cómo aprovechar lo nutritivo de un clásico de la dieta mediterránea

El aceite de oliva está en todos lados, incluso en el café de Starbucks. Esto es lo que opinan los expertos en nutrición sobre sus beneficios para la salud.

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aceite de oliva
El aceite de oliva y sus beneficios para la salud.
Foto: Pixabay.

Que una cadena global como Starbucks haya empezado a agregarle aceite de oliva en sus cafés, no debería sorprender. El café es solo la más reciente bebida en la que incursionó el aceite de oliva, un componente esencial en la dieta mediterránea. Ya lo mezclamos con helado y lo incorporamos a la torta de chocolate. Sus fanáticos beben tragos de ese líquido en TikTok, dicen que les limpia la piel y les ayuda a perder peso. Podemos remojar la tostada en aceite de oliva o ponerle un chorrito al Martini seco, añadirlo a la granola o mezclarlo con la crema de limón.

Los especialistas en nutrición consideran que el aceite de oliva es un ingrediente saludable para tus comidas. Se le asocia con una serie de beneficios para la salud, desde bajar la presión arterial hasta disminuir la inflamación. Esto es lo que se sabe sobre lo que puede y no puede hacer por tu salud.

El aceite de oliva podría ayudar al corazón

Una gran cantidad de investigaciones ha asociado este ingrediente a resultados prometedores en términos de salud: un menor riesgo de desarrollar cáncer, una posible prevención del alzhéimer e incluso menos probabilidades de morir a una edad temprana. Pero en muchas de estas investigaciones se han estudiado sus efectos en la salud de las personas que consumen aceite de oliva como parte de una dieta mediterránea más amplia, en la que es un sustituto de fuentes menos saludables de grasas, como la mantequilla, y no los efectos en la salud del aceite de oliva por sí solo.

Un estudio publicado el año pasado reveló que quienes consumían más de la mitad de una cucharada de aceite de oliva por día tenían aproximadamente un 19 por ciento menos de probabilidades de morir de alguna enfermedad cardiovascular que quienes casi nunca o nunca lo consumían. Y en otro estudio también del año pasado se constató una estrecha relación entre un mayor consumo de aceite de oliva y un menor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular y morir de otras causas.

Cómo incorporarlo a la dieta

A pesar de los beneficios del aceite de oliva a nivel cardiovascular, no deja de ser una grasa, lo cual significa que es bastante alto en calorías. Beber directamente el aceite de oliva o mezclarlo en una bebida podría añadir calorías innecesarias a tu dieta. Asimismo, sus beneficios se pueden ver alterados por la manera en que se elabora.

Cuanto menos procesado sea el aceite, más alto es su contenido de polifenoles. La exposición del aceite a calor excesivo o a solventes químicos puede degradar los polifenoles, así que hay que elegir aceite de oliva extra virgen (que normalmente se elabora triturando las aceitunas con medios mecánicos) o aceite de oliva virgen (el cual casi siempre conserva los niveles de polifenoles), no una botella de aceite de oliva convencional.

Sin importar el tipo de aceite de oliva que elijamos, siempre va a aportar algunos beneficios a nuestra salud. No es imprescindible conseguir el de mayor extracción en frío, el más puro o el más caro.

Se recomienda usar aceite de oliva como sustituto de grasas menos saludables, sobre todo manteca y productos lácteos de leche entera, los cuales contienen grasas saturadas que pueden elevar los niveles de LDL. Es mejor cocinar con aceite de oliva que con manteca o mezclarlo con hierbas y especias para luego rociarlo sobre una ensalada en vez de usar un aderezo cremoso embotellado. Pero se aconseja no consumir más de tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva al día. Tampoco debemos esperar que el aceite de oliva por sí solo vaya a transformar nuestra salud en general. No podemos verlo de manera aislada y pensar que con solo aumentar su consumo nuestra salud va a mejorar. Hay que tomar en consideración nuestra dieta en su totalidad.

(Dani Blum - The New York Times)

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