Redacción El País
El estrés, los tiempos alocados de la vida actual, las múltiples pantallas, los constantes estímulos de mensajes y la búsqueda de una recompensa instantánea que llevan a vivir siempre en modo alerta, terminan detonando en que la ansiedad se instale y haga estragos en el organismo de quien la sufre.

"La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que sude, se sienta inquieto y tenso, y tener palpitaciones", dice Medline Plus y agrega que, "si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser abrumadora".

Cuando la ansiedad se instala como un trastorno y no desaparece, puede interferir con la vida diaria y las relaciones entre las personas.

• Trastorno de ansiedad generalizada: Quienes la sufren se preocupan por los problemas de su vida cotidiana, pero lo hacen en exceso, lo sufren en demasía y no logran abandonar el espiral de ansiedad.
  
• Trastorno de pánico: Los ataques de pánico son repentinos, intensos y pueden durar varios minutos. Puede ocurrir que una persona sufra uno solo, aislado, pero también hay casos en que se instalan y la persona los padece de forma repetida.
  
• Fobias: Hay personas que tienen un miedo intenso a alguna cosa, que en realidad representa poco o ningún riesgo, pero no lo puede controlar. Una de las más comunes en los trastornos de ansiedad es la agorafobia.

Para hacerle frente a la ansiedad, los expertos recomiendan recurrir a la psicoterapia y, si es necesario, concurrir a consulta psiquiátrica para que la medicación pueda ayudar a la persona con los síntomas. El apoyo familiar y la vida saludable son también parte clave de la salida de este trastorno y, en ese sentido, se elaboró una lista de alimentos que hay que evitar cuando se atraviesa por un trastorno de ansiedad.

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1. Alimentos ultraprocesados: Según publica Infobae, un estudio realizado con más de 10.000 adultos en Estados Unidos mostró que cuantos más ultraprocesados se consumen, más chances hay de padecer una depresión leve o sentimientos de ansiedad.
2. Cafeína: las bebidas que la contienen pueden generar nerviosismo e interferir en el suelo, entre otros efectos.
3. Azúcares refinadas y añadidas: el consumo excesivo de azúcares añadidas puede generar irritabilidad, preocupación o tristeza, indica el medio argentino.
4. Aditivos: Entre los menos recomendados para quienes sufren ansiedad está el glutamato monosódico o E-621, que potencia el sabor de los alimentos y a la vez se asocia a dolores de cabeza, nerviosismo e insomnio.
5. Bebidas alcohólicas: en el momento generan un efecto tranquilizante para la persona, pero más tarde, cuando son procesadas por el organismo pueden generar alteraciones del sueño y elevar el grado de irritabilidad. El alcohol impacta en el sistema nervioso central y tiene consecuencias en todo el cuerpo.
6. Carbohidratos refinados: Una publicación en el Scientific Reports reveló que una dieta alta en azúcar podía incidir en los trastornos del ánimo, tanto en hombres como en mujeres, informa el portal.
7. Ginseng: aunque es una planta de uso cada vez más común en todo es mundo, hay estudios que marcan que, si bien ayuda a mejorar la función mental, tiene como efecto secundario el nerviosismo y la ansiedad.
8. Bebidas energéticas: al elevar la energía y el estado de alerta, tienen como consecuencia el aumento de la ansiedad.