Camilo Peña, El Tiempo/GDA
Para conocer en profundidad todos los atractivos de una ciudad, debemos recorrer cada esquina. Pero esto no es tan fácil cuando se trata de grandes urbes como Londres, Roma o París. Por suerte, existen destinos europeos que pueden conocerse en 24 horas.

"Este es uno de los encantos de viajar a Europa. Hay tantos lugares hermosos llenos de historia e impresionantes paisajes, con fácil conexión que permite agregar nuevas experiencias a tu viaje", comenta María Carolina Padilla, country manager Civitatis Colombia.

Brujas es una ciudad encantadora y tan pequeña que puede visitarse sin problema en menos de 24 horas. Puede comenzar con un paseo por sus calles medievales, y subirse a una lancha para navegar por sus coquetos canales.

En el centro histórico de Brujas se encuentran la catedral y la Iglesia de Nuestra Señora, que alberga la obra la Madonna de Brujas, del gran maestro Miguel Ángel. Por otro lado, el casco antiguo puede recorrerse en poco tiempo, y caminando por él llegará a la Grote Markt o Plaza Mayor, la imagen característica de Brujas donde se encuentran edificios emblemáticos como el campanario o el Juzgado Provincial.

Una vez descubiertas todas estas maravillas, puede entrar en una cervecería para probar la famosa cerveza de Flandes o sentarse en una de sus coquetas cafeterías para conocer las deliciosas preparaciones a base de chocolate belga.

Si quiere descubrir todo el esplendor de la Toscana italiana, Siena es sin duda su sitio. Esta preciosa ciudad medieval de edificios de ladrillo puede verse en 24 horas, ya que sus principales atracciones, como la Catedral de Siena, la Piazza del Campo o la Torre del Mangia (el campanario), están ubicadas en su pequeño centro histórico.

Además, puede viajar al pasado perdiéndose por sus maravillosas calles empedradas, en las que aún se respira el ambiente renacentista. Y si no quiere perderse nada, puede visitar por dentro la Catedral o el Palacio Comunal y descubrir los frescos de los maestros del Trecento Duccio di Buoninsegna, Simone Martini y los hermanos Lorenzetti.

Este pequeño y precioso destino es perfecto para ver en solo un día. Esta ciudad de la Alsacia francesa ha adquirido gran popularidad en los últimos años porque suele identificarse con el pueblo donde vive Bella, protagonista de la tradicional historia, La Bella y la Bestia.

Disney nunca ha confirmado que la aldea de Bella sea Colmar, pero es muy parecida, no hay duda de que tiene una infraestructura de cuento de hadas. Su curiosa arquitectura de estilo gótico germánico y renacentista es fruto de la influencia alemana y francesa, y se ha convertido en seña de identidad de Colmar. Pero el broche de oro son sus canales, que han hecho que también reciba el nombre de la pequeña Venecia.

Toletum, Tulay Tulah, Ciudad Imperial, Ciudad de las Tres Culturas… Toledo es la ciudad española de los mil nombres, y también una de las más ricas en historia y patrimonio. Su cercanía con Madrid hace que sea el destino perfecto para recorrer en 24 horas.

La confluencia de culturas de Toledo hace que hoy en día podamos admirar ejemplos de arquitectura romana, mozárabe, judía, gótica y barroca. Algunos de los lugares que debe visitar en este destino son: la Plaza de Zocodover, la mezquita del Cristo de la Luz y la Puerta de Bisagra, uno de los uno de los accesos principales a la ciudad amurallada de Toledo.

Otro punto imperdible es recorrer la catedral Primada, reconocida como el templo católico más importante de España. Y sin lugar a duda, hay que llegar a uno de los lugares más fotografiados de este destino: el majestuoso puente de San Martín, esta construcción medieval era uno de los accesos principales a la ciudad, y está declarado Bien de Interés Cultural.

Bath lo tiene todo: tamaño ideal, cultura y arquitectura en partes iguales. Está situada a menos de dos horas de Londres, por lo que vale la pena reservar un día para conocer la ciudad en donde vivió durante varios años la reconocida escritora Jane Austen, autora del libro Orgullo y Prejuicio, famosa historia que fue llevada a la pantalla grande.

Su principal atractivo son sin duda las termas romanas, aún en funcionamiento. Se trata de un magnífico ejemplo de conservación y arquitectura romana, y un lugar idílico que te transporta muchos siglos atrás. Pero Bath tiene muchas otras cosas que ofrecer, aparte de los baños: templos romanos, la abadía gótica, la Royal Crescent o los jardines Sydney, por los que solía pasear la escritora Jane Austen.