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Trump sube la tensión con UE enfrentando a Alemania

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Merkel y Trump se muestran sonrientes, pero no ocultan que están enfentados. Foto: Reuters
From L-R, Canadian Prime Minister Justin Trudeau, German Chancellor Angela Merkel, U.S. President Donald Trump and Italian Prime Minister Paolo Gentiloni pose for a family photo during the G7 Summit in Taormina, Sicily, Italy, May 26, 2017. REUTERS/Jonathan Ernst
JONATHAN ERNST/REUTERS

Cuestionó déficit comercial y aportes a OTAN, y amenazó: “Esto cambiará”.

Si Donald Trump quería desviar la atención sobre las investigaciones por la injerencia de Rusia en las elecciones que lo llevaron a la Casa Blanca —que tiene entre otros a su yerno Jared Kushner en la mira del FBI— ayer martes lo logró, al menos por un día.

El presidente acudió a Twitter para quejarse del déficit comercial de Estados Unidos con Alemania y criticar a este país por considerar que debería ser mayor su aporte al presupuesto de la alianza militar en la OTAN.

Los dimes y diretes han subido de tono abruptamente desde que Trump criticó la semana pasada a sus principales aliados de la OTAN por su gasto militar y se negó a respaldar un acuerdo climático mundial en la cumbre del G7.

"Tenemos un déficit comercial ENORME con Alemania, además de que ellos pagan MUCHO MENOS de lo que deberían en (gastos de) la OTAN y militares. Muy malo para Estados Unidos. Esto cambiará", escribió ayer en su cuenta @realDonaldTrump.

Al parecer lo que provocó a Trump fueron las declaraciones de la canciller alemana Angela Merkel el domingo, en el marco de una gira electoral. Ese día Merkel cuestionó la confiabilidad de la alianza con Estados Unidos y Reino Unido.

"Los lazos transatlánticos son de suma importancia para nosotros (...) pero la situación actual da más razones para (...) que nosotros tomemos nuestro destino en nuestras propias manos", dijo Merkel, agregando que Europa "debe convertirse en un jugador más activo en los asuntos internacionales".

La Casa Blanca intentó poner paños fríos a este cruce y ayer dijo que Trump y Merkel se entienden "muy bien". "Pienso que el presidente describiría su relación con la señora Merkel como bastante increíble", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. "Se entienden muy bien, él la respeta. Ve no solamente a Alemania, sino al resto de Europa, como un aliado de Estados Unidos", afirmó.

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, fue más directo el lunes y salió a respaldar a Merkel. El diplomático fustigando la "visión corta" de las políticas de Trump que "han debilitado a Occidente" y dañado los intereses europeos.

"Quien acelera el cambio climático al debilitar la protección ambiental, quien vende más armas a zonas de conflicto y quien no quiere resolver políticamente conflictos religiosos, pone la paz de Europa en riesgo", dijo el ministro alemán.

Gabriel hacía referencia clara al gigantesco contrato de venta de armamentos anunciado la semana pasada por Trump durante su visita a Arabia Saudita, primer estala de su gira, que asciende a 100.000 millones de dólares.

Durante su primera gira internacional, Trump desairó además las presiones de sus aliados del G7 para que respalde el acuerdo de París sobre el clima —el cual ha advertido no mantendrá— y reprendió a 23 de los 28 miembros de la OTAN, incluida Alemania, por "aún no pagar lo que deberían pagar" para financiar esa alianza.

Además, de acuerdo a versiones de prensa, durante una reunión con altos funcionarios europeos en Bruselas, Trump se habría quejado que "los alemanes son malos, muy malos" desde el punto de vista comercial.

Merkel había realizado en marzo una visita oficial a Washington y mantuvo una reunión con Trump en la Casa Blanca, pero a todas luces la relación personal entre los dos líderes nunca dejó de ser helada y distante.

Las relaciones entre Washington y Berlín podrían así estar encaminándose a su peor nivel desde 2005, cuando el gobierno del entonces canciller Gerhard Schröder criticó a Estados Unidos por la invasión a Irak.

Merkel no está sola.

La canciller alemana no es la única que está criticando a Trump en Europa. Martin Schulz, líder de los socialdemócratas alemanes, dijo a periodistas que Trump era "el destructor de los valores occidentales" y que estaba minando la cooperación pacífica entre los países, que se basa en el respeto mutuo y la tolerancia.

"Hay que salir al paso de un hombre con esta ideología de rearme", añadió.

En tanto, Italia respaldó el llamado de Merkel a una Unión Europea más fuerte en la escena mundial.

"Compartimos la idea de que el futuro de Europa debe estar en nuestras manos, los desafíos mundiales lo imponen", declaró el jefe del gobierno italiano, Paolo Gentiloni, durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo canadiense, Justin Trudeau, de visita en Roma.

"Esto no quita ninguna importancia a las relaciones transatlánticas o a la alianza con Estados Unidos", puntualizó.

"Pero la importancia que acordamos a esos lazos no puede llevarnos a renunciar a principios fundamentales como nuestro compromiso contra el cambio climático o a favor de las sociedades abiertas y el libre comercio", insistió Gentiloni.

Rusiagate: renunció un asesor de la Casa Blanca.

El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Mike Dubke, abandonó su cargo e inauguró lo que podría ser una serie de cambios dentro del equipo de Donald Trump debido al escándalo sobre el espionaje electoral ruso. Varios funcionarios de la Casa Blanca, que pidieron el anonimato, aseguraron que podría haber más cambios dentro del equipo más cercano al presidente antes del final de esta semana, según The New York Times.

EL COMERCIO, TELÓN DE FONDO DE LA TENSIÓN.

La relación comercial bilateral.

Washington ha acusado a Berlín de un fuerte déficit comercial de 67.700 millones de dólares en 2016, relacionado sobre todo al comercio de bienes más que de servicios. Esta cifra, menor que en 2015, convierte a Alemania en el segundo mayor responsable del déficit comercial de Estados Unidos, detrás únicamente de China y sus 309.000 millones de dólares.

Estados Unidos es el mayor mercado de exportación para Alemania, que coloca allí bienes destinados a la industria de manufactura (39.400 millones de dólares en 2016) y sus automóviles (32.100 millones).

¿Qué alega Estados Unidos?

Trump ha cambiado radicalmente el enfoque estadounidense sobre el comercio: ahora cualquier déficit comercial es visto como un desbalance dañino que debe ser corregido, aunque este pueda reflejar el dinamismo de las relaciones económicas entre los dos países.

¿Qué responde Alemania?

Quiere asegurarse que los intercambios comerciales entre ambos países sean beneficiosos para ambos. Los estrechos vínculos comerciales hacen que Alemania sea una importante fuente de inversión directa en Estados Unidos (255.500 millones de dólares en 2015).

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Merkel y Trump se muestran sonrientes, pero no ocultan que están enfentados. Foto: Reuters

DUELO DE TITANESAFP, REUTERS

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