Demolición termina con la pesadilla

28/08/2015, 05:01

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Demolición casas ocupadas de Villa Biarritz. Foto. F. Flores

El miércoles comenzaron a tirar abajo las dos casas abandonadas ubicadas en Vázquez Ledesma y Benito Blanco, que generaban problemas de inseguridad e higiene en la zona porque habían sido ocupadas por intrusos.

Si bien aún no hay fecha fijada, luego que el predio quede limpio los vecinos financiarán el enjardinado del lugar y el club Biguá se hará cargo de mantenerlo, según un acuerdo al que llegaron con los dueños de las casas, que les llevó años concretar.

El primer intento de demolición fue el 9 de julio pasado, pero no se hizo porque la empresa que lo iba a hacer no se presentó. El martes pasado, previo al inicio de la demolición, la Policía tuvo que desalojar a los intrusos nuevamente, ya que pese a que habían sido sacados en julio, volvieron.

Los dueños de las viviendas viven en Argentina y las casas estaban abandonadas por lo que intrusos, entre ellos cuidacoches, se alojaban allí. En el lugar clasificaban residuos lo que generaba ratas y mal olor.

Este año los propietarios de las casas hicieron la denuncia ante la Seccional 10ª y por eso fue que la Justicia dio la orden de desalojar. El primer desalojo se hizo el miércoles 8 de julio, ya que estaba previsto demoler las casas al día siguiente.

Fuentes policiales dijeron a El País que no fue necesario utilizar la fuerza, ya que los entre siete y ocho hombres que ocupaban ese día el lugar salieron en forma voluntaria.

Sin embargo la demolición no se hizo el 9 de julio porque la empresa no se presentó, contó a El País el arquitecto Ernesto Kimelman, representante de los propietarios de los cuatro padrones donde están las viviendas. Agregó que no sabe cuáles fueron las razones por las que no se presentó.

Cuatro días.

Finalmente, el miércoles pasado comenzó el proceso de demolición que culminará mañana. El trabajo está a cargo de una empresa diferente a la de julio, cuesta 40.000 dólares y es financiado por los dueños de las casas.

Previo al inicio de la demolición, el martes policías desalojaron a los dos ocupantes que había esta vez.

Además, hubo dos instancias de desratización antes de que la empresa comenzara a demoler, informó el alcalde del Municipio CH, Andrés Abt.

"Los primeros trabajos que hizo la empresa fueron la demarcación y la limpieza del terreno. Comenzaron a separar la casa de la medianera del otro edificio, continuaron hoy (ayer), van a seguir mañana (hoy) y la demolición de toda la estructura va a ser el sábado desde las 7:00", dijo Abt.

Después que el predio quede vacío será enjardinado con US$ 6.000 aportados por los vecinos y que hoy los tiene el club Biguá, que será el encargado de efectuar el mantenimiento y de dar seguridad al lugar.

Todavía no hay fecha para enjardinar, pero debe hacerse para que la Intendencia no cobre a los dueños el impuesto a los baldíos, ya que la comuna exoneró a los cuarto padrones de ese tributo con la condición de que sean "enjardinados en consonancia con las características del entorno".

Un vecino dijo a El País que "la gente ya ni creía que se iba a tirar esto abajo".

SABER MÁS

"Había incendios cada semana".

Un vecino, que vive en un edificio lindero a las casas hoy parcialmente destruidas, contó a El País que durante años debió sufrir por incendios que hacían los ocupantes ilegales, que llegaban a hacerlos "más o menos una vez por semana". También escuchó peleas en la noche, "tiraban piedras, golpeaban muros y parecía que entraba gente todo el tiempo a casa". Además, "una vez por mes tengo que desratizar".