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Cada vez más ojos vigilando las calles

Seguridad. Para mediados de 2010 la Policía tendrá funcionando una red de cámaras en los principales puntos de la ciudad Ómnibus, comercios y empresas echan mano a este recurso

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GUSTAVO TRINIDAD

La cámara de seguridad se transformó en uno de los elementos más extendidos. Por ahora sólo se actúa sobre hechos consumados. Esto cambiará radicalmente para la Policía, cuando en 2010 funcione el Sistema de Alta Tecnología.

El cartelito de "sonría lo estamos filmando" inundó la vida cotidiana. Desde estacionamiento a la ventanilla del local de pagos, del shopping a la plaza pública, del ómnibus a la góndola del supermercado, del aeropuerto a la cancha de fútbol, todas nuestras acciones quedan registradas.

Ya es costumbre ver a diario baleados, rehenes y hasta homicidios que quedan en las cámaras y son reproducidos masivamente por los medios de comunicación. Durante días se pudo ver repetida la de un sereno asesinado en un supermercado de Malvín Norte, o un policía que se revolcaba peleando con un rapiñero en un comercio de La Blanqueada hasta que otro lo baleó, o un hombre atacado brutalmente dentro de un cajero automático de General Flores, o un recluso muerto durante un duelo criollo en el Comcar. Son apenas algunos ejemplos. Pero este avance masivo de las cámaras, que algunos han dado en llamar "el gran hermano moderno" o el "reality de la violencia", ¿realmente sirve para algo?

La mayoría de actores consultados afirmaron que sí, pero algunos expusieron matices. Uno es que no están frenando la violencia con que actúan los delincuentes. También en algunos sectores de la actividad comercial, como los supermercados o similares, no están siendo siquiera un elemento disuasivo. Algo que sí se nota en los ómnibus, donde este año se registró un 40% menos de atracos principalmente por el funcionamiento de la Comisión de Seguridad en el Transporte y el operativo policial Bus Seguro. Pero dentro de este panorama Cutcsa ha disminuido más las rapiñas que las otras empresas de transporte que no han instalado cámaras. Ahora las cooperativas decidieron sumarse a las medida.

La cámara sirve a la Policía pero para actuar sobre los hechos consumados. Sirve para identificar y como prueba a la Justicia, pero no sirve como respuesta del momento. Las autoridades intentan superar ese escollo a nivel de la acción policial con la instalación de 103 cámaras de las que ya se llevan 96 en 30 puntos estratégicos elegidos por la Jefatura de Policía de Montevideo. Estos serán monitoreados por primera vez desde una central con grandes pantallas y en tiempo real, con un mapa georreferenciado por sistema GPS, que permite la ubicación de los patrulleros en la zona y comunicación directa con los móviles a través del 911, que incluirá emergencias médicas y Bomberos.

Ante la denuncia puntual de que está pasando algo en un lugar donde hay cámaras o el avistamiento de los funcionarios que monitorean las pantallas, se podrá comenzar a actuar inmediatamente y a distancia. En el mapa estarán las unidades de Policía más cercanas y se evaluará cómo utilizarlas. Este sistema evitará que sea el policía de la comisaría quien tenga que llegar y ver qué es lo que pasa, para después solicitar lo que considere necesario. Si bien este sistema, a un costo de US$ 12.000.000, comenzará restringido a 30 puntos de la ciudad, luego de una evaluación las autoridades podrían ampliar su uso. El sistema, que se espera comience a operar antes de junio de 2010, será monitoreado por unos 30 policías por turno. Se trata de un concepto nuevo en seguridad pública y optimizará el personal, al tiempo que acelerará la respuesta, según estiman las autoridades.

"Nosotros ahora tenemos un sistema de respuesta en escala, con esto pasaremos a un sistema de respuesta integral", explicó a El País el jefe del Proyecto de Alta Tecnología en Seguridad del Ministerio del Interior, el inspector Américo Alvez.

"Todo buen sistema, como este, tiene una serie de medidas de seguridad para el manejo y la extracción de imágenes que serán reservadas a personas especiales, hay un protocolo de accionar en este sistema que se está elaborando para prevenir la privacidad de las personas", indicó Alvez.

Un sistema también de vigilancia en tiempo real está siendo instalado en los 460 locales de la red Abitab. "Nuestros locales tendrán sistema de grabación remota. Es decir, cuando la alarma se dispara la cámara enviará imágenes en tiempo real a nuestra central y así podremos darle información al instante a la Policía", explicó el gerente de la red Abitab.

Paralelamente fuentes policiales en la primera de línea de la investigación criminal de Montevideo y Canelones consultadas por El País indicaron que las cámaras son sólo un elemento más de todos lo que componen la seguridad y la investigación de los delitos. De todas formas coincidieron en el aporte, a veces decisivo, que da un registro visual de los hechos y los delincuentes que actuaron. No sólo para su identificación sino como prueba para llevar ante la Justicia.

En cuanto a cómo actúan las cámaras como elemento disuasivo para la delincuencia las fuentes marcaron la diferencia entre los tipos de delincuentes y sus objetivos. "En el caso de los ómnibus son rapiñeros de poca monta que van por poca plata y fácil. Este tipo de delincuentes por ejemplo si se hace un operativo en una zona se trasladan a otra y son muy flotantes. Por eso con las cámaras que tiene una empresa en los ómnibus pueden haber traslados de estos rapiñeros a otras empresas que no las tienen", indicaron las fuentes.

En el caso de los supermercados donde lejos de disuadir parece que hay un recrudecimiento de los asaltos a estos comercios, las fuentes opinaron que muchas veces son delincuentes "jugados" cuando no bandas más organizadas, que utilizan autos robados y motos y que no se detienen aunque sepan que quedarán registrados. Los policías consultados refirieron casos también donde los rapiñeros han actuado con cascos de motos o gorras que impiden su identificación.

El presidente de Cambadu, Mario Menéndez se mostró en sintonía con la Policía sobre el perfil de los delincuentes que están asolando los supermercados. "La instalación de cámaras es un elemento positivo, son adelantos de la tecnología que hay que aprovechar, pero por los hechos que estamos viviendo es evidente que los delincuentes les perdieron el miedo. Entran al comercio y vamos arriba, no les importa nada. Es que no son ladrones, son personas muchas veces enajenadas por la droga que pueden matar a una persona y de repente al otro día ni se acuerdan de lo que hicieron", comentó Menéndez. "Podemos descubrir quien mató y quien robó pero después que pasó. Yo espero que alguien tome `el toro por las astas`. Antes de las elecciones todos tenían soluciones para esto: bueno hagámoslo", dijo.

El ojo de la cámara evidentemente ingresó a la estrategia de seguridad, tanto pública como privada, para quedarse.

n "En todos los lugares que van a estar vigilados estamos hablando de lugares públicos", aseguró el jerarca policial a propósito del riesgo de vulnerar la privacidad.

Sin embargo el psicólogo social Antonio Pérez García fue crítico de este tipo de sistemas. "Son típicos de una seguridad urbana con un modelo de cárcel, donde se vigila todo lo que se hace en esos lugares", opinó. "Está bien recurrir a los avances tecnológicos bien utilizados, pero cuando se sale de su esfera fundamental se convierte en público aquello que debería ser privado", indicó. Fue más crítico aún con los casos en que las imágenes se hacen públicas a través de los medios de comunicación. "Desde el punto de vista de la información no es necesario reproducir esas imágenes. Es la muerte convertida en un show, se pierde la noción de lo público", opinó el especialista.

Algunos lugares donde serán instaladas las cámaras del Ministerio del Interior son: la plaza Zabala, el Ministerio de Economía, el Palacio de Justicia, el Teatro de Verano, la Peatonal Sarandí, el Mercado del Puerto, el Palacio Peñarol, el Estadio Centenario y en todas las cárceles.

Bruni con una visión cauta del problema

El propio ministro del Interior, Jorge Bruni, se mostró cauto al evaluar los beneficios que traerá este sistema para la seguridad pública.

"Todo indica que este es un proyecto trascendente, pero hay que tener en cuenta que las cámaras son sólo una herramienta. Hay que tener cuidado en que la herramienta no se transforme en un fin en sí mismo o en un problema", consideró Bruni al ser consultado.

De todos modos, el secretario de Estado indicó a El País que aún no hay elementos suficientes para cerrar una opinión en torno al tema. "Todavía es muy temprano para hacer una evaluación, no tenemos el sistema funcionando y se necesitará tiempo para evaluar los resultados. Creemos que va a ser un gran aporte", sostuvo Jorge Bruni.

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