Publicidad

Gustavo Casenave: “Yo soy una canilla de música”

Compartir esta noticia
Gustavo Casenave. Foto: Edu Milieris

Entrevista

Charla con el pianista uruguayo consagrado en Estados Unidos, que hoy toca en el Solís

Gustavo Casenave. Foto: Edu Milieris
Gustavo Casenave. Foto: Edu Milieris

Entre el jazz, el tango y la música clásica contemporánea, el pianista uruguayo tiene una carrera de más de 20 años en Estados Unidos, que incluye nominaciones a los Grammy y conciertos en los principales escenarios. Hoy está en la Sala Zavala Muniz del Teatro Solís (Tickantel).

—Tenés un nuevo disco, Argentina vs. Uruguay: Instrumetal Interpretations of Football. ¿Cómo surgió esa idea?

—No fue idea mía. Fue idea de un productor, que como se venía el Mundial, quiso que compusiera un álbum inspirado en futbolistas de Uruguay. Y obviamente están Cavani, Suárez, el Negro Jefe... Entonces llamé a este amigo argentino, el pianista Darío Boente, que se toca todo, y estuvo muy divertido. Es un proyecto más, tengo varias cosas, siempre estoy grabando un montón. Tengo 30 discos.

—¿Llevás la cuenta?

—Yo tengo miles de composiciones en mi cueva, donde toco y hago todo, pero para mí está todo sin terminar hasta que no hago algo con eso. Entonces cuando grabo, por lo menos hice algo que se puede escuchar.

—En un disco como este que surge por iniciativa de otra persona, ¿es diferente el vínculo con la inspiración? No es lo mismo que vos te conectes con algo y quieras escribir sobre lo que eso te inspira.

—Mirá: yo soy una canilla de música, una canilla compositiva. Nunca tuve esos baches. Componer por componer lo hago mucho, pero a mí me encanta: es una fuente de inspiración. Mi música es muy visual también, entonces esto es una fuente de inspiración y no al revés. Es un juego.

—O sea que puede empezar de lo visual: podés animar con la música lo que te estás imaginando en tu mente.

—Sí, y a veces es música, como suena, y no importa si estabas más triste o alegre. Creo que mayoritariamente es por la música: estás tocando, te gusta esto e insistís por ahí. Es lo que te suena en ese momento y no tanto lo que te está pasando. La música no tiene por qué ser lo obvio. Yo sí soy muy fiel con lo que tengo ganas de hacer, especialmente cuando es piano solo, como este concierto.

—¿Incluso cuando es un concierto enmarcado en algo concreto como el Jazz Tour, como el caso de esta noche? Porque tu música también va por el tango y la música clásica contemporánea.

—Exactamente. Yo sí toco jazz tradicional cuando toco en algo que es eso; pero yo toqué con todo el mundo, y te adaptás a lo que sea. Y sí, yo soy un músico de jazz, pero también soy un músico de tango y soy un compositor clásico. No joroben más (se ríe), soy un músico que improvisa y compone. Y en el concierto hay cosas cien por ciento escritas, cien por ciento improvisadas, y otras que son mitad y mitad.

—¿Y el público reconoce eso? Si no avisás, ¿se da cuenta que estás improvisando?

—No, pero creo que es por el estilo. Porque en mi improvisación hay mucho de mis composiciones, y al revés. El músico que improvisa sí se da cuenta, por la memoria auditiva. Pero al final no importa. Yo estoy muy agradecido con el Jazz Tour, y también con el Fonam, que me traen para poder hacer mi música acá.

—Has tocado con un montón de referencias del jazz, la música culta, el tango. ¿Tenés en el debe acompañar a algún cantante en particular?

—Mirá, a la última cantante que acompañaba era a Bette Midler. Yo en realidad era profesor de piano de ella, porque quería aprender a acompañarse, y estuve tres años y medio con ella. Está totalmente loca Bette, pero es divina (se ríe). Pero es otro trabajo, y yo lo que quiero hacer es tocar mi música. Y en los últimos años vi que me estaba desviando de lo que realmente quiero hacer, porque en un momento tenés que elegir. Entonces ahora empecé a dejar eso de acompañar, tratando de alejarme.

—¿De qué manera sentís que te inspira Nueva York?

—Nueva York es mi ciudad, tanto como Montevideo, y es increíble. A mí lo que más me gusta es que en Nueva York no te conoce nadie: siempre estás en el anonimato, y eso me encanta, porque siempre estás luchando.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad