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En el banquillo

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Gonzalo Tobal y Lali Espósito

entrevista con la Actriz y el director de "acusada"

El guión cayó casi que por casualidad en manos de Lali Espósito y Gonzalo Tobal aceptó hacerle una prueba. Actriz y director se juntaron por primera vez para filmar Acusada, una película que tiene toda la pinta de ser un drama legal o un policial clásico, pero es una historia que abarca mucho más. 

Hace horas que Lali Espósito y Gonzalo Tobal ocupan la suite presidencial del Hotel Intercontinental de Buenos Aires. Son las cuatro de la tarde cuando llegamos al lugar, pero la protagonista y el director de Acusada están allí desde el mediodía. Casi no se han tomado un respiro en la seguidilla de notas con un grupo de medios argentinos y uruguayos para promocionar la película que en Argentina se estrenó el pasado 13 de setiembre y en Uruguay lo hará el próximo jueves 11 de octubre.

En la antesala a la habitación en la que se desarrollan las entrevistas, un grupo de mujeres conformadas por encargadas de prensa, manager, vestuarista, maquilladora y demás comentan, entre sorprendidas y admiradas, la buena disposición de Lali para tantas horas de hablar y hablar sobre lo mismo. "Incluso cambia los chistes con cada periodista", comenta una de ellas.

Lali es la estrella del film; Gonzalo está dirigiendo su segunda película tras Villegas. Es lógico que toda la atención se la lleve ella, pero a la hora de recibir al periodista lo hacen en un plano de igualdad dándose cada uno el espacio para contestar las preguntas. Y es verdad, la disposición y el buen humor de Lali tras tantas horas de promocionar la película es de destacar. Por algo es una estrella y está donde está.

Y una estrella "a priori" algo improbable para ser la protagonista de este policial muy apoyado en el drama familiar. Por lo menos impensada si pidieran armar una lista de candidatas.

-Gonzalo, ¿Lali fue tu primera opción?

Lali: ¿Vos podés creer que no?

Gonzalo: Fue la última, pero nos tuvimos que quedar con ella (risas).

Así comienza el diálogo con actriz y director, respuestas que se toman muy en serio, pero matizadas con un chiste que otro. Esos que Lali cambia para cada periodista y se salen de guión.

Gonzalo: La elección de Lali fue algo que surgió no digo que de casualidad, pero casi. Casi no estaba en mi esfera de opciones trabajar con esta muchacha pero, cuando habíamos empezado a hacer castings, alguien cercano a ella leyó el guión, le encantó y dijo que le parecía un guión para Lali, para que diera este salto a hacer algo distinto y nuevo. Lali lo leyó y le pareció lo mismo.

-¿Estabas buscando algo así? Lo último que te vimos en cine fue Permitidos, que es una comedia, algo más cercano a lo que estamos acostumbrados a verte. Esto era un vuelco, una piscina a la que no te habías tirado antes.

Lali: Yo no pienso en mi camino artístico como "creo que es el momento del salto". No lo veo tanto como se ve de afuera; lo veo muy personal, es lo que tengo ganas de hacer y punto, quizás es más simple. De hecho, me han ofrecido dramas y otras historias en cine, pero tal vez no me interesaban o no me sentía con ganas de hacer eso en ese momento. Cuando leí este guión, obviamente era muy bueno, la historia me parecía atrapante, y el personaje hacía que me intrigara salir de mi zona de confort y decir "cómo sería hacer un personaje de estas características". No es que estaba buscando hacer un papel así. Me dijeron "leé esto, me parece que está buenísimo". Y respondí "sí, está buenísimo" y fui a la prueba.

Gonzalo: Le tomé la prueba y fue genial. Le pedí que viniera sin su look…

Lali: Con mi cara real (risas).

Gonzalo: Sin su look de personaje Lali, sin el look que yo conocía de los medios o de su figura ya conocida de estrella. Parte de ese descubrimiento de la vulnerabilidad y de ella sacada de ese contexto, era algo que para mí le daba muchísimo al personaje. Creo que también es un poco lo que pasa ahora cuando la gente ve el tráiler, de repente se encuentra con esa imagen y dice "¡ah, esa es Lali!".

Muchas películas.

Lali es Dolores Dreier, una joven que tres años después del asesinato de su mejor amiga finalmente enfrenta el juicio en el que es la principal sospechosa de esa muerte. Fue luego de una noche de fiesta libre de fotos u otros registros audiovisuales, en la que el alcohol hizo que Dolores olvidara todo lo ocurrido. Lo que la señala como probable culpable es una gran pelea previa con su amiga debido a que Camila había divulgado un video sexual de Dolores. "Si alguien lo ve, te mato", le dijo esta última y la frase la condena.

El personaje demandó a la actriz convertirse en una chica a la que apuntan todas las miradas, lo cual le ha significado vivir un infierno. Habla poco, está medicada, sus padres la aíslan de los medios de comunicación y las redes sociales. Es difícil descifrarla, haciendo que una de las preguntas del film sea "¿es culpable?", pero no es la única. Acusada va mucho más allá de un simple policial o una historia de juicios.

Gonzalo: Es una película muy centrada en los vínculos familiares, casi más que en lo judicial. Es un policial, pero contado desde los vínculos o los conflictos internos de una familia. Uno está más atento a eso para descubrir la verdad que al policial en sí, y en ese sentido creo que también surge algo muy rico con la película que es desde dónde la ven, desde dónde le entra cada uno, con quién se identifica, qué preguntas se hace, qué haría uno si le pasara algo así, qué pasa con la privacidad de los hijos… son cuestiones que la película toca. Un montón de cuestiones complejas que hace que la gente diga que sale con la panza cerrada.

Lali: Yo creo que lo que más interés te genera es que te sentás ahí a sentir que vas a ver la historia de un caso, y te encontrás con cinco películas abiertas y cinco caminos sobre lo que ves. Hablamos de los medios, de cómo funcionan en este tipo de casos, las generaciones, la intimidad, las redes sociales… tiene tantos temas que cualquier persona que va a ver esta peli tiene conversación después porque te genera esas ganas de discutir con otro qué harías vos en el lugar de tal o respecto a tal cosa que muestra la historia.

-Hay una visión muy crítica de los medios de comunicación, de ciertos medios por lo menos.

Gonzalo: Quiero creer que la película no hace una crítica del tipo "esto es malo, esto es bueno". Todas las cosas que mira son un poco contradictorias, no es que hay buenos y malos. Más que preguntarse qué rol están jugando los medios, me pregunto por qué estas historias se tratan así, pero a la vez las sigo. En general, son relaciones amor-odio. Pasa un poco lo mismo con las familias. Las cosas más nutritivas para el cine son de amor-odio, ni buenas ni malas: las relaciones familiares, con los medios, con el país, con la justicia. Pasa con las redes sociales, "son lo peor, te cagan la vida", decís, pero a la vez estás metido en ellas y las querés. Cuando se lo trata de reducir a "esto está mal" o "esto está bien", siempre se pierde porque deja de ser complejo.

Lali: Creo que los medios juegan más el papel de hablar de cuánto influyen en la decisión sobre si alguien es culpable o no, en cómo ellos deciden contar la historia, que en criticarlos. A mí una persona me cuenta en un noticiero una historia y puede influir totalmente en mi decisión sobre si le creo o no a la persona que está acusada de algo. La película muestra más que nada esa parte de los medios que es cuánto influyen en la gente, en la opinión pública.

Gonzalo: En todo caso cabe preguntarse por qué es así, cómo llegamos a que esto sea sí o cómo eventualmente lo mejoramos o nos corremos de eso. Hoy, por momentos, me parece súper asumido cuánto puede influir en un juicio lo que digan los medios. Cuando investigué para la película me parecía una locura, pero es así y tampoco es una novedad lo que digo. En última instancia también, en el medio de toda esa maraña y locura de mediaciones, de redes sociales, de discursos, de relatos y mentiras, para mí lo que queda muy puesto en cuestión es la verdad, que es un ideal que defendemos y queremos tener. Pero ¿existe la verdad?

Sin palabras.

Dolores habla poco, dice mucho más con las miradas, con su forma de vincularse con sus padres (Leo Sbaraglia e Inés Estévez), con la forma cómo prepara el juicio con su abogado (Daniel Fanego) o con la decisión de cambiar de look. Se nota que para lograr todo eso en el film hubo un trabajo previo, muy largo e intenso, de la actriz con el director.

Lali: Fueron bastantes meses previos al rodaje de juntarme mucho con Gonza. De hecho hasta sin el guión, a improvisar la vida cotidiana y la manera de manejarse de esta chica con esta problemática. Obviamente súper alejado de lo que uno puede ni siquiera imaginar. Hubo mucha charla con criminalistas, gente que nos vino a contar cómo son algunos manejos. Yo, por mi lado, vi videos de profesionales que hablan de la gestualidad de la gente que declara, además de videos de declaraciones de casos de todo el mundo. No fui a juicios, pero YouTube es hermoso (risas).

Gonzalo: Yo fui a juicios para toda la parte de investigación, hablé con periodistas de policiales y con abogados. Me iban asesorando y contando cosas de las que yo iba sacando ideas. A priori era un mundo bastante desconocido. Cuando uno va y ve cómo son ciertas cosas, siempre es más rico, surgen ideas mejores.

Lali: Fue importante descubrir cómo se maneja una persona, cómo mira, cómo se relaciona con otro, a dónde habla… que eso no define si es culpable o inocente. Dolores, por ejemplo, está en una situación de shock emocional y profunda depresión desde hace mucho tiempo, entonces no era solo trabajar si es inocente o culpable, sino trabajar cómo es alguien en ese estado. Fue mucha búsqueda con Gonzalo.

-¿Cómo se llevó Lali con Dolores en todo ese proceso?

Lali: Bárbaro (risas), una divina. Nos llevamos muy bien porque me sirvió mucho todo el trabajo previo con Gonza, no es que llegué al rodaje buscándola ahí, sino que había ciertas cosas ya claras de antes. Lo del lenguaje físico… había cosas ya ensayadas que hicieron que yo entrara como mucho más relajada al set. Te pasa algo muy loco que es que le tomás un amor al personaje que no querés que nadie hable mal de él. Hay como una simbiosis linda; cuando estás haciendo las escenas, te sentís ese personaje y jugás un poco a eso. Aprendí de ella, me enseñó a ir por unos lugares mentales que no hubiera ido de otra manera. Eso fue muy bueno.

Gran elenco.

Para Lali era su primera vez con todos los actores que componen el elenco. Además de Sbaraglia, Estévez y Fanego, aparecen otros pesos pesados como Gerardo Romano, en el rol del fiscal, o Gael García Bernal, que hace de un periodista de TV que apuesta al sensacionalismo y que recibe a Dolores en su programa.

Lali: Está bueno conocer compañeros nuevos. Este trabajo tiene eso, tenés un contacto muy fuerte durante un tiempo determinado, de mucha conexión, con gente nueva todo el tiempo. Para mí era muy impresionante laburar con Leo, con Fanego, con Ine… ni hablar la participación que hace Gael. Con todos los actores que están en la película, porque todos los personajes le aportaban a Dolores eso que necesitaba y son todos excelentes. Qué lujo que estén en la peli. Hay participaciones de gente que capaz no es popularmente conocida, y que siento que desde esta peli se va a conocer su trabajo y cómo actúa. Está muy bien dirigida. Todos los actores se lucen en sus papeles y yo los aprovecho no solo para que alimenten mi personaje, sino también fuera del set con todo lo que me han aportado como personas y como artistas.

-¿Por qué la elección de García Bernal? Puede llamar la atención tratándose de un film argentino.

Gonzalo: Lo conozco desde antes, trabajé con él en un corto del que yo participé en la producción. Lo filmó en Argentina. De ahí teníamos una amistad y, cuando surgió esto, teníamos ganas de que hiciera algo en la película y el papel era bastante ideal porque con su agenda súper complicada le permitía filmar en un bloque un personaje súper interesante. Se lo propuse, leyó el guión y le encantó.

Nuevos públicos.

Está claro que hay películas o programas que llaman al público primero por el actor que los protagoniza, que por la historia en sí. Quizás suceda que muchos fans de la Lali cantante o de la Lali actriz de comedia vayan a ver Acusada sin saber muy bien con qué se van a encontrar… y se sorprendan.

Lali: Qué alegría que les pase. Cero temor ante eso, al contrario. En lo que a mi respecta, en lo artístico no me mido por el público que creo que me debería ver. Si lo hiciera, no podría hacer nada más que cosas para gente joven y no vivo mi camino artístico desde ese lugar, sino desde mis propias ganas de hacer una u otra cosa. Creo naturalmente que esta película se diferencia mucho de mi parte musical, lo que se ve de mí como la Lali que canta. Ya pasa cuando ves el tráiler o el poster de la peli. A mí me interesa ser una persona versátil, en eso está lo rico de todas las opciones que artísticamente le podés entregar a ese público que te sigue o a uno que no te sigue pero que vio eso tuyo que le pareció interesante.

Gonzalo: Para mí lo mejor que puede pasar es que se acerquen para ver a Lali y, por ahí, pasado el primer momento de shock, después les guste la película.

Lali: Generalizando, el público joven, de 18 a 25 años, a priori no es tan fan de lo argentino. Siempre estamos mirando el cine de afuera y, de pronto, por mí o por lo que sea, quizás se acerquen a este tipo de películas y descubran que les puede gustar el cine argentino, un director como Gonza o actores que capaz no irían a ver porque quieren ver otra cosa. Eso me parece muy rico.

-Y del público uruguayo, ¿qué esperan?

Lali: Hay algo muy instalado de familiar con los uruguayos, me parece tan natural ir a hablar a Uruguay de la peli. No sentís que te estás yendo a otro país; uno tiene tantos amigos ahí, tanta familia. Me encanta que se estrene algo mío en Uruguay, lo siento muy familiar.

Gonzalo: En mi caso, conozco mucho Uruguay, tengo familia, mi abuelo vivió ahí muchos años. Voy desde siempre.

-¿Se conocían antes de Acusada?

Lali: Yo había visto Villegas antes de este trabajo y la volví a ver cuando empecé a trabajar con Gonza.

Gonzalo: Yo había visto Permitidos y algunos capítulos de Esperanza mía (carcajadas de los dos). Y era fan de Casi Ángeles.

-¿Tienen ganas de seguir haciendo cosas juntos?

Lali: Nos casamos en marzo.

Gonzalo: En realidad hay muy mala onda, pero fingimos para las entrevistas (risas).

Leonardo Sbaraglia

Es el padre de Dolores, un hombre que trata por todos los medios de proteger a su hija del entorno mediático.

Inés Estévez

Es la madre de la protagonista en una familia de clase media alta que vive en el protegido espacio de un barrio privado.

Emilio Vodanich

El hermano de Dolores queda un poco relegado. Dice amar a su hermana sea lo que sea que haya hecho.

Daniel Fanego

Es el abogado de Dolores, a quien entrena en todo lo que debe decir y cómo debe comportarse en un juicio.

Gerardo Romano

Encarna al fiscal del caso, al que se lo ve interrogando a la acusada en el juicio oral que acapara buena parte del film.

Gael García Bernal

El mexicano interpreta al conductor de un programa de TV sensacionalista al que Dolores va para contar su historia.

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