Leonardo Ramos sabía que el de anoche sería un partido diferente para él. Era la primera vez que se enfrentaba al equipo del que es hincha desde niño y con el que fue Campeón Uruguayo en la temporada 2013-2014.
Y lo fue. Ya desde el principio, los jugadores a los que dirigió hasta hace unos meses,cuando dejó Danubio para dirigir a Peñarol, desfilaron por el banco aurinegro para darle un abrazo. Todos, uno a uno. Y fue como un puñetazo al alma.
Unos momentos antes, el técnico había ido hasta el banco de los de la fraja para saludar a suplentes y funcionarios.
Pero pitó Jonathan Fuentes y Ramos sacudió sus sentimientos para dirigir a Peñarol. Se metió en el partido para buscar un triunfo que su equipo necesitaba como el agua.
“Fue muy difícil para mí, todos saben cual es mi sentimiento por Danubio. Fue bravo encontrarme con los jugadores y hasta la gente”, reconoció después Ramos.
“Pero quiero ser campeón con Peñarol y para eso teníamos que ganarle a Danubio. Por suerte lo conseguimos”, añadió.
PEÑAROLSILVIA PÉREZ